Sarampión: causas, síntomas y tratamiento

El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que puede causar complicaciones graves e incluso la muerte, especialmente en niños pequeños y personas con sistemas inmunológicos debilitados.

Causas de Sarampión

Las causas del sarampión incluyen:

  1. Virus del sarampión (Morbillivirus): El sarampión es causado por la infección con el virus del sarampión, un virus de ARN de la familia Paramyxoviridae. Este virus es altamente contagioso y se transmite fácilmente de persona a persona a través de gotitas respiratorias en el aire cuando una persona infectada tose o estornuda.
  2. Transmisión de persona a persona: El virus del sarampión se propaga principalmente a través del contacto directo con las secreciones respiratorias de una persona infectada. Las gotitas respiratorias pueden permanecer suspendidas en el aire y ser inhaladas por personas cercanas, o pueden depositarse en superficies donde pueden permanecer activas y contagiosas durante varias horas.
  3. Falta de inmunidad: Las personas que no han sido vacunadas contra el sarampión y que no han tenido la enfermedad en el pasado tienen un alto riesgo de contraer la infección. La inmunidad adquirida por la vacunación o por haber tenido sarampión en el pasado es crucial para prevenir la enfermedad.
  4. Viajes internacionales: La propagación del sarampión también puede ocurrir a través de viajes internacionales, donde personas no inmunizadas pueden ser expuestas al virus en países donde la cobertura de vacunación es baja y pueden llevar la enfermedad de regreso a sus comunidades de origen.
  5. Bajas tasas de vacunación: La falta de acceso a la vacuna contra el sarampión o la renuencia a vacunar a los niños son factores que contribuyen a la propagación del virus y al aumento de los brotes de sarampión en algunas comunidades.

Signos y síntomas

Los síntomas del sarampión suelen aparecer en etapas, y pueden variar en intensidad de una persona a otra. Los principales síntomas del sarampión incluyen:

  1. Fiebre: El inicio de la enfermedad generalmente comienza con fiebre alta, que puede alcanzar los 40°C (104°F) o más.
  2. Erupción Cutánea: Después de unos días de fiebre, aparece una erupción cutánea distintiva. Esta erupción suele comenzar en la cara y detrás de las orejas, luego se extiende hacia el tronco y las extremidades. Las lesiones de la erupción son de color rojo y pueden fusionarse entre sí.
  3. Tos: La tos seca es otro síntoma común del sarampión y puede empeorar a medida que progresa la enfermedad.
  4. Congestión Nasal: La nariz puede estar congestionada y el paciente puede experimentar secreción nasal acuosa.
  5. Conjuntivitis: Los ojos pueden enrojecerse, inflamarse y volverse sensibles a la luz, lo que se conoce como conjuntivitis.
  6. Manchas de Koplik: Antes de que aparezca la erupción cutánea, algunas personas pueden desarrollar pequeñas manchas blancas con un centro azul grisáceo en la mucosa de la boca. Estas manchas de Koplik son un signo temprano característico del sarampión.
  7. Malestar general: Los pacientes con sarampión pueden experimentar malestar general, fatiga, pérdida de apetito y dolores musculares.

Los síntomas del sarampión suelen aparecer aproximadamente de 7 a 14 días después de la exposición al virus. La enfermedad puede ser especialmente grave en bebés, niños pequeños, adultos mayores y personas con sistemas inmunológicos debilitados. En algunos casos, el sarampión puede provocar complicaciones graves, como neumonía, encefalitis (inflamación del cerebro) y, en casos extremos, la muerte.

Diagnóstico

El diagnóstico del sarampión generalmente se realiza mediante una combinación de la historia clínica del paciente, los síntomas característicos y pruebas de laboratorio.

