Tuberculosis: causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

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La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. Afecta principalmente a los pulmones, pero también puede afectar otras partes del cuerpo. La TB es una enfermedad contagiosa que se transmite de persona a persona a través de las gotas de saliva expulsadas por una persona infectada al toser, estornudar o hablar.

Causas de tuberculosis

La tuberculosis (TB) es causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. La enfermedad se propaga de persona a persona a través del aire cuando alguien con TB activa tose, estornuda, habla o canta, y otra persona inhala las partículas respiratorias contaminadas con la bacteria. Sin embargo, no todas las personas infectadas con M. tuberculosis desarrollan la enfermedad; algunas pueden tener una infección latente sin síntomas y no son contagiosas.

Las causas principales de la tuberculosis incluyen:

Infección por M. tuberculosis:

La bacteria Mycobacterium tuberculosis es la causa directa de la tuberculosis. Cuando una persona inhala partículas respiratorias que contienen la bacteria, puede infectarse.

Factores de Riesgo:

La susceptibilidad a la tuberculosis está influenciada por varios factores de riesgo, como la debilidad del sistema inmunológico. Las personas con sistemas inmunológicos comprometidos, como aquellas con VIH/SIDA, diabetes, malnutrición o que reciben tratamientos inmunosupresores, tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.

Contacto con Personas Infectadas:

El contacto cercano con personas que tienen TB activa aumenta el riesgo de contraer la infección.

Entorno y Condiciones Socioeconómicas:

La tuberculosis tiende a ser más prevalente en entornos con condiciones socioeconómicas desfavorables, como hacinamiento, pobreza y acceso limitado a la atención médica.

No Cumplimiento del Tratamiento:

El no cumplir adecuadamente con el tratamiento de la tuberculosis puede llevar al desarrollo de cepas resistentes a los medicamentos, lo que complica la gestión de la enfermedad.

TB Multirresistente y Extensamente Resistente:

La resistencia a los medicamentos, conocida como TB multirresistente (TB-MDR) y TB extensamente resistente (TB-XDR), puede surgir debido a un uso inadecuado de medicamentos y dificulta el tratamiento.

Viajes Internacionales:

La movilidad de la población y los viajes internacionales también pueden contribuir a la propagación de la tuberculosis.

Edad y Sexo:

Las tasas de TB son más altas en ciertos grupos de edad y pueden variar según el sexo.

Es fundamental abordar las causas de la tuberculosis a través de estrategias de prevención, detección temprana, tratamiento adecuado y medidas de control de infecciones para limitar la propagación de la enfermedad. La colaboración entre los sistemas de salud, la comunidad y las organizaciones internacionales es esencial para abordar eficazmente la carga de la tuberculosis a nivel mundial.

Signos y síntomas

Los síntomas de la tuberculosis (TB) pueden variar según la forma de la enfermedad (TB pulmonar o extrapulmonar) y el estado de la infección (TB activa o latente). La TB pulmonar es la forma más común, pero la bacteria M. tuberculosis puede afectar otros órganos y tejidos, dando lugar a formas extrapulmonares. Aquí se presentan los síntomas más comunes de la TB activa:

Síntomas de la TB Pulmonar (forma activa):

Tos Persistente:

La tos puede durar más de tres semanas y ser productiva, con esputo que a veces puede contener sangre.

Dolor Torácico:

Dolor en el pecho que puede estar relacionado con la tos o la respiración.

Fatiga y Debilidad:

Sensación general de cansancio y debilidad.

Fiebre y Sudores Nocturnos:

Elevación de la temperatura corporal, especialmente por la tarde y noche, acompañada de sudores nocturnos.

Pérdida de Peso No Intencionada:

Pérdida de peso significativa sin cambios en la dieta o actividad física.

Falta de Apetito:

Disminución del apetito.

Síntomas de la TB Extrapulmonar (forma activa en órganos y tejidos fuera de los pulmones):

Síntomas Específicos del Órgano Afectado:

Pueden variar según la ubicación de la infección extrapulmonar. Por ejemplo, TB en los ganglios linfáticos puede causar inflamación, mientras que la TB en los huesos puede provocar dolor articular.

Síntomas de la TB Latente (sin síntomas aparentes):

Sin Síntomas Obvios:

En muchos casos, la TB latente no presenta síntomas evidentes, y las personas no se sienten enfermas.

Es importante destacar que la TB latente puede convertirse en TB activa, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados. La detección y el tratamiento temprano son fundamentales para prevenir la propagación de la enfermedad y reducir las complicaciones.

