Varicela: causas, síntomas y tratamiento

La varicela es una enfermedad altamente contagiosa causada por el virus varicela-zóster (VZV), perteneciente a la familia de los herpesvirus. Afecta principalmente a niños, aunque también puede ocurrir en adultos que no hayan sido expuestos previamente al virus.

Causas de varicela

Las causas de la varicela se centran en la infección por el virus varicela-zóster (VZV), un tipo de herpesvirus.

Virus Varicela-Zóster (VZV):

  • El VZV es el agente infeccioso responsable de la varicela.
  • Se transmite de persona a persona a través del contacto directo con las lesiones cutáneas de una persona infectada o a través del aire por las gotículas respiratorias.
  • Después de la infección inicial, el virus permanece en el cuerpo de la persona infectada en un estado latente, principalmente en los ganglios nerviosos.

Transmisión:

  • La varicela es altamente contagiosa y se propaga fácilmente en entornos donde las personas están en contacto cercano, como en las escuelas o en el hogar.
  • La transmisión generalmente ocurre antes de que aparezcan las lesiones cutáneas y hasta que todas las lesiones estén en fase de costra.
  • Las personas con varicela pueden transmitir el virus desde uno o dos días antes del inicio de la erupción hasta aproximadamente cinco días después.

Susceptibilidad:

  • La varicela puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en niños.
  • Las personas que nunca han tenido varicela ni han sido vacunadas contra ella tienen mayor riesgo de contraer la enfermedad si están expuestas al virus.

Factores de Riesgo:

  • La exposición a personas infectadas con varicela o culebrilla (herpes zóster) aumenta el riesgo de contraer la enfermedad.
  • Los niños que no han sido vacunados contra la varicela tienen mayor riesgo de contraerla.
  • La varicela es más común en entornos donde la densidad de población es alta, como escuelas y guarderías.

Signos y síntomas

Los síntomas de la varicela pueden variar en intensidad de una persona a otra, pero generalmente siguen un patrón característico.

1. Erupción Cutánea:

  • La erupción es uno de los síntomas más distintivos de la varicela.
  • Comienza como pequeñas manchas rojas que luego se convierten en ampollas llenas de líquido.
  • Las ampollas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluyendo el cuero cabelludo, la cara, el tronco y las extremidades.
  • Con el tiempo, las ampollas se rompen y forman costras, que eventualmente se caen.

2. Fiebre:

  • Muchos pacientes con varicela desarrollan fiebre moderada a alta.
  • La fiebre generalmente comienza antes de que aparezca la erupción y puede durar varios días.

3. Malestar General:

  • Fatiga y malestar general son síntomas comunes de la varicela.
  • Algunas personas también pueden experimentar dolor de cabeza, dolor muscular y pérdida de apetito.

4. Picazón Intensa:

  • Las lesiones de la piel causadas por la varicela pueden provocar picazón intensa.
  • La picazón puede ser muy molesta y puede interferir con el sueño y las actividades diarias.

5. Síntomas Respiratorios (en algunos casos):

  • En algunos casos, especialmente en adultos, la varicela puede estar acompañada de síntomas respiratorios leves, como congestión nasal, tos y dolor de garganta.

Duración de los Síntomas:

  • Los síntomas de la varicela generalmente comienzan aproximadamente 10 a 21 días después de la exposición al virus.
  • La erupción generalmente aparece dentro de los primeros 2 a 3 días de la enfermedad y puede durar entre 5 y 10 días.
  • La fiebre y otros síntomas generalmente disminuyen a medida que la erupción comienza a sanar.

Complicaciones:

  • En la mayoría de los casos, la varicela es una enfermedad leve y autolimitada. Sin embargo, pueden surgir complicaciones, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados o en adultos.
  • Las complicaciones pueden incluir infecciones bacterianas de las lesiones cutáneas, neumonía varicelosa, encefalitis y síndrome de Reye (especialmente en niños que toman aspirina durante la infección).

Tratamiento de la varicela

El tratamiento de la varicela generalmente se centra en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones.

1. Alivio de los Síntomas:

  • Control de la Fiebre: Se pueden usar medicamentos como el paracetamol (acetaminofén) o el ibuprofeno para reducir la fiebre y aliviar el malestar asociado.
  • Alivio de la Picazón: Lociones de calamina o antihistamínicos pueden ayudar a aliviar la picazón intensa asociada con la erupción cutánea.
  • Descanso y Hidratación: Descansar lo suficiente y mantenerse bien hidratado puede ayudar a que el cuerpo se recupere más rápido.

2. Cuidado de las Lesiones Cutáneas:

  • Mantener las uñas cortas y limpias para prevenir infecciones bacterianas secundarias debido al rascado.
  • Evitar frotar o rascar las ampollas para prevenir la propagación de la infección y reducir el riesgo de cicatrices.
  • Usar ropa suelta y transpirable para evitar la irritación de la piel afectada.

3. Medicamentos Antivirales:

  • En algunos casos, especialmente en personas con mayor riesgo de complicaciones, como adultos, personas inmunocomprometidas o mujeres embarazadas, se pueden recetar medicamentos antivirales como el aciclovir.
  • Los medicamentos antivirales pueden ayudar a reducir la duración de la enfermedad y la gravedad de los síntomas si se administran dentro de las primeras 24-48 horas del inicio de la erupción.

4. Prevención de Complicaciones:

  • La prevención de complicaciones es fundamental en el tratamiento de la varicela. Esto puede incluir el tratamiento oportuno de infecciones secundarias de la piel, la monitorización de la fiebre y los síntomas respiratorios, y la búsqueda de atención médica si surgen complicaciones potenciales.

5. Aislamiento y Prevención de la Propagación:

  • Las personas con varicela deben permanecer en casa y evitar el contacto cercano con personas no infectadas, especialmente aquellos con sistemas inmunológicos debilitados.
  • Es importante seguir las recomendaciones de los profesionales de la salud y las autoridades sanitarias para prevenir la propagación de la enfermedad, incluyendo la práctica de una buena higiene de manos y el uso de mascarillas si es necesario.

Es importante recordar que la mayoría de los casos de varicela son leves y autolimitados, y el tratamiento se centra principalmente en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones.

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