La fagocitosis es un proceso mediante el cual ciertos tipos de células, llamadas fagocitos, ingieren y destruyen partículas extrañas, como bacterias, células muertas, virus y otros microorganismos, así como partículas inertes, como polvo y detritos celulares. Este proceso es esencial para la defensa del organismo contra infecciones y para la eliminación de células dañadas o muertas.
El proceso de fagocitosis implica varias etapas:
- Quimiotaxis: Los fagocitos son atraídos hacia la fuente de la partícula extraña por medio de señales químicas liberadas por los microorganismos invasores o células dañadas.
- Adhesión: Los fagocitos se adhieren a la superficie de la partícula extraña mediante la interacción de receptores específicos en la membrana del fagocito con moléculas en la superficie de la partícula.
- Engulfamiento: El fagocito extiende sus membranas alrededor de la partícula extraña, formando una vesícula llamada fagosoma. Este proceso involucra la reorganización de la citoesqueleto celular y la formación de pseudópodos alrededor de la partícula.
- Fusión con Lisosomas: Los fagosomas se fusionan con lisosomas, orgánulos celulares que contienen enzimas digestivas, formando así los fagolisosomas. En el fagolisosoma, las enzimas lisosómicas descomponen la partícula extraña en componentes más pequeños y no tóxicos.
- Digestión y Eliminación: Una vez que la partícula extraña ha sido digerida por completo, los productos de desecho son liberados del fagolisosoma y eliminados de la célula fagocítica.
La fagocitosis es llevada a cabo principalmente por dos tipos de células fagocíticas principales en el sistema inmunitario: los neutrófilos, que son glóbulos blancos especializados en la respuesta rápida a infecciones bacterianas, y los macrófagos, que son células más grandes y especializadas que también tienen funciones en la presentación de antígenos y la regulación de la respuesta inmunitaria adaptativa. Otros tipos de células, como los monocitos y las células dendríticas, también pueden llevar a cabo la fagocitosis.
En resumen, la fagocitosis es un proceso crucial en la defensa del organismo contra infecciones y en la eliminación de células dañadas o muertas. Este proceso es esencial para mantener la homeostasis y la integridad del organismo.