El VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) se transmite principalmente a través de cuatro fluidos corporales: sangre, semen, fluidos vaginales y leche materna. Las principales vías de transmisión del VIH son las siguientes:
- Relaciones Sexuales no Protegidas:
- La transmisión del VIH es más común durante las relaciones sexuales sin protección, especialmente si hay prácticas de riesgo, como sexo anal o vaginal sin el uso de condones.
- El riesgo de transmisión es mayor si una de las personas involucradas tiene una carga viral elevada (cantidad de virus en la sangre).
- Compartir Agujas:
- El VIH puede transmitirse al compartir agujas y jeringas contaminadas al inyectar drogas. Esto es común entre usuarios de drogas inyectables.
- Transmisión de Madre a Hijo:
- Una mujer embarazada con VIH puede transmitir el virus a su hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia materna. Sin embargo, el tratamiento antirretroviral durante el embarazo y otras medidas pueden reducir significativamente este riesgo.
- Transfusiones de Sangre y Productos Sanguíneos Contaminados:
- Antes de que se implementaran medidas de detección y seguridad, la transfusión de sangre o el uso de productos sanguíneos contaminados podían transmitir el VIH. En la actualidad, la sangre y los productos sanguíneos se someten a pruebas exhaustivas para prevenir esta vía de transmisión.
- Instrumentos Médicos Contaminados:
- En situaciones muy raras, la transmisión puede ocurrir mediante la reutilización o el uso inadecuado de instrumentos médicos no esterilizados, como agujas o equipos para procedimientos médicos invasivos.
Es fundamental destacar que el VIH no se transmite por contacto casual, como abrazos, besos, apretones de manos, compartir utensilios, o por el aire o el agua. La prevención del VIH se centra en prácticas seguras, el uso de condones, la realización de pruebas para conocer el estado serológico y, en el caso de personas con VIH, la adherencia a tratamientos antirretrovirales.
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