NIC 0180 Manejo de la energía

Definición NIC 0180 Manejo de la energía: Regulación del uso de la energía para tratar o evitar la fatiga y mejorar las funciones.

Actividades NIC 0180 Manejo de la energía

•Determinar los déficits del estado fisiológico del paciente que producen fatiga según el contexto de la edad y el desarrollo.
• Animar la verbalización de los sentimientos sobre las limitaciones.
• Utilizar instrumentos válidos para medir la fatiga, si está indicado.
• Determinar la percepción de la causa de fatiga por parte del paciente/allegados.
• Corregir los déficits del estado fisiológico (p. ej., anemia inducida por quimioterapia) como elementos prioritarios.
• Seleccionar intervenciones para reducir la fatiga combinando medidas farmacológicas y no farmacológicas, según proceda.
• Determinar qué actividad y en qué medida es necesaria para aumentar la resistencia.
• Controlar la ingesta nutricional para asegurar recursos energéticos adecuados.
• Consultar con el dietista posibles modos de aumentar la ingesta de alimentos con alto contenido energético.
• Negociar las horas de las comidas deseadas, que pueden o no coincidir con los horarios habituales del hospital.
• Observar al paciente por si aparecen indicios de exceso de fatiga física y emocional.
• Vigilar la respuesta cardiorrespiratoria a la actividad (taquicardia, otras arritmias, disnea, diaforesis, palidez, presiones hemodinámicas y frecuencia respiratoria).
• Animar a realizar ejercicios aeróbicos, según la tolerancia.
• Observar/registrar el esquema y número de horas de sueño del paciente.
• Observar la localización y naturaleza de la molestia o dolor durante el movimiento/actividad.
• Disminuir las molestias físicas que puedan interferir con la función cognitiva y el autocontrol/regulación de la actividad.
• Establecer límites a la hiperactividad cuando interfiera con otras personas o con el paciente.
• Ayudar al paciente a comprender los principios de conservación de energía (p. ej., requisitos para la restricción de actividad o reposo en cama).

•Enseñar técnicas de organización de actividades y gestión del tiempo para evitar la fatiga.
•Ayudar al paciente a priorizar las actividades para adaptar los niveles de energía.
•Ayudar al paciente/allegado a establecer metas realistas de actividades.
•Ayudar al paciente a identificar las preferencias de actividades.
•Animar al paciente a elegir actividades que mejoren gradualmente su resistencia.
•Ayudar al paciente a identificar las tareas que pueden ser realizadas por los familiares y amigos en casa para evitar o aliviar la fatiga.
•Considerar la comunicación electrónica (p. ej., correo electrónico o mensajería instantánea) para mantener el contacto con los amigos cuando las visitas no son posibles o aconsejables.
•Ayudar al paciente a limitar el sueño diurno proporcionando actividades que fomenten el estar despierto de forma plena, según corresponda.
•Limitar los estímulos ambientales (luz y ruidos) para facilitar la relajación.
•Limitar la cantidad de visitas y las interrupciones por parte de éstas, según corresponda.
•Favorecer el reposo en cama/limitación de actividades (aumentar el número de períodos de descanso) con períodos de descanso protegidos de elección.
•Facilitar la alternancia de períodos de reposo y actividad.
•Establecer actividades físicas que reduzcan la competencia de aporte de oxígeno a las funciones corporales vitales (evitar la actividad inmediatamente después de las comidas).
•Utilizar ejercicios de rango de movimiento pasivos y/o activos para aliviar la tensión muscular.
•Facilitar actividades de recreo que induzcan calma para favorecer la relajación.
•Ofrecer ayudas para favorecer el sueño (p. ej., música o medicaciones).
•Fomentar las siestas, si resulta apropiado.
•Ayudar al paciente a programar períodos de descanso.

•Evitar realizar actividades de cuidados durante los períodos de descanso programados.
•Planificar las actividades para los períodos en los que el paciente tiene más energía.
•Ayudar al paciente a sentarse en el borde de la cama, si no puede moverse o caminar.
•Ayudar en las actividades físicas normales (deambulación, traslados, cambios posturales y cuidado personal), si resulta necesario.
•Controlar la administración y efecto de los estimulantes y sedantes.
•Recomendar la actividad física (deambulación o realización de actividades de la vida diaria), coherente con los recursos energéticos del paciente.
•Evaluar el aumento programado de los niveles de actividades.
•Controlar la respuesta de oxígeno del paciente (frecuencia cardíaca, ritmo cardíaco y frecuencia respiratoria) a los autocuidados o actividades de cuidados por parte de otros.
•Ayudar al paciente a automonitorizarse desarrollando y utilizando un registro de ingesta calórica y de gasto de energía, según corresponda.
•Instruir al paciente y/o a los allegados sobre la fatiga, sus síntomas comunes y las recidivas latentes.
•Enseñar al paciente y a los allegados aquellas técnicas de autocuidados que minimicen el consumo de oxígeno (técnicas de automonitorización y de ritmo en la realización de las actividades diarias).
•Instruir al paciente y/o a los allegados a reconocer los signos y síntomas de fatiga que requieran una disminución de la actividad.

•Instruir al paciente y/o a los allegados sobre el estrés e intervenciones de afrontamiento para disminuir la fatiga.
• Instruir al paciente y/o a los allegados a avisar al profesional sanitario si los síntomas de fatiga persisten

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