Trombosis venosa profunda: causas, síntomas y tratamiento

La trombosis venosa profunda (TVP) es una condición médica que se produce cuando se forma un coágulo de sangre (trombo) en una vena profunda del cuerpo, comúnmente en las piernas. Estos coágulos pueden interferir con el flujo sanguíneo normal y, en casos graves, pueden desprenderse y viajar a los pulmones, causando una complicación potencialmente mortal conocida como embolia pulmonar.

Causas de trombosis venosa profunda

Las causas de la trombosis venosa profunda (TVP) pueden ser diversas y pueden estar relacionadas con factores que afectan la coagulación de la sangre y el flujo sanguíneo en las venas. Algunas de las causas y factores de riesgo más comunes incluyen:

  • Inmovilidad prolongada: Permanecer en una posición quieta durante mucho tiempo, como durante un vuelo largo o después de una cirugía, puede disminuir el flujo sanguíneo en las piernas y aumentar el riesgo de formación de coágulos.
  • Lesiones o cirugía: Lesiones graves en las piernas, fracturas, cirugía reciente (especialmente cirugía ortopédica o de cadera) o estar enyesado pueden aumentar el riesgo de TVP debido a la inmovilización y el daño a las venas.
  • Factores genéticos: Algunas personas tienen una predisposición genética a desarrollar coágulos sanguíneos anormales, lo que puede aumentar su riesgo de TVP. Esto puede incluir trastornos hereditarios como la trombofilia.
  • Edad: El riesgo de TVP aumenta con la edad, especialmente en personas mayores de 60 años.
  • Obesidad: El exceso de peso puede ejercer presión adicional sobre las venas de las piernas, lo que dificulta el flujo sanguíneo y aumenta el riesgo de formación de coágulos.
  • Antecedentes personales o familiares: Haber tenido TVP en el pasado o tener antecedentes familiares de coágulos sanguíneos puede aumentar el riesgo de TVP.
  • Embarazo y parto: Durante el embarazo, los cambios hormonales y el aumento de la presión sobre las venas pélvicas pueden aumentar el riesgo de TVP. El riesgo también puede aumentar después del parto.
  • Uso de anticonceptivos hormonales: Algunos anticonceptivos hormonales, como las píldoras anticonceptivas que contienen estrógeno, pueden aumentar ligeramente el riesgo de TVP.
  • Cáncer: Algunos tipos de cáncer y los tratamientos contra el cáncer pueden aumentar el riesgo de TVP debido a la inflamación, la afectación del sistema de coagulación sanguínea y otros factores.
  • Enfermedades crónicas: Algunas enfermedades crónicas, como la insuficiencia cardíaca, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la enfermedad inflamatoria intestinal, pueden aumentar el riesgo de TVP.

Es importante tener en cuenta que la TVP puede ser causada por una combinación de estos factores de riesgo y que no todas las personas con estos factores desarrollarán necesariamente la afección.

Signos y síntomas

Los síntomas de la trombosis venosa profunda (TVP) pueden variar en función de la ubicación y el tamaño del coágulo sanguíneo, así como de la respuesta individual del cuerpo. Algunos de los síntomas más comunes de la TVP incluyen:

  • Dolor: El síntoma más común es el dolor en la pierna afectada, que puede variar en intensidad desde leve hasta severo. El dolor puede sentirse como una sensación de calambres, tensión, o puede ser constante y persistente. Por lo general, se localiza en la pantorrilla o en la parte posterior de la pierna, pero también puede extenderse hacia arriba o hacia abajo.
  • Hinchazón: La pierna afectada puede estar hinchada, especialmente alrededor del área donde se encuentra el coágulo sanguíneo. La hinchazón puede ser visible y evidente, y puede hacer que la pierna se sienta pesada o tensa.
  • Sensibilidad: La piel sobre la vena afectada puede estar sensible al tacto y puede sentirse caliente al contacto. También puede haber enrojecimiento o decoloración de la piel en el área afectada.
  • Sensación de calor: La piel sobre la vena afectada puede sentirse caliente al tacto, especialmente en comparación con la piel circundante.
  • Venas visibles: En algunos casos, las venas superficiales sobre la vena afectada pueden aparecer agrandadas o más prominentes de lo habitual. Esto se conoce como venas varicosas.
  • Fatiga o debilidad: Algunas personas pueden experimentar fatiga o debilidad en la pierna afectada, lo que puede dificultar la movilidad y el movimiento.

Es importante tener en cuenta que no todas las personas con TVP experimentarán todos estos síntomas, y algunos pueden tener síntomas leves o incluso no tener síntomas en absoluto. Además, los síntomas de la TVP pueden ser similares a los de otras afecciones médicas, como una lesión muscular o una inflamación.

