Divertículos esofágicos: causas, síntomas y tratamiento

Los divertículos esofágicos son pequeñas bolsas o sacos que se forman en la pared del esófago. Estos sacos pueden contener alimentos o líquidos, y aunque la presencia de divertículos esofágicos no siempre causa síntomas, en algunos casos pueden generar molestias o complicaciones. Hay dos tipos principales de divertículos esofágicos: los divertículos de tracción y los divertículos de pulsión.

Causas de divertículos esofágicos

Divertículos de Tracción:

Causa: Generalmente son causados por la tracción ejercida por tejidos circundantes, como los ganglios linfáticos agrandados.

Ubicación: Suelen encontrarse en la parte superior del esófago.

Divertículos de Pulsión:

Causa: Son causados por una presión aumentada en el interior del esófago, generalmente debido a problemas en el proceso de deglución.

Ubicación: Suelen encontrarse en la parte inferior del esófago.

Además de estas causas específicas para cada tipo, existen factores de riesgo generales que pueden contribuir al desarrollo de divertículos esofágicos:

  • Edad: Los divertículos esofágicos son más comunes en personas mayores.
  • Género: Algunos estudios sugieren que los hombres pueden tener un mayor riesgo que las mujeres.
  • Tabaquismo: El tabaquismo se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar divertículos esofágicos.
  • Alcohol: El consumo excesivo de alcohol también ha sido vinculado con un mayor riesgo.
  • Enfermedades Gastrointestinales: Condiciones como la ERGE, la esofagitis o la acalasia pueden aumentar el riesgo.
  • Hernia Hiatal: La presencia de una hernia hiatal puede contribuir a la formación de divertículos.

Es importante señalar que aunque estos factores pueden aumentar el riesgo, no garantizan el desarrollo de divertículos esofágicos. La relación entre estos factores y la formación de divertículos es aún objeto de investigación, y se necesita más estudio para comprender completamente las causas subyacentes de esta condición.

Signos y síntomas

Los divertículos esofágicos pueden no causar síntomas en muchos casos, y a menudo se descubren incidentalmente durante estudios médicos realizados por otras razones. Sin embargo, cuando los síntomas están presentes, pueden variar en gravedad y manifestación. Algunos de los síntomas comunes de los divertículos esofágicos incluyen:

Dificultad para Tragar (Disfagia):

La disfagia es uno de los síntomas más frecuentes. Puede sentirse como si los alimentos o líquidos se quedaran atascados en el esófago al tragar.

Sensación de Obstrucción al Tragar:

La sensación de tener un bloqueo o una obstrucción al tragar es otro síntoma que algunas personas pueden experimentar.

Dolor en el Pecho o Detrás del Esternón:

Algunas personas pueden experimentar dolor o molestias en el pecho o detrás del esternón, que a menudo se intensifican durante o después de comer.

Regurgitación de Alimentos No Digeridos:

Puede ocurrir regurgitación de alimentos no digeridos, lo que significa que los alimentos pueden volver al esófago desde el estómago.

Tos o Aspiración Pulmonar:

La presencia de divertículos esofágicos puede aumentar el riesgo de aspiración pulmonar, lo que puede llevar a la tos persistente.

Pérdida de Peso Involuntaria:

En casos más graves o complicados, la pérdida de peso involuntaria puede ocurrir debido a la dificultad para comer y tragar.

Diagnóstico

El diagnóstico de divertículos esofágicos generalmente se realiza mediante pruebas de imágenes y evaluación clínica. Algunos de los métodos comunes utilizados para diagnosticar divertículos esofágicos incluyen:

  1. Endoscopia:
    • La endoscopia es un procedimiento en el cual se inserta un tubo flexible con una cámara en el extremo (endoscopio) a través de la boca hasta el esófago. Esto permite al médico visualizar directamente la pared interna del esófago y detectar la presencia de divertículos.
  2. Estudios de Contraste:
    • Los estudios de contraste, como la esofagografía con bario, pueden ayudar a visualizar anomalías en el esófago. Durante este procedimiento, se ingiere una sustancia de contraste a base de bario y se toman radiografías para observar la forma y la función del esófago.
  3. Manometría Esofágica:
    • La manometría esofágica mide las contracciones musculares en el esófago y puede ayudar a evaluar la función motora del esófago. Puede ser útil para diagnosticar trastornos de la motilidad esofágica asociados con divertículos.
  4. Tomografía Computarizada (TC) o Resonancia Magnética (RM):
    • Estas pruebas de imágenes pueden proporcionar imágenes detalladas del esófago y estructuras circundantes, y pueden ser utilizadas en casos específicos para evaluar la presencia de divertículos.

Tratamiento de los divertículos esofágicos

El tratamiento de los divertículos esofágicos depende de la gravedad de los síntomas, la presencia de complicaciones y la afectación funcional del esófago.

  1. Cambios en la Dieta:
    • Modificar la dieta puede ayudar a aliviar los síntomas y reducir la probabilidad de que los alimentos se queden atrapados en los divertículos. Esto puede incluir comer alimentos más blandos y triturados, y evitar alimentos que puedan causar irritación.
  2. Medicamentos:
    • Se pueden recetar medicamentos para controlar síntomas específicos como la acidez estomacal o el reflujo gastroesofágico. Los medicamentos que pueden ayudar incluyen inhibidores de la bomba de protones (IBP) o bloqueadores de los receptores H2.
  3. Dilatación Endoscópica:
    • En algunos casos, se puede realizar una dilatación endoscópica para ensanchar el área estrecha del esófago y facilitar el paso de alimentos. Este procedimiento puede realizarse durante una endoscopia.
  4. Cirugía:
    • La cirugía puede ser considerada en casos más graves o cuando hay complicaciones, como la formación de un saco diverticular grande que causa obstrucción o problemas motrices significativos. La cirugía puede implicar la extirpación del divertículo o la reparación del esófago.
  5. Manejo de Condiciones Subyacentes:
    • Tratar condiciones subyacentes, como la enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE) o la acalasia, puede ser parte integral del manejo para reducir la aparición de divertículos esofágicos.

El tratamiento específico se determinará en función de la evaluación clínica, los resultados de las pruebas de diagnóstico y la gravedad de los síntomas.

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