NIC 2005 Manejo de electrólitos: hiperfosfatemia

Definición NIC 2005 Manejo de electrólitos: hiperfosfatemia: Favorecer el equilibrio de fosfato sérico y prevenir las complicaciones derivadas de sus niveles superiores a los deseados.

La intervención de enfermería NIC 2005, “Manejo de electrólitos: hiperfosfatemia”, se refiere a las acciones llevadas a cabo por el personal de enfermería para abordar los niveles elevados de fosfato en el organismo, conocidos como hiperfosfatemia. Esta condición puede ocurrir como resultado de diversas enfermedades o trastornos, como la insuficiencia renal crónica, la acidosis metabólica, el uso excesivo de suplementos de fosfato o ciertas condiciones endocrinas.

Algunas intervenciones que podrían llevarse a cabo para manejar la hiperfosfatemia incluyen:

  1. Monitorización frecuente de los niveles de fosfato en suero para evaluar la gravedad de la hiperfosfatemia y su respuesta al tratamiento.
  2. Identificación y corrección de las causas subyacentes de la hiperfosfatemia, como el tratamiento de la insuficiencia renal o la suspensión de suplementos de fosfato.
  3. Ajuste de la ingesta dietética de fosfato y restricción de alimentos ricos en fosfato para prevenir la acumulación adicional de fosfato en el organismo.
  4. Administración de quelantes de fosfato, como el carbonato de calcio, para ayudar a reducir los niveles de fosfato en sangre.
  5. Monitorización de los signos y síntomas de complicaciones asociadas con la hiperfosfatemia, como la calcificación de tejidos blandos, y proporcionar tratamiento de apoyo según sea necesario.
  6. Educación al paciente sobre la importancia de seguir una dieta baja en fosfato y la necesidad de cumplir con las recomendaciones de tratamiento para controlar la hiperfosfatemia.
  7. Colaboración con otros miembros del equipo de atención médica, como nefrólogos y dietistas, para desarrollar un plan de cuidados integral y coordinado que aborde las necesidades individuales del paciente y promueva una recuperación segura y efectiva.

Es fundamental que las intervenciones de manejo de la hiperfosfatemia se realicen de manera precisa y oportuna, ya que los niveles elevados de fosfato en sangre pueden tener consecuencias graves, como la calcificación de órganos y tejidos, y aumentar el riesgo de complicaciones cardiovasculares en pacientes con enfermedad renal crónica. Por lo tanto, el personal de enfermería debe estar alerta a los signos y síntomas de hiperfosfatemia y actuar rápidamente para proporcionar el tratamiento adecuado y prevenir complicaciones.

Actividades

• Controlar la evolución de los niveles séricos de fósforo (p. ej., fósforo inorgánico) en poblaciones de riesgo (p. ej., pacientes que reciben quimioterapia, pacientes con ingesta alta de fosfatos, pacientes con ingesta alta de vitamina D).
• Realizar un control exhaustivo de los niveles de fosfato en los pacientes que presentan trastornos con efectos crecientes sobre los niveles de fósforo (p. ej., insuficiencia renal aguda y crónica,
hipoparatiroidismo, cetoacidosis diabética, acidosis respiratoria, necrosis muscular profunda, rabdomiólisis).
• Obtener muestras para el análisis de laboratorio de los niveles de fosfato y de electrólitos asociados (gasometría arterial y niveles en suero y orina), según corresponda.
• Observar si hay desequilibrios de electrólitos asociados a la hiperfosfatemia.
• Vigilar si hay manifestaciones de hiperfosfatemia (p. ej., sensaciones de hormigueo en las puntas de los dedos y alrededor de la boca, anorexia, náuseas, vómitos, debilidad muscular, hiperreflexia, tetania, taquicardia).
• Vigilar si hay síntomas de calcificaciones de tejidos blandos, articulaciones y arterias (p. ej., oliguria, alteración de la visión, palpitaciones).
• Administrar medicamentos quelantes del fosfato y diuréticos por prescripción con las comidas para disminuir la absorción del fosfato de la dieta, según corresponda.
• Aliviar los efectos gastrointestinales producidos por la hiperfosfatemia.
• Evitar el estreñimiento derivado de los medicamentos quelantes del fosfato.
• Evitar laxantes y enemas que contengan fosfato.
• Administrar suplementos de calcio y vitamina D por prescripción para reducir los niveles de fosfato, según corresponda.

•Evitar alimentos ricos en fosfato (productos lácteos, cereales integrales, nueces, frutas secas o verduras y visceras), según corresponda.
•Preparar al paciente para la diálisis (ayudar en la colocación del catéter para la diálisis), según corresponda.
•Poner en práctica medidas para la prevención de crisis comiciales.
•Instruir al paciente y/o a la familia sobre las medidas realizadas para tratar la hiperfosfatemia.
•Enseñar al paciente y/o a la familia los signos y síntomas de una hipocalcemia inminente (p. ej., cambios de la diuresis).

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