Diagnóstico

El diagnóstico de trombosis venosa profunda (TVP) generalmente implica una combinación de evaluación clínica, pruebas de diagnóstico por imágenes y análisis de laboratorio. Algunas de las pruebas y procedimientos que se pueden utilizar para diagnosticar la TVP incluyen:

  • Evaluación clínica: El médico comenzará por realizar una historia clínica detallada y realizará un examen físico para evaluar los síntomas y signos de TVP, como dolor, hinchazón y sensibilidad en la pierna afectada.
  • Pruebas de imagen: Se pueden realizar varias pruebas de diagnóstico por imágenes para confirmar el diagnóstico de TVP y determinar la ubicación y extensión del coágulo sanguíneo. Algunas de las pruebas de imagen más comunes incluyen:
    • Ultrasonido Doppler: Esta es a menudo la primera prueba utilizada para diagnosticar la TVP. El ultrasonido Doppler utiliza ondas de sonido para crear imágenes de las venas y detectar la presencia de coágulos sanguíneos.
    • Venografía por resonancia magnética (RMV): La RMV utiliza imanes y ondas de radio para crear imágenes detalladas de las estructuras internas del cuerpo, incluidas las venas. Puede proporcionar información más detallada sobre la ubicación y el tamaño del coágulo sanguíneo.
    • Tomografía computarizada (TC) con contraste: La TC con contraste puede detectar coágulos sanguíneos en las venas profundas y evaluar la circulación sanguínea en las piernas. Se administra un medio de contraste a través de una vía intravenosa para mejorar la visualización de los vasos sanguíneos.
  • Análisis de sangre: Se pueden realizar análisis de sangre para medir los niveles de ciertos marcadores sanguíneos, como el dímero-D, que pueden estar elevados en personas con TVP. Sin embargo, estos análisis no son definitivos y se utilizan más para apoyar el diagnóstico.
  • Escalas de probabilidad clínica: Los médicos pueden utilizar escalas de probabilidad clínica, como la Escala de Wells, para evaluar el riesgo de TVP en una persona en función de sus síntomas y factores de riesgo.

Tratamiento de la trombosis venosa profunda

El tratamiento de la trombosis venosa profunda (TVP) tiene como objetivos principales prevenir la propagación del coágulo sanguíneo, reducir el riesgo de complicaciones, como la embolia pulmonar, y aliviar los síntomas asociados. El enfoque del tratamiento puede variar según la gravedad de la TVP, la ubicación del coágulo sanguíneo y las necesidades individuales del paciente. Algunas de las opciones de tratamiento más comunes incluyen:

  • Anticoagulantes: Los anticoagulantes son medicamentos que ayudan a prevenir la formación de nuevos coágulos sanguíneos y reducen el riesgo de que los coágulos existentes se agranden. Estos medicamentos pueden incluir heparina (administrada por vía intravenosa o subcutánea) y anticoagulantes orales, como warfarina, acenocumarol, rivaroxabán, apixabán o dabigatrán. La duración del tratamiento con anticoagulantes puede variar según la gravedad de la TVP y otros factores de riesgo del paciente.
  • Trombolisis: En casos graves de TVP, especialmente cuando hay un riesgo inminente de embolia pulmonar o cuando los anticoagulantes no son efectivos, se puede considerar la trombolisis. Este procedimiento implica la administración de medicamentos trombolíticos directamente en el coágulo sanguíneo para disolverlo y restablecer el flujo sanguíneo normal. La trombolisis generalmente se realiza bajo la guía de imágenes, como angiografía por catéter.
  • Filtros de vena cava: En algunas situaciones, especialmente cuando los anticoagulantes están contraindicados o no son efectivos, se puede colocar un filtro de vena cava inferior para prevenir que los coágulos sanguíneos viajen hacia los pulmones y causen una embolia pulmonar. Este dispositivo se coloca en la vena cava inferior, el mayor vaso sanguíneo del cuerpo, y atrapa los coágulos sanguíneos antes de que alcancen los pulmones.
  • Compresión venosa: El uso de medias de compresión graduada en la pierna afectada puede ayudar a reducir la hinchazón y mejorar el flujo sanguíneo. Estas medias aplican presión sobre la pierna para ayudar a prevenir la formación de coágulos sanguíneos y reducir el riesgo de complicaciones.
  • Elevación de la pierna: Mantener la pierna afectada elevada por encima del nivel del corazón puede ayudar a reducir la hinchazón y mejorar el flujo sanguíneo.
  • Cirugía: En raras ocasiones, puede ser necesaria la intervención quirúrgica para extirpar un coágulo sanguíneo grande o para reparar una vena dañada.

Es importante seguir las recomendaciones médicas y realizar un seguimiento regular con un profesional de la salud para evaluar la efectividad del tratamiento y prevenir posibles complicaciones.

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