Meningitis bacteriana: causas, síntomas y tratamiento

La meningitis bacteriana es una infección grave que afecta las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal (las meninges). Esta condición puede ser potencialmente mortal y requiere atención médica urgente.

Causas de meningitis bacteriana

Las causas de la meningitis bacteriana pueden variar, pero generalmente involucran la invasión de bacterias patógenas en el líquido cefalorraquídeo (LCR), que rodea el cerebro y la médula espinal. Las bacterias más comunes que causan meningitis bacteriana incluyen:

  • Streptococcus pneumoniae: Esta bacteria es una causa importante de meningitis bacteriana en adultos y en niños, así como de otras infecciones respiratorias y del oído.
  • Neisseria meningitidis (meningococo): Este tipo de bacteria puede causar epidemias de meningitis meningocócica, especialmente en entornos donde hay contacto cercano entre personas, como dormitorios universitarios.
  • Haemophilus influenzae tipo B: Antes de la introducción generalizada de la vacuna contra el Haemophilus influenzae tipo B (Hib), esta bacteria era una causa común de meningitis bacteriana en niños pequeños.
  • Listeria monocytogenes: Esta bacteria puede causar meningitis bacteriana en personas con sistemas inmunológicos comprometidos, como adultos mayores, mujeres embarazadas y personas con sistemas inmunológicos debilitados.
  • Otros patógenos bacterianos: Además de las bacterias mencionadas anteriormente, otras bacterias menos comunes pueden causar meningitis bacteriana en ciertas poblaciones o situaciones, como el Streptococcus del grupo B en recién nacidos o el Escherichia coli en lactantes.

Signos y síntomas

Los síntomas de la meningitis bacteriana pueden variar en severidad y pueden desarrollarse rápidamente. Los signos y síntomas comunes incluyen:

  • Fiebre alta: La fiebre es un síntoma característico de la meningitis bacteriana y puede ser muy alta en algunos casos.
  • Dolor de cabeza intenso: El dolor de cabeza puede ser grave y persistente, a menudo descrito como uno de los peores dolores de cabeza que una persona haya experimentado.
  • Rigidez en el cuello: La rigidez en el cuello es un síntoma clásico de meningitis. La persona puede tener dificultad para inclinar la cabeza hacia adelante debido a la rigidez en los músculos del cuello.
  • Sensibilidad a la luz (fotofobia): La luz brillante puede causar molestias en los ojos y empeorar el dolor de cabeza.
  • Confusión o dificultad para concentrarse: La meningitis puede afectar la función cerebral, lo que resulta en confusión, somnolencia, irritabilidad o dificultad para concentrarse.
  • Náuseas y vómitos: Estos síntomas pueden ser muy comunes en la meningitis bacteriana y pueden ser persistentes.
  • Erupción cutánea: En algunos casos de meningitis meningocócica, puede aparecer una erupción cutánea característica, que puede ser un signo de emergencia.
  • Convulsiones: Las convulsiones pueden ocurrir en casos graves de meningitis bacteriana, especialmente en niños.
  • Letargo o dificultad para despertar: En casos graves, la persona puede estar letárgica o tener dificultad para despertar.

Diagnóstico

El diagnóstico de la meningitis bacteriana implica una evaluación clínica detallada, pruebas de laboratorio y, en algunos casos, pruebas de imagen.

  • Historial Clínico y Examen Físico: El médico realizará una historia clínica completa para recopilar información sobre los síntomas, la duración de la enfermedad, los antecedentes médicos y cualquier factor de riesgo de infección. Luego, realizará un examen físico detallado, prestando especial atención a los signos de rigidez en el cuello y otras señales de inflamación meníngea.
  • Análisis de Líquido Cefalorraquídeo (LCR): Se realiza una punción lumbar para obtener una muestra de LCR y analizarla en busca de signos de infección bacteriana, como recuento elevado de glóbulos blancos, niveles elevados de proteínas y bajos niveles de glucosa. También se puede realizar un cultivo de LCR para identificar el tipo específico de bacteria involucrada.
  • Pruebas de Laboratorio: Se pueden realizar análisis de sangre para medir los niveles de glóbulos blancos y otros marcadores de inflamación, así como pruebas de laboratorio específicas para identificar la bacteria responsable de la infección.
  • Pruebas de Imagen: En algunos casos, se pueden realizar pruebas de imagen, como tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM) del cerebro, para evaluar la presencia de complicaciones, como abscesos cerebrales o edema.
  • Cultivo de Sangre: Se pueden tomar muestras de sangre para realizar cultivos y detectar la presencia de bacterias en el torrente sanguíneo, lo que puede ayudar a confirmar el diagnóstico y guiar el tratamiento antibiótico.
  • Pruebas Específicas: En algunos casos, se pueden realizar pruebas específicas para identificar la bacteria responsable de la infección, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para amplificar y detectar el material genético bacteriano.

