Mielopatía transversa: causas, síntomas y tratamiento

La mielopatía transversa es una afección médica que implica inflamación o daño en la médula espinal que afecta a una o más vértebras. Esta condición puede ser aguda o crónica y puede resultar en una variedad de síntomas.

Causas de mielopatía transversa

La mielopatía transversa puede tener varias causas, que van desde enfermedades autoinmunes hasta traumatismos.

  • Esclerosis múltiple (EM): La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca la mielina, la capa protectora alrededor de los nervios en el cerebro y la médula espinal. Esto puede provocar inflamación y daño en la médula espinal, causando mielopatía transversa.
  • Infecciones virales: Algunas infecciones virales pueden causar mielopatía transversa, como la infección por virus de Epstein-Barr, citomegalovirus, varicela zoster, herpes simple y VIH. Estas infecciones pueden desencadenar una respuesta inflamatoria en la médula espinal.
  • Infecciones bacterianas: Aunque menos comunes, algunas infecciones bacterianas, como la tuberculosis y la sífilis, pueden provocar mielopatía transversa si infectan la médula espinal.
  • Trastornos inflamatorios/autoinmunes: Además de la esclerosis múltiple, otros trastornos autoinmunes, como la mielitis transversa idiopática y la enfermedad de Devic (neuromielitis óptica), pueden causar mielopatía transversa.
  • Trastornos vasculares: Los accidentes cerebrovasculares o los coágulos sanguíneos en las arterias que suministran sangre a la médula espinal pueden cortar el flujo sanguíneo y causar daño a la médula espinal, lo que resulta en mielopatía transversa.
  • Traumatismos: Lesiones traumáticas en la columna vertebral, como fracturas o lesiones por accidentes automovilísticos, caídas o deportes de contacto, pueden causar daño directo a la médula espinal, resultando en mielopatía transversa.
  • Tumores: Los tumores en la columna vertebral o cerca de la médula espinal pueden ejercer presión sobre la médula o infiltrarse en el tejido circundante, causando síntomas de mielopatía transversa.
  • Defectos congénitos: Algunos defectos congénitos de la columna vertebral, como la espina bífida, pueden predisponer a una persona a desarrollar mielopatía transversa.

Signos y síntomas

Los síntomas de la mielopatía transversa pueden variar dependiendo de la causa subyacente y la ubicación del daño en la médula espinal. Sin embargo, hay algunos síntomas comunes que pueden estar presentes en muchos casos. Estos incluyen:

  • Debilidad muscular: Puede afectar los brazos, las piernas o ambos lados del cuerpo, dependiendo de la ubicación y la gravedad del daño en la médula espinal. La debilidad puede dificultar la capacidad de caminar, levantar objetos o realizar actividades cotidianas.
  • Entumecimiento o hormigueo: Sensaciones anormales en los miembros, como entumecimiento, hormigueo, sensación de ardor o pérdida de sensibilidad en áreas específicas del cuerpo.
  • Problemas de coordinación y equilibrio: Dificultad para coordinar movimientos finos, mantener el equilibrio al estar de pie o al caminar, lo que puede resultar en inestabilidad y tropiezos frecuentes.
  • Dolor: Puede manifestarse como dolor en la espalda, el cuello o en los miembros afectados. El dolor puede ser agudo, punzante o crónico, y puede empeorar con la actividad o el movimiento.
  • Espasticidad muscular: Rigidez o espasmos musculares involuntarios, especialmente en las piernas, que pueden dificultar la movilidad y causar molestias.
  • Problemas de control de la vejiga y el intestino: Puede haber dificultad para controlar la micción o la defecación, lo que puede resultar en incontinencia urinaria o fecal.
  • Disfunción sexual: En algunos casos, puede haber disminución del deseo sexual, disfunción eréctil en hombres o dificultades para alcanzar el orgasmo en hombres y mujeres.
  • Cambios en la sensibilidad: Cambios en la sensibilidad al calor, al frío o al tacto en ciertas áreas del cuerpo.

