Definición NIC 4350 Manejo de la conducta: Ayudar al paciente a controlar una conducta negativa.
La NIC 4350, “Manejo de la conducta”, se refiere a las acciones realizadas por los profesionales de la salud para ayudar a los individuos a controlar y modificar su comportamiento, promoviendo conductas adaptativas y saludables. Esta intervención es aplicable a una amplia gama de situaciones clínicas en las que se requiere apoyo para abordar problemas de comportamiento, emocionales o cognitivos.
Algunas actividades incluidas en el manejo de la conducta podrían ser:
- Evaluación integral de las necesidades y factores desencadenantes del comportamiento problemático.
- Desarrollo de un plan de cuidados individualizado que incluya objetivos específicos para modificar el comportamiento no deseado.
- Aplicación de técnicas de modificación del comportamiento, como refuerzo positivo, modelado de conductas adecuadas, entrenamiento en habilidades sociales, entre otros.
- Implementación de estrategias para manejar situaciones de crisis y conductas disruptivas de manera segura.
- Colaboración con otros profesionales de la salud, como psicólogos, trabajadores sociales y terapeutas ocupacionales, para ofrecer un enfoque multidisciplinario en el manejo de la conducta.
- Educación al paciente y a la familia sobre estrategias efectivas para manejar y prevenir problemas de comportamiento en el hogar y en la comunidad.
Es importante que el manejo de la conducta se adapte a las necesidades individuales de cada paciente y se realice de manera ética y respetuosa, manteniendo la dignidad y autonomía del individuo en todo momento. Además, la evaluación continua de la efectividad de las intervenciones es esencial para ajustar el plan de cuidados según sea necesario y lograr resultados óptimos en el manejo del comportamiento.
Actividades
• Hacer que el paciente se sienta responsable de su conducta.
• Comunicar las expectativas de que el paciente mantendrá el control.
• Consultar a la familia para establecer el nivel cognitivo basal del paciente.
• Establecer límites con el paciente.
• Abstenerse de discutir o regatear los límites establecidos con el paciente.
• Establecer hábitos.
• Establecer una coherencia entre los turnos en cuanto al ambiente
y la rutina de cuidados.
• Repetir de forma coherente las rutinas sanitarias como medio para establecerlas.
• Evitar las interrupciones.
• Aumentar la actividad física, según corresponda.
• Limitar el número de cuidadores.
• Hablar en voz baja y con un tono suave.
• Evitar preocupar al paciente.
• Redirigir la atención, alejándola de las fuentes de agitación.
• Evitar proyectar una imagen amenazadora.
Evitar discusiones con el paciente.
• Ignorar las conductas inadecuadas.
• Desalentar la conducta pasiva-agresiva.
• Alabar los esfuerzos de autocontrol.
• Medicar, si es necesario.
• Aplicar sujeciones en muñecas/piernas/tórax, si es necesario.
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