Tratamiento de la meningitis bacteriana

El tratamiento de la meningitis bacteriana es una emergencia médica y generalmente implica hospitalización inmediata y administración de antibióticos intravenosos. Además del tratamiento antibiótico, pueden ser necesarias otras medidas de apoyo para controlar los síntomas y prevenir complicaciones.

  • Antibióticos Intravenosos: Se administran antibióticos de amplio espectro de manera inmediata para tratar la infección bacteriana. La elección del antibiótico dependerá del tipo de bacteria causante de la meningitis, pero a menudo se utilizan combinaciones de antibióticos hasta que se pueda identificar la bacteria específica mediante cultivos de líquido cefalorraquídeo (LCR) y sangre. Los antibióticos comúnmente utilizados incluyen ceftriaxona, cefotaxima, vancomicina y penicilina.
  • Tratamiento de Apoyo: Esto puede incluir:
    • Fluidos intravenosos para prevenir la deshidratación y mantener una presión arterial adecuada.
    • Medicamentos para reducir la fiebre y aliviar el dolor, como paracetamol o ibuprofeno.
    • Tratamiento para controlar las convulsiones, si es necesario.
    • Cuidados intensivos en casos graves, que pueden incluir asistencia respiratoria y monitoreo continuo.
  • Aislamiento: Debido a la naturaleza altamente contagiosa de algunas formas de meningitis bacteriana, es posible que se requieran precauciones de aislamiento para prevenir la propagación de la infección.
  • Corticosteroides: En algunos casos, se pueden administrar corticosteroides, como la dexametasona, para reducir la inflamación cerebral y prevenir el edema cerebral.
  • Tratamiento específico según la causa: Si se identifica una causa subyacente específica de la meningitis, como una infección del oído medio o una sinusitis, puede ser necesario un tratamiento adicional dirigido a esa causa.

Complicaciones

La meningitis bacteriana es una afección grave que puede provocar diversas complicaciones, algunas de las cuales pueden ser potencialmente mortales o causar daño permanente.

  • Daño cerebral: La inflamación en el cerebro puede provocar daño cerebral, que puede manifestarse como problemas de memoria, dificultades cognitivas, trastornos del aprendizaje o discapacidades neurológicas permanentes.
  • Convulsiones: La irritación en el cerebro causada por la meningitis puede provocar convulsiones, que pueden ser episodios aislados o recurrentes y pueden requerir tratamiento adicional.
  • Problemas de audición: La meningitis bacteriana puede causar daño en los nervios auditivos, lo que puede resultar en pérdida auditiva parcial o total. Esta complicación es más común en niños, pero también puede ocurrir en adultos.
  • Problemas de visión: La inflamación en el cerebro puede afectar los nervios ópticos y provocar problemas de visión, como visión borrosa, pérdida de visión periférica o ceguera parcial.
  • Hidrocefalia: La acumulación de líquido cefalorraquídeo en el cerebro debido a la inflamación puede causar hidrocefalia, que puede provocar aumento de la presión dentro del cráneo y síntomas como dolor de cabeza, náuseas y vómitos.
  • Abscesos cerebrales: En casos graves de meningitis bacteriana, puede desarrollarse un absceso cerebral, que es una acumulación de pus en el cerebro. Esto puede requerir tratamiento quirúrgico para drenar el absceso y prevenir complicaciones adicionales.
  • Shock séptico: La meningitis bacteriana puede provocar una respuesta inflamatoria sistémica en el cuerpo, que puede llevar a una disminución peligrosa de la presión arterial y la función de órganos, conocida como shock séptico.
  • Muerte: Aunque el tratamiento adecuado puede prevenir muchas complicaciones graves, la meningitis bacteriana sigue siendo una enfermedad potencialmente mortal, especialmente en casos graves o en personas con sistemas inmunológicos comprometidos.

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2 respuestas a “Meningitis bacteriana: causas, síntomas y tratamiento”

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