NANDA 00027 Déficit de volumen de líquidos

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El diagnóstico de enfermería NANDA 00027 Déficit de volumen de líquidos se utiliza para describir una situación en la que hay una disminución de los líquidos intravasculares, intersticiales o intracelulares en una magnitud suficiente para afectar la función fisiológica. Aquí están los componentes clave de este diagnóstico:

Componentes del Diagnóstico:

Título o Nombre del Diagnóstico:

    • Déficit de volumen de líquidos.

Definición:

    • Disminución de los líquidos intravasculares, intersticiales o intracelulares en una magnitud suficiente para afectar la función fisiológica.

Características Definitorias (Signos y Síntomas):

– Alteración de la turgencia de la piel
– Alteración del estado mental
– Aumento de la concentración de la orina
– Aumento de la frecuencia cardíaca
– Aumento de la temperatura corporal
– Aumento del hematocrito
– Debilidad
– Disminución de la diuresis
– Disminución de la presión arterial
– Disminución de la presión del pulso
– Disminución de la turgencia de la lengua
– Disminución del llenado venoso
– Disminución del volumen del pulso
– Membranas mucosas secas
– Pérdida de peso súbita
– Piel seca
– Sed

Factores relacionados

– Barreras para acceder a los líquidos
– Conocimiento insuficiente sobre las necesidades de líquidos
– Ingesta insuficiente de líquidos

Población de riesgo

– Edades extremas
– Factores que influencian las necesidades de líquidos
– Pesos extremos

Problemas asociados

– Agente farmacológico
– Desviaciones que afectan la absorción de líquidos
– Desviaciones que afectan la ingesta de líquidos
– Mecanismos regulatorios comprometidos
– Pérdida activa del volumen de líquidos
– Pérdida excesiva de líquidos a través de las vías normales
– Pérdida excesiva de líquidos a través de vías no habituales

 

Ejemplo de Formulación:

  • Déficit de volumen de líquidos relacionado con vómitos frecuentes y diarrea.

Intervenciones de Enfermería Posibles:

  1. Reposición de Líquidos:
    • Administrar líquidos según las necesidades, utilizando soluciones intravenosas o por vía oral.
  2. Monitorización Continua:
    • Vigilar los signos vitales, la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la frecuencia respiratoria.
  3. Registro de Ingresos y Egresos:
    • Registrar la ingesta y la producción de líquidos para evaluar el equilibrio hídrico.
  4. Educación al Paciente:
    • Proporcionar educación al paciente sobre la importancia de mantener una adecuada ingesta de líquidos y reconocer los signos de deshidratación.
  5. Monitoreo de Electrolitos:
    • Vigilar los niveles de electrolitos para identificar y corregir desequilibrios.
  6. Posición del Paciente:
    • Posicionar al paciente para mejorar la perfusión y el retorno venoso, especialmente si hay hipotensión.
  7. Medicación:
    • Administrar medicamentos según sea necesario para tratar la causa subyacente del déficit de líquidos (por ejemplo, antieméticos para controlar el vómito).
  8. Estimulación de la Ingesta Oral:
    • Estimular la ingesta oral de líquidos si es posible y está indicado.
  9. Control de la Diuresis:
    • Monitorear la diuresis para evaluar la eficacia de las intervenciones y la reposición de líquidos.
  10. Colaboración con el Equipo Médico:
    • Colaborar con el equipo médico para identificar y abordar la causa subyacente del déficit de volumen de líquidos.

Es importante que las intervenciones se adapten a las necesidades específicas de cada paciente y se realicen en colaboración con el equipo de atención médica. La monitorización continua y la evaluación son esenciales para ajustar las intervenciones según la respuesta del paciente y prevenir complicaciones asociadas con el déficit de volumen de líquidos.

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