Diagnóstico

El diagnóstico de la mielopatía transversa generalmente implica una evaluación completa de los síntomas del paciente, antecedentes médicos, así como pruebas de imagen y pruebas neurológicas.

  • Historia clínica y examen físico: El médico realizará una historia clínica detallada para comprender los síntomas del paciente, su historial médico y cualquier factor desencadenante que pueda estar relacionado con la mielopatía transversa. Luego, realizará un examen físico completo para evaluar la función neurológica, la fuerza muscular, la sensibilidad y los reflejos del paciente.
  • Pruebas de imagen: Se pueden realizar pruebas de imagen para evaluar la médula espinal y detectar cualquier anormalidad estructural o lesión. La resonancia magnética (RM) es la prueba de elección para visualizar la médula espinal y las estructuras circundantes, como hernias discales, tumores, coágulos sanguíneos o lesiones. La tomografía computarizada (TC) también puede ser útil en ciertos casos.
  • Pruebas neurológicas: Se pueden realizar pruebas neurológicas para evaluar la función y el rendimiento del sistema nervioso, como la electromiografía (EMG), los potenciales evocados somatosensoriales (PESS) y los potenciales evocados motores (PEM). Estas pruebas pueden ayudar a identificar el nivel y la gravedad del daño en la médula espinal.
  • Análisis de líquido cefalorraquídeo (LCR): En algunos casos, se puede realizar una punción lumbar para obtener una muestra de líquido cefalorraquídeo y analizarla en busca de signos de inflamación, infección u otras anormalidades que puedan estar relacionadas con la mielopatía transversa.
  • Pruebas de laboratorio: Se pueden realizar pruebas de laboratorio para descartar o confirmar otras posibles causas de los síntomas del paciente, como pruebas de sangre para detectar infecciones virales, autoanticuerpos u otros biomarcadores.

Tratamiento de la mielopatía transversa

El tratamiento de la mielopatía transversa depende en gran medida de la causa subyacente y la gravedad de los síntomas. Algunas opciones de tratamiento que pueden ser consideradas:

  • Corticosteroides: Los corticosteroides, como la metilprednisolona, pueden ser recetados para reducir la inflamación en la médula espinal y aliviar los síntomas en casos de mielopatía transversa de origen inflamatorio, como la mielitis transversa idiopática o la enfermedad de Devic (neuromielitis óptica). Estos medicamentos generalmente se administran por vía intravenosa durante un período de tiempo y luego se disminuye gradualmente la dosis.
  • Inmunosupresores: En casos de mielopatía transversa autoinmune, como la asociada con la esclerosis múltiple, pueden recetarse medicamentos inmunosupresores para reducir la respuesta inmunitaria que está atacando la mielina en la médula espinal. Estos pueden incluir medicamentos como la azatioprina, el rituximab o el interferón beta.
  • Terapia física: La terapia física puede ser beneficiosa para mejorar la fuerza muscular, la flexibilidad, el equilibrio y la coordinación en pacientes con mielopatía transversa. Un fisioterapeuta puede trabajar con el paciente para desarrollar un programa de ejercicios personalizado que se adapte a sus necesidades y habilidades.
  • Medicamentos para el dolor: Se pueden recetar analgésicos o medicamentos para el dolor para ayudar a controlar el dolor asociado con la mielopatía transversa. Estos pueden incluir medicamentos de venta libre, como el paracetamol o los antiinflamatorios no esteroides (AINE), o medicamentos recetados más fuertes si es necesario.
  • Cirugía: En algunos casos, especialmente cuando la mielopatía transversa es causada por una compresión de la médula espinal debido a una hernia discal, un tumor u otra anormalidad estructural, puede ser necesario realizar una cirugía para aliviar la presión sobre la médula espinal y estabilizar la columna vertebral.
  • Tratamiento de apoyo: Además del tratamiento específico para la mielopatía transversa, puede ser útil brindar tratamiento de apoyo para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. Esto puede incluir terapia ocupacional, asesoramiento psicológico, educación sobre el manejo de la vejiga e intestinos, y adaptaciones en el hogar para facilitar la movilidad y la independencia.

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