Plan de cuidados de enfermería al paciente quemado

Índice de contenido

El plan de cuidados de enfermería al paciente quemado es integral y multidisciplinario, abordando tanto los aspectos físicos como emocionales del paciente. Las necesidades varían según la severidad de las quemaduras, la extensión de las mismas y la fase de recuperación. A continuación se presenta un plan de cuidados general para pacientes quemados.

Valoración Inicial

  • Evaluación de las Quemaduras:
    • Profundidad: Quemaduras de primer, segundo y tercer grado.
    • Extensión: Calculada en porcentaje del área de superficie corporal total (TBSA) usando la regla de los nueves o el esquema de Lund y Browder.
    • Localización: Identificar si hay quemaduras en áreas críticas (cara, manos, pies, genitales, perineo y articulaciones).
  • Evaluación General del Paciente:
    • Signos Vitales: Frecuencia cardíaca, presión arterial, frecuencia respiratoria y temperatura.
    • Estado Hidratación: Evaluar signos de deshidratación y choque hipovolémico.
    • Dolor: Evaluar la intensidad del dolor utilizando escalas validadas.
  • Historial Médico:
    • Condiciones Preexistentes: Diabetes, enfermedades cardíacas, etc.
    • Historia del Incidente: Causa de la quemadura (térmica, química, eléctrica).

Diagnósticos de Enfermería

  • Déficit de Volumen de Líquidos:
    • Relacionado con la pérdida de líquidos a través de las quemaduras.
  • Dolor Agudo:
    • Relacionado con el daño tisular.
  • Riesgo de Infección:
    • Relacionado con la interrupción de la integridad de la piel.
  • Deterioro de la Movilidad Física:
    • Relacionado con el dolor y las lesiones.
  • Ansiedad:
    • Relacionada con el trauma y la incertidumbre del pronóstico.

Intervenciones de Enfermería

Manejo de Líquidos y Electrolitos

  • Restauración de Líquidos:
    • Fórmula de Parkland: Administrar Ringer lactato, 4 ml/kg de peso corporal/%TBSA quemada durante las primeras 24 horas.
    • Monitoreo: Evaluar la diuresis (al menos 0.5 ml/kg/hora), presión arterial, frecuencia cardíaca y signos de sobrecarga de líquidos.

Manejo del Dolor

  • Analgesia:
    • Medicamentos: Administración de opioides (morfina, fentanilo) según prescripción médica.
    • Evaluación: Monitorizar la eficacia del alivio del dolor y ajustar según sea necesario.
    • Métodos No Farmacológicos: Técnicas de relajación, distracción.

Prevención de Infecciones

  • Cuidado de Heridas:
    • Asepsia Estricta: Uso de técnicas estériles al cambiar vendajes.
    • Limpieza y Desbridamiento: Limpieza diaria de las heridas y desbridamiento según indicación médica.
    • Aplicación de Antibióticos Tópicos: Sulfadiazina de plata, bacitracina, según prescripción.
    • Vendajes: Aplicación de vendajes estériles y mantener las heridas cubiertas.
  • Monitoreo de Signos de Infección:
    • Evaluación: Monitorizar signos de infección local (eritema, calor, exudado) y sistémica (fiebre, leucocitosis).

Manejo de la Movilidad

  • Fisioterapia y Movilización Temprana:
    • Ejercicios Pasivos y Activos: Para prevenir contracturas y mantener la movilidad articular.
    • Posicionamiento Adecuado: Para evitar úlceras por presión y contracturas.

Apoyo Psicológico y Emocional

  • Intervenciones Psicológicas:
    • Apoyo Emocional: Escuchar las preocupaciones del paciente y brindar apoyo.
    • Educación: Informar al paciente y a la familia sobre el proceso de recuperación y los cuidados necesarios.
    • Referencias: Derivar a servicios de apoyo psicológico si es necesario.

Nutrición

  • Soporte Nutricional:
    • Evaluación: Monitorear el estado nutricional del paciente.
    • Suplementos: Proveer suplementos nutricionales ricos en proteínas y calorías para apoyar la cicatrización.
    • Dietista: Colaborar con un dietista para desarrollar un plan de alimentación adecuado.

Evaluación y Reevaluación

  • Monitoreo Continuo:
    • Reevaluar: Evaluar regularmente la condición del paciente, la eficacia de las intervenciones y ajustar el plan de cuidados según sea necesario.
    • Documentación: Registrar todas las evaluaciones, intervenciones y respuestas del paciente en el historial clínico.

Conclusión

El cuidado de enfermería para el paciente quemado es complejo y requiere una atención multidisciplinaria y continua. Un enfoque holístico que aborde tanto las necesidades físicas como emocionales del paciente es esencial para promover una recuperación óptima y prevenir complicaciones.

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