Pulso venoso yugular: características

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El pulso venoso yugular (PVY) se refiere a la observación de las ondas de presión en las venas yugulares, que son las venas principales del cuello. El PVY es una herramienta útil para evaluar la presión venosa central (PVC) y puede proporcionar información valiosa sobre la función cardíaca y la circulación sanguínea.

Para evaluar el PVY, se observa la expansión y el colapso de las venas yugulares.

Ondas yugulares

  1. Onda “a” (ascendente):
    • Representa la contracción de la aurícula derecha durante la sístole ventricular. Ocurre justo antes del pulso arterial.
  2. Onda “c” (colapso):
    • Se produce como resultado del cierre de la válvula tricúspide durante la sístole ventricular, lo que provoca una breve elevación y colapso de las venas yugulares.
  3. Descenso X:
    • Representa la caída de la presión en la aurícula derecha durante la sístole ventricular.
  4. Onda “v” (ascendente):
    • Resulta de la expansión venosa durante el llenado pasivo de la aurícula derecha al final de la sístole ventricular.
  5. Onda “y” (descenso):
    • Representa la caída de la presión venosa causada por el cierre de la válvula tricúspide al comienzo de la sístole ventricular.

La medición del PVY y la evaluación de sus características pueden ser útiles para estimar la PVC, que es la presión en la aurícula derecha del corazón. La PVC refleja la precarga del corazón y puede ser indicativa de la función cardíaca y el estado hemodinámico.

El PVY se evalúa visualmente mediante la inspección de las venas yugulares directamente en el cuello del paciente. Esta evaluación es parte del examen físico y suele realizarse con el paciente en una posición semisentada o con una inclinación de 45 grados. Es importante destacar que la interpretación del PVY requiere experiencia clínica, y la evaluación debe considerarse en el contexto del cuadro clínico general del paciente.

La medición de la PVC y la evaluación del PVY pueden ser utilizadas por los profesionales de la salud, especialmente en entornos hospitalarios, para guiar el manejo de pacientes con insuficiencia cardíaca, shock u otras condiciones que afecten la función circulatoria.

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