NIC 4354 Manejo de la conducta: autolesión

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Definición NIC 4354 Manejo de la conducta: autolesión: Ayudar al paciente para que disminuya o elimine la conducta de autolesión o abuso de sí mismo.

La intervención de enfermería NIC 4354, “Manejo de la conducta: autolesión”, se enfoca en ayudar a los individuos que se involucran en comportamientos autolesivos, como cortarse, quemarse o golpearse. Estas conductas pueden ser un síntoma de diversos trastornos mentales, como el trastorno límite de la personalidad, la depresión grave o los trastornos de ansiedad.

Algunas actividades asociadas con esta intervención pueden incluir:

  1. Evaluación del comportamiento: realizar una evaluación exhaustiva de los comportamientos autolesivos del paciente, incluyendo la frecuencia, la severidad y los factores desencadenantes.
  2. Establecimiento de un entorno seguro: crear un entorno seguro y libre de objetos que puedan ser utilizados para autolesionarse, así como implementar medidas de supervisión adecuadas para reducir el riesgo de lesiones.
  3. Identificación de factores desencadenantes: ayudar al paciente a identificar y comprender los factores desencadenantes que contribuyen a sus comportamientos autolesivos, como el estrés, la ansiedad o los problemas de relación.
  4. Desarrollo de estrategias de afrontamiento: colaborar con el paciente para desarrollar estrategias saludables de afrontamiento y alternativas positivas para manejar la angustia emocional y la tensión.
  5. Terapia cognitivo-conductual: proporcionar terapia cognitivo-conductual (TCC) para ayudar al paciente a identificar y cambiar los pensamientos distorsionados o negativos que pueden estar contribuyendo a los comportamientos autolesivos.
  6. Remisión a servicios especializados: derivar al paciente a servicios especializados, como psicoterapia individual o grupal, terapia ocupacional o tratamiento psiquiátrico, según sea necesario para abordar los problemas subyacentes.

El manejo de la conducta: autolesión requiere un enfoque compasivo y multidisciplinario que aborde tanto los aspectos físicos como psicológicos de la autolesión. Los enfermeros desempeñan un papel fundamental en la identificación temprana, la evaluación adecuada y la implementación de intervenciones efectivas para ayudar a los pacientes a superar este comportamiento autodestructivo y promover su bienestar emocional y físico.

Actividades

Actividades:
• Determinar el motivo/razón de la(s) conducta(s).
• Desarrollar expectativas y consecuencias adecuadas de la conducta, dado el nivel de función cognitiva y capacidad de autocontrol del paciente.
• Comunicar las expectativas y consecuencias de la conducta al paciente.
• Retirar los objetos peligrosos del entono del paciente.
• Utilizar, según corresponda, mitones, espinilleras, cascos o sujeciones que limiten la movilidad y la capacidad de iniciar autolesiones.
• Disponer vigilancia continua del paciente y de su entorno.
• Comunicar el riesgo a los demás cuidadores.
• Instruir al paciente en estrategias de afrontamiento (entrenamiento asertivo, entrenamiento de control de impulsos y relajación muscular progresiva), según corresponda.
• Anticiparse a las situaciones desencadenantes que puedan provocar la autolesión e intervenir para evitarlas.
• Ayudar al paciente a identificar las situaciones y/o sentimientos que puedan provocar la autolesión.
• Establecer un trato con el paciente, si resulta oportuno, «para que no se autolesione».
• Animar al paciente a que hable con los cuidadores cuando surja el impulso de autolesionarse.
• Enseñar y reforzar al paciente conductas de afrontamiento eficaces, así como una forma adecuada de expresar los sentimientos.
• Administrar medicamentos, según corresponda, para disminuir la ansiedad, estabilizar el estado de ánimo y disminuir la autoestimulación.
• Al tratar con conductas de peligro de autolesión, el enfoque debe ser sereno y no punitivo.
• Evitar dar un refuerzo positivo a la conducta de autolesión.
• Presentar las consecuencias predeterminadas si el paciente se involucra en conductas de autolesión.
• Colocar al paciente en un entorno más protector (restricción de zona y aislamiento) si aumentan los impulsos/conductas de autolesión.
• Ayudar al paciente, según sea el nivel de función cognitiva, a identificar y asumir la responsabilidad de las consecuencias de su conducta (que se vende él mismo las heridas autoinfligidas).

•Ayudar al paciente a identificar las situaciones y sentimientos desencadenantes que provoquen la conducta de autolesión.
•Ayudar al paciente a identificar las estrategias de afrontamiento más apropiadas que pudieran utilizarse y sus consecuencias.
•Observar si se producen efectos secundarios derivados de la utilización de fármacos en el paciente y los resultados esperados.
•Instruir sobre la medicación al paciente/allegados.
•Proporcionar a la familia/allegados directrices sobre el control de la conducta de autolesión fuera del entorno asistencial.
•Proporcionar al paciente/allegados información sobre la enfermedad si la conducta de autolesión tiene una base patológica (trastorno de personalidad límite o autismo).
•Observar si se producen impulsos de autolesión en el paciente que puedan progresar hacia pensamientos/tentativas de suicidio.

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