Prolactinoma: causas, síntomas y tratamiento

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Un prolactinoma es un tipo de tumor benigno (no canceroso) que se desarrolla en la glándula pituitaria, una pequeña glándula ubicada en la base del cerebro. Estos tumores son causados por un crecimiento excesivo de las células que producen prolactina, una hormona que regula la producción de leche materna en las mujeres y desempeña un papel en la función reproductiva en ambos sexos.

Causas de prolactinoma

El prolactinoma es un tipo de tumor benigno que afecta la glándula pituitaria y causa la producción excesiva de la hormona prolactina. Algunas de las posibles causas de prolactinoma pueden incluir:

  • Factores genéticos: Aunque no está claro exactamente cómo se hereda, hay evidencia que sugiere que puede haber una predisposición genética para desarrollar tumores pituitarios, incluidos los prolactinomas.
  • Cambios hormonales: Los desequilibrios hormonales pueden contribuir al desarrollo de prolactinomas. Por ejemplo, el embarazo, el estrés, el hipotiroidismo o el uso de ciertos medicamentos pueden aumentar los niveles de prolactina y potencialmente desencadenar el crecimiento del tumor.
  • Trauma en la cabeza: Lesiones en la cabeza, especialmente aquellas que afectan a la región de la glándula pituitaria, pueden aumentar el riesgo de desarrollar prolactinomas.
  • Uso de medicamentos: Algunos medicamentos, como los antipsicóticos, pueden aumentar los niveles de prolactina y, en algunos casos, contribuir al desarrollo de prolactinomas.
  • Factores ambientales: Aunque menos común, ciertos factores ambientales podrían estar involucrados en el desarrollo de tumores pituitarios, incluidos los prolactinomas. Sin embargo, la evidencia sobre este punto aún no es concluyente.

Signos y síntomas

Los síntomas de un prolactinoma pueden variar dependiendo del tamaño del tumor y de la cantidad de prolactina que produce.

  • Irregularidades menstruales: En las mujeres, un prolactinoma puede causar períodos menstruales irregulares o ausentes (amenorrea), así como secreción de leche del pezón no relacionada con la lactancia (galactorrea).
  • Infertilidad: La producción excesiva de prolactina puede interferir con la ovulación y causar infertilidad en las mujeres.
  • Disfunción eréctil: En los hombres, los niveles elevados de prolactina pueden causar disfunción eréctil y disminución del deseo sexual.
  • Secreción de leche en los hombres: Los hombres también pueden experimentar secreción de leche del pezón (galactorrea).
  • Dolor de cabeza: Los prolactinomas pueden causar dolores de cabeza, especialmente si el tumor crece lo suficiente como para presionar otras estructuras en el cerebro.
  • Problemas de visión: Los prolactinomas grandes pueden comprimir el nervio óptico, lo que puede provocar cambios en la visión, como visión borrosa o pérdida de la visión periférica.
  • Trastornos del campo visual: La presión del tumor sobre el nervio óptico puede llevar a trastornos del campo visual, como visión doble o puntos ciegos.
  • Niveles bajos de otras hormonas: Dependiendo del tamaño del tumor y su impacto en la glándula pituitaria, un prolactinoma puede interferir con la producción de otras hormonas pituitarias, lo que lleva a síntomas adicionales como fatiga, debilidad, pérdida de peso o cambios en la piel y el cabello.

Diagnóstico

El diagnóstico de un prolactinoma generalmente implica una combinación de historia clínica, examen físico y pruebas de laboratorio e imagenología.

Historia clínica y examen físico: El médico comenzará por obtener una historia clínica detallada, incluyendo preguntas sobre los síntomas que estás experimentando, tu historial médico y cualquier medicamento que estés tomando. Luego realizará un examen físico para buscar signos físicos que puedan indicar la presencia de un prolactinoma, como secreción de leche del pezón o cambios en la visión.

Pruebas de laboratorio:

  • Análisis de sangre para medir los niveles de prolactina: Un nivel elevado de prolactina en sangre puede ser un indicador de un prolactinoma, pero es importante tener en cuenta que otros factores, como el estrés o el ejercicio físico intenso, también pueden elevar temporalmente los niveles de prolactina.
  • Pruebas de función tiroidea: Dado que los trastornos de la tiroides pueden influir en los niveles de prolactina, es común realizar pruebas para evaluar la función tiroidea.
  • Pruebas de otras hormonas pituitarias: Dependiendo de los síntomas y los hallazgos del examen físico, el médico puede solicitar pruebas adicionales para evaluar la función de otras hormonas pituitarias.

Pruebas de imagenología:

  • Resonancia magnética (RM) del cerebro: Una resonancia magnética es la prueba de imagenología más comúnmente utilizada para detectar y evaluar prolactinomas. La RM puede mostrar el tamaño y la ubicación del tumor y ayudar a determinar el mejor enfoque de tratamiento.

Tratamiento del prolactinoma

Medicamentos:

  • Agonistas dopaminérgicos: Estos medicamentos, como la bromocriptina o la cabergolina, son el tratamiento principal para la mayoría de los prolactinomas. Funcionan al imitar la acción de la dopamina, una sustancia química en el cerebro que inhibe la producción de prolactina. Estos medicamentos pueden reducir el tamaño del tumor y normalizar los niveles de prolactina, aliviando así los síntomas. La cabergolina es generalmente preferida debido a su mayor eficacia y menor incidencia de efectos secundarios en comparación con la bromocriptina.
  • Terapia de reemplazo hormonal: En algunas situaciones, es posible que necesites terapia de reemplazo hormonal si hay deficiencias en otras hormonas pituitarias debido a la presión del tumor sobre la glándula pituitaria.

Cirugía:

La cirugía puede ser necesaria si el tumor es grande y causa problemas de visión, o si no respondes bien a los medicamentos. Durante la cirugía, el tumor se elimina a través de la nariz o la parte superior de la boca en una cirugía transesfenoidal.

Radioterapia:

La radioterapia se reserva generalmente para casos en los que los medicamentos y la cirugía no son efectivos o no son una opción. La radioterapia puede ayudar a reducir el tamaño del tumor y controlar la producción de prolactina, pero sus efectos pueden ser lentos y pueden tardar años en ser efectivos.

Seguimiento a largo plazo:

Después del tratamiento, es importante realizar un seguimiento regular con tu médico para monitorear los niveles de prolactina y el tamaño del tumor. Es posible que necesites continuar con la medicación a largo plazo para mantener los niveles de prolactina bajo control y prevenir la recurrencia del tumor.

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