  1. Historia Clínica:
    • El médico comenzará realizando preguntas sobre los síntomas del paciente, incluida la presencia de fiebre, erupción cutánea, tos, congestión nasal, conjuntivitis y otros síntomas asociados con el sarampión.
    • También se puede preguntar sobre el historial de vacunación del paciente y si ha estado expuesto a personas con sarampión recientemente.
  2. Examen Físico:
    • El médico realizará un examen físico completo, prestando atención a la erupción cutánea, la presencia de manchas de Koplik en la boca, los síntomas respiratorios y cualquier otra manifestación clínica asociada con el sarampión.
  3. Pruebas de Laboratorio:
    • Las pruebas de laboratorio pueden ser útiles para confirmar el diagnóstico de sarampión. Estas pruebas pueden incluir:
      • Prueba serológica: Se puede realizar un análisis de sangre para detectar la presencia de anticuerpos específicos contra el virus del sarampión. La presencia de ciertos tipos de anticuerpos puede indicar una infección actual o pasada con el virus.
      • PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa): Esta prueba puede utilizarse para detectar la presencia del ARN viral del sarampión en muestras de sangre, orina o secreciones nasales y faríngeas. Es especialmente útil en las primeras etapas de la enfermedad antes de que aparezca la erupción cutánea.
  4. Diagnóstico Diferencial:
    • El médico también puede considerar otras enfermedades que presenten síntomas similares al sarampión, como rubéola, varicela, mononucleosis infecciosa y otras infecciones virales.

Tratamiento del Sarampión

El tratamiento del sarampión generalmente se centra en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. Como el sarampión es una enfermedad viral, no hay un tratamiento específico para combatir el virus en sí. Sin embargo, se pueden tomar medidas para manejar los síntomas y apoyar la recuperación del paciente.

  1. Descanso y cuidado en el hogar:
    • Se recomienda que el paciente descanse en casa y evite el contacto cercano con otras personas para prevenir la propagación del virus.
    • Proporcionar un ambiente cómodo y tranquilo puede ayudar a aliviar el malestar general y promover la recuperación.
  2. Alivio de los síntomas:
    • Se pueden utilizar medicamentos de venta libre, como acetaminofén (paracetamol) o ibuprofeno, para reducir la fiebre y aliviar el malestar y los dolores musculares.
    • La hidratación adecuada es importante para prevenir la deshidratación, especialmente si hay fiebre.
    • Los humidificadores de vapor frío o las duchas calientes pueden ayudar a aliviar la congestión nasal y la tos.
  3. Tratamiento de la conjuntivitis:
    • Si se presenta conjuntivitis, se pueden usar compresas tibias para aliviar la incomodidad. Se debe evitar frotarse los ojos para prevenir la propagación de la infección.
  4. Prevención de complicaciones:
    • Los pacientes con sarampión deben ser monitoreados de cerca en caso de complicaciones, como neumonía, otitis media o encefalitis.
    • En casos graves o complicados, puede ser necesaria la hospitalización para brindar atención médica más intensiva y tratamiento de apoyo.
  5. Vacunación:
    • La vacunación es la forma más efectiva de prevenir el sarampión y sus complicaciones.
    • Se recomienda que las personas no vacunadas reciban la vacuna contra el sarampión después de recuperarse de la enfermedad para prevenir futuras infecciones.
  6. Aislamiento y control de infecciones:
    • Es importante seguir las pautas de control de infecciones para prevenir la propagación del virus a otras personas. Esto puede incluir el aislamiento del paciente y la práctica de una buena higiene, como lavarse las manos con frecuencia y cubrirse la boca al toser o estornudar.

Prevención:

  • La vacunación es la forma más efectiva de prevenir el sarampión.
  • La vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) es segura y altamente efectiva.
  • Se recomienda que los niños reciban dos dosis de la vacuna MMR, la primera a los 12-15 meses de edad y la segunda a los 4-6 años de edad.
  • La vacunación también ayuda a prevenir la propagación del virus al mantener altas tasas de inmunización en la población.

Epidemiología:

  • Antes de la introducción de la vacuna contra el sarampión, el virus era común en todo el mundo, causando grandes epidemias.
  • Gracias a la vacunación generalizada, se ha logrado un gran éxito en la reducción de la incidencia del sarampión en muchas partes del mundo.
  • Sin embargo, todavía ocurren brotes en áreas donde la cobertura de vacunación es baja.

Complicaciones:

  • Aunque la mayoría de las personas se recuperan del sarampión sin complicaciones, puede causar complicaciones graves, especialmente en niños pequeños y personas con sistemas inmunológicos debilitados.
  • Las complicaciones pueden incluir neumonía, otitis media, encefalitis (inflamación del cerebro), ceguera y muerte.
  • La encefalitis es una complicación particularmente grave que puede causar daño cerebral permanente o la muerte.

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