Escarlatina: causas, síntomas y tratamiento

La escarlatina es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Streptococcus pyogenes, también conocida como estreptococo del grupo A. Esta bacteria es la misma que causa la faringitis estreptocócica (faringitis estreptocócica). La escarlatina suele ocurrir como una complicación de la faringitis estreptocócica no tratada o mal tratada, aunque también puede aparecer en personas que tienen infecciones estreptocócicas en otras partes del cuerpo, como la piel.

Causas de escarlatina

La causa principal de la escarlatina es la infección bacteriana por Streptococcus pyogenes, también conocido como estreptococo del grupo A. Esta bacteria produce toxinas llamadas exotoxinas pirogénicas, que son responsables de los síntomas característicos de la enfermedad.

La escarlatina suele desarrollarse como una complicación de la faringitis estreptocócica, una infección de la garganta causada por el mismo tipo de bacteria. Sin embargo, también puede ocurrir como resultado de infecciones estreptocócicas en otras partes del cuerpo, como la piel (como en el caso de la impétigo) o las heridas.

La bacteria Streptococcus pyogenes es altamente contagiosa y se transmite principalmente a través del contacto directo con secreciones respiratorias de personas infectadas, como estornudos o tos, o al tocar superficies contaminadas seguido de tocarse la boca, la nariz o los ojos.

Es importante tratar adecuadamente las infecciones estreptocócicas para prevenir la escarlatina y otras complicaciones. El tratamiento suele implicar el uso de antibióticos, como penicilina o amoxicilina, para erradicar la bacteria y prevenir la propagación de la infección. Si no se trata adecuadamente, la faringitis estreptocócica puede llevar al desarrollo de escarlatina u otras complicaciones graves, como fiebre reumática o glomerulonefritis postestreptocócica.

Signos y síntomas

Los síntomas de la escarlatina pueden variar en su presentación y gravedad, pero generalmente incluyen los siguientes:

  • Fiebre: La fiebre es uno de los síntomas más comunes de la escarlatina. Puede ser alta y aparecer repentinamente.
  • Dolor de garganta: La garganta puede estar irritada y dolorida, similar a lo que se experimenta en la faringitis estreptocócica.
  • Erupción cutánea: Uno de los signos más distintivos de la escarlatina es una erupción cutánea que se asemeja a una quemadura solar severa. La erupción generalmente comienza en el cuello y la cara, y se extiende al tronco y las extremidades. Tiende a ser roja y áspera, y puede sentirse como papel de lija al tacto. La piel en los pliegues, como las axilas o la ingle, puede volverse más roja. A menudo, la erupción es más prominente en los pliegues de la piel. Esta erupción puede durar entre 2 y 5 días y luego desaparecer, y en ocasiones puede dejar una descamación fina.
  • Lengua de fresa: La lengua puede presentar una apariencia característica conocida como “lengua de fresa”. La superficie de la lengua puede estar cubierta con una capa blanca inicialmente, que luego se despega para revelar una lengua roja e inflamada con papilas gustativas prominentes.
  • Enrojecimiento de la piel: Además de la erupción, la piel en otras partes del cuerpo también puede enrojecerse, especialmente en áreas como las mejillas y las axilas.
  • Malestar general: Otros síntomas comunes pueden incluir malestar general, fatiga, dolores musculares y malestar estomacal.
  • Ganglios linfáticos inflamados: Los ganglios linfáticos en el cuello pueden estar inflamados y sensibles al tacto.

Diagnóstico

El diagnóstico de la escarlatina generalmente se basa en una combinación de historia clínica, examen físico y, a veces, pruebas de laboratorio.

  • Historia clínica y examen físico: El médico recopilará información detallada sobre los síntomas del paciente, incluidos antecedentes de fiebre, dolor de garganta, malestar general y erupción cutánea. Durante el examen físico, el médico buscará signos característicos de la escarlatina, como la erupción cutánea, la lengua de fresa y los ganglios linfáticos inflamados.
  • Pruebas rápidas de detección de estreptococos: Se puede realizar una prueba rápida de detección de estreptococos en la garganta para confirmar la presencia de Streptococcus pyogenes. Esta prueba implica tomar un hisopo de la parte posterior de la garganta del paciente y analizarlo para detectar la presencia de la bacteria. Es importante tener en cuenta que una prueba negativa no descarta por completo la posibilidad de escarlatina, ya que la bacteria puede no estar presente en todas las muestras.
  • Cultivo de garganta: En algunos casos, especialmente si la prueba rápida es negativa pero sigue existiendo una fuerte sospecha clínica de escarlatina, se puede realizar un cultivo de garganta para cultivar la bacteria y confirmar el diagnóstico.
  • Pruebas de laboratorio: Aunque no siempre son necesarias para el diagnóstico, los análisis de sangre pueden mostrar evidencia de infección, como un aumento en los niveles de glóbulos blancos. Estas pruebas pueden ayudar a respaldar el diagnóstico clínico y descartar otras causas de los síntomas.

Tratamiento de la escarlatina

El tratamiento de la escarlatina generalmente implica el uso de antibióticos para eliminar la bacteria Streptococcus pyogenes que causa la enfermedad y aliviar los síntomas asociados. Además, se pueden tomar medidas para ayudar a controlar la fiebre y aliviar el malestar.

  • Antibióticos:
    • Penicilina: Es el antibiótico de elección para el tratamiento de la escarlatina y se administra generalmente en forma oral durante 10 días. En personas alérgicas a la penicilina, se pueden usar otros antibióticos como la amoxicilina, la cefadroxilo o los macrólidos (como la eritromicina o la azitromicina).
    • Es importante completar todo el curso de antibióticos prescrito, incluso si los síntomas mejoran antes de terminar el tratamiento, para asegurar la eliminación completa de la bacteria y prevenir la recurrencia de la infección.
  • Medicamentos para aliviar los síntomas:
    • Analgésicos y antipiréticos como el paracetamol (acetaminofén) o el ibuprofeno pueden ayudar a reducir la fiebre y aliviar el malestar.
    • Los enjuagues bucales con soluciones tibias de agua salada pueden ayudar a aliviar el dolor de garganta.
    • Se debe animar al paciente a descansar y mantenerse bien hidratado.
  • Medidas para prevenir la propagación de la infección:
    • La escarlatina es altamente contagiosa, por lo que es importante que el paciente se quede en casa hasta al menos 24 horas después de haber comenzado el tratamiento con antibióticos para prevenir la propagación de la enfermedad a otras personas.
    • Se deben practicar medidas de higiene adecuadas, como lavarse las manos regularmente, cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, y evitar compartir utensilios, toallas u otros objetos personales.
  • Seguimiento médico:
    • Es importante que el paciente haga un seguimiento con su médico para evaluar la respuesta al tratamiento y asegurarse de que la infección se haya eliminado por completo.
    • Si hay signos de complicaciones o si los síntomas empeoran, se debe buscar atención médica de inmediato.

En general, el pronóstico para la escarlatina es excelente con un tratamiento adecuado. La mayoría de las personas se recuperan por completo sin complicaciones graves.

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