Diagnóstico

El diagnóstico de la tuberculosis (TB) implica evaluar la presencia de la bacteria Mycobacterium tuberculosis en el cuerpo y determinar si la infección es activa o latente. Se utilizan varios métodos y pruebas para realizar un diagnóstico preciso. Algunas de las pruebas comunes incluyen:

Prueba de la Tuberculina (PPD):

También conocida como la prueba de la tuberculina o Mantoux, implica la inyección de una pequeña cantidad de proteínas de M. tuberculosis bajo la piel del antebrazo. Después de 48 a 72 horas, se verifica si hay una respuesta de hipersensibilidad. Esta prueba se utiliza para determinar la exposición previa a la bacteria, pero no puede diferenciar entre la infección activa y la latente.

Pruebas de Sangre para la TB (IGRA):

Las pruebas de liberación de interferón-gamma (IGRA), como el QuantiFERON-TB Gold o el T-SPOT.TB, miden la respuesta inmunitaria específica contra M. tuberculosis. Estas pruebas son útiles para identificar la infección por tuberculosis y pueden ayudar a diferenciar entre la infección latente y activa.

Radiografía de Tórax:

Una radiografía de tórax puede revelar anomalías en los pulmones, como lesiones o infiltrados, que pueden ser indicativos de TB pulmonar activa.

Esputo para Microscopía y Cultivo:

Se recopila una muestra de esputo y se examina bajo un microscopio para detectar la presencia de bacterias ácido-alcohol resistentes, como M. tuberculosis. También se puede realizar un cultivo para confirmar la presencia de la bacteria y determinar la sensibilidad a los medicamentos.

Pruebas de Biología Molecular:

La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y otras pruebas de biología molecular pueden detectar el material genético de M. tuberculosis en muestras clínicas.

Tomografía Computarizada (TC) o Resonancia Magnética (RM):

Estas pruebas de imagen pueden proporcionar imágenes detalladas de los pulmones y otros órganos para evaluar la extensión de la enfermedad.

Pruebas de Laboratorio para TB Extrapulmonar:

Dependiendo de la ubicación de la infección, se pueden realizar diversas pruebas, como análisis de líquido cefalorraquídeo, biopsias de ganglios linfáticos o cultivos de otros sitios afectados.

Tratamiento de la tuberculosis

El tratamiento de la tuberculosis (TB) generalmente implica el uso de medicamentos antimicrobianos específicos para eliminar la bacteria Mycobacterium tuberculosis. La duración y la combinación de medicamentos pueden variar según la forma de la TB (pulmonar o extrapulmonar) y la presencia de resistencia a los medicamentos. El tratamiento adecuado es fundamental para prevenir la propagación de la enfermedad y reducir las complicaciones. Aquí hay aspectos clave sobre el tratamiento de la TB:

Regímenes de Tratamiento:

La TB activa generalmente se trata con una combinación de varios medicamentos antimicrobianos durante un período prolongado. Los regímenes de tratamiento pueden durar entre seis meses y más de un año, dependiendo de la gravedad y la ubicación de la infección.

Medicamentos Antituberculosos:

Los medicamentos comúnmente utilizados incluyen isoniacida, rifampicina, etambutol y pirazinamida. En algunos casos, se pueden recetar medicamentos adicionales.

Observación Directa del Tratamiento (ODT):

Para garantizar la adherencia al tratamiento, se puede implementar la ODT, donde un profesional de la salud o un trabajador de salud observa directamente la administración de los medicamentos al paciente.

Evaluación de la Respuesta al Tratamiento:

Se realizan pruebas periódicas, como análisis de esputo y otros estudios de imagen, para evaluar la respuesta al tratamiento y ajustar la terapia según sea necesario.

Tratamiento de TB Multirresistente (TB-MDR) y TB Extensamente Resistente (TB-XDR):

En casos de TB resistente a medicamentos, se requieren regímenes de tratamiento más prolongados y complejos. La gestión de la TB-MDR y la TB-XDR puede implicar medicamentos de segunda línea, que pueden tener efectos secundarios más intensos.

Seguimiento Posoperatorio:

Después de completar el tratamiento, los pacientes suelen someterse a evaluaciones de seguimiento para asegurarse de que la infección haya sido eliminada y para abordar cualquier efecto secundario persistente.

Apoyo Nutricional y Cuidado Integral:

Es importante proporcionar apoyo nutricional y cuidado integral durante el tratamiento, ya que la TB puede afectar el estado nutricional de los pacientes.

Control de la Infección:

Se deben tomar medidas para prevenir la propagación de la infección, incluyendo el uso de máscaras respiratorias y la ventilación adecuada en entornos de atención médica.

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