Síndrome de la silla turca vacía: causas, síntomas y tratamiento

El síndrome de la silla turca vacía (SSV) es una condición poco común pero potencialmente grave que afecta a la glándula pituitaria, una pequeña glándula en la base del cerebro. Esta condición recibe su nombre debido a que en una resonancia magnética del cerebro, la silla turca (una estructura ósea que aloja la glándula pituitaria) parece estar vacía o parcialmente vacía.

El SSV ocurre cuando el tejido adiposo o líquido cefalorraquídeo se acumula en la silla turca, comprimiendo o desplazando la glándula pituitaria. Esto puede interferir con la función normal de la pituitaria, que es una glándula crucial para regular varias funciones del cuerpo, como el crecimiento, el metabolismo, la reproducción y la respuesta al estrés.

Causas del Síndrome de la silla turca vacía

El síndrome de la silla turca vacía (SSV) puede tener varias causas, aunque en muchos casos la causa exacta puede no ser clara. Algunas de las posibles causas y factores de riesgo asociados con el SSV incluyen:

  • Pérdida de líquido cefalorraquídeo: El SSV puede ocurrir como resultado de la pérdida de líquido cefalorraquídeo, el líquido que rodea el cerebro y la médula espinal. Esta pérdida puede deberse a una variedad de condiciones, como traumas craneales, cirugía cerebral previa, malformaciones congénitas o condiciones que aumentan la presión intracraneal.
  • Obesidad: La obesidad o el aumento de peso pueden aumentar el riesgo de desarrollar SSV. Esto puede deberse a que el exceso de tejido adiposo alrededor de la silla turca puede ejercer presión sobre la glándula pituitaria y causar su descenso o aplastamiento.
  • Lesiones o tumores: Lesiones traumáticas en la cabeza o tumores cerca de la región de la silla turca pueden causar daño a la glándula pituitaria o interferir con su función normal. Los tumores que crecen cerca de la silla turca también pueden comprimir la glándula pituitaria o desplazarla, lo que lleva al SSV.
  • Radioterapia: La radioterapia dirigida a la región del cerebro o la hipófisis como parte del tratamiento del cáncer puede dañar la glándula pituitaria y aumentar el riesgo de SSV.
  • Anomalías congénitas: Algunas personas pueden nacer con anomalías estructurales en la base del cráneo que predisponen al desarrollo de SSV.

Signos y síntomas

El síndrome de la silla turca vacía (SSV) puede variar en sus manifestaciones clínicas y, en muchos casos, puede ser asintomático. Sin embargo, cuando se presentan síntomas, estos pueden ser el resultado de la compresión de estructuras cercanas o de alteraciones hormonales debido al compromiso de la glándula pituitaria. Algunos de los síntomas que pueden estar asociados con el SSV incluyen:

  • Dolor de cabeza: Puede ser persistente o recurrente y generalmente se localiza en la parte posterior de la cabeza.
  • Problemas visuales: Esto puede incluir cambios en la visión periférica, visión borrosa, doble visión (diplopía) o pérdida parcial de la visión.
  • Trastornos hormonales: La compresión o el desplazamiento de la glándula pituitaria pueden afectar la producción y liberación de hormonas, lo que puede provocar una variedad de trastornos hormonales. Esto puede manifestarse como fatiga, debilidad, pérdida de peso o aumento de peso inexplicable, irregularidades menstruales, disfunción eréctil o disminución del deseo sexual.
  • Alteraciones neurológicas: Esto puede incluir mareos, desequilibrio, problemas de coordinación, debilidad en las extremidades o entumecimiento.
  • Problemas endocrinos: Además de los trastornos hormonales, el SSV puede afectar otras funciones endocrinas, como la regulación de la temperatura corporal, el metabolismo y la respuesta al estrés.

Diagnóstico

El diagnóstico del síndrome de la silla turca vacía (SSV) generalmente se realiza a través de una combinación de evaluación clínica y pruebas de imagen.

  • Evaluación clínica: El médico comenzará por realizar una evaluación clínica completa, que incluirá revisar los antecedentes médicos del paciente y sus síntomas actuales. Se prestará especial atención a los síntomas relacionados con la presión intracraneal, trastornos hormonales o problemas visuales.
  • Examen neurológico: Durante el examen físico, el médico puede realizar un examen neurológico para evaluar la función cerebral y nerviosa del paciente. Esto puede incluir pruebas de reflejos, sensibilidad, fuerza muscular, coordinación y equilibrio.
  • Pruebas hormonales: Dado que el SSV puede afectar la función de la glándula pituitaria y causar trastornos hormonales, se pueden realizar pruebas hormonales para evaluar los niveles de hormonas en sangre, como la hormona del crecimiento, la hormona estimulante de la tiroides, la hormona adrenocorticotropa, la prolactina, la hormona luteinizante y la hormona folículo estimulante.
  • Resonancia magnética (RM) cerebral: La prueba diagnóstica más importante para confirmar el SSV es la resonancia magnética del cerebro. Esta prueba de imagen utiliza imanes y ondas de radio para crear imágenes detalladas del cerebro y las estructuras circundantes. En una resonancia magnética, la silla turca aparecerá vacía o parcialmente vacía debido a la compresión o desplazamiento de la glándula pituitaria.
  • Tomografía computarizada (TC) cerebral: En algunos casos, se puede realizar una tomografía computarizada del cerebro como alternativa o complemento a la resonancia magnética. Sin embargo, la resonancia magnética suele ser la opción preferida debido a su mayor sensibilidad para detectar anomalías en la región sellar.

Tratamiento del síndrome de la silla turca vacía

El tratamiento del síndrome de la silla turca vacía (SSV) depende de varios factores, como la gravedad de los síntomas, la causa subyacente y la presencia de complicaciones. Algunas opciones de tratamiento que pueden ser consideradas:

  • Observación y monitoreo: En algunos casos, especialmente si el SSV es asintomático o si los síntomas son leves, puede ser suficiente simplemente monitorear la condición a lo largo del tiempo para detectar cualquier cambio o progresión. Esto puede implicar visitas regulares al médico y pruebas de seguimiento para evaluar la función pituitaria y el estado neurológico.
  • Manejo de los síntomas: Si el SSV causa síntomas como dolor de cabeza, problemas visuales o trastornos hormonales, se pueden recetar medicamentos para controlar estos síntomas. Por ejemplo, se pueden recetar analgésicos para el dolor de cabeza o medicamentos para controlar la presión intracraneal.
  • Terapia hormonal: En casos en los que el SSV afecta la función de la glándula pituitaria y causa trastornos hormonales, puede ser necesario reemplazar las hormonas deficientes con medicamentos. Esto puede implicar la administración de hormonas sintéticas, como la hormona del crecimiento, la hormona tiroidea, los glucocorticoides o las hormonas sexuales.
  • Cirugía: En casos graves o sintomáticos de SSV, especialmente aquellos asociados con complicaciones como la pérdida visual o la disfunción hormonal significativa, la cirugía puede ser necesaria para aliviar la presión sobre la glándula pituitaria y restaurar su función normal. La cirugía puede implicar la eliminación del tejido adiposo o líquido cefalorraquídeo de la silla turca, así como la reparación de cualquier anomalía estructural subyacente.
  • Radioterapia: En algunos casos, especialmente cuando el SSV está asociado con tumores o lesiones cercanas, la radioterapia puede ser utilizada para reducir el tamaño de los tumores o tratar las lesiones que están causando la compresión de la glándula pituitaria.

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