Neuroma de Morton: causas, síntomas y tratamiento

Un neuroma es un crecimiento benigno (no canceroso) del tejido nervioso, a menudo localizado en el pie. Uno de los tipos más comunes es el neuroma de Morton, que generalmente afecta el área entre el tercer y cuarto dedo del pie. Los neuromas pueden causar dolor, hormigueo, ardor o entumecimiento en el área afectada.

Causas de neuroma de Morton

Las causas de un neuroma pueden variar, pero generalmente están relacionadas con factores que irritan o dañan los nervios. Aquí hay algunas causas comunes de neuroma, especialmente el neuroma de Morton:

Calzado Inadecuado

  • Zapatos Ajustados o de Tacón Alto: Estos tipos de calzado pueden comprimir los nervios del pie, especialmente en la zona de los dedos, lo que puede llevar al desarrollo de un neuroma.

Deportes y Actividades de Alto Impacto

  • Correr y Otros Deportes de Alto Impacto: Las actividades que implican repetidos impactos o presión sobre el pie pueden causar daño a los nervios y llevar al desarrollo de un neuroma.

Anomalías del Pie

  • Pies Planos o Arcos Altos: Estas condiciones pueden causar una distribución anormal de la presión en el pie, lo que puede irritar los nervios.
  • Juanetes: Protuberancias óseas en la articulación del dedo gordo del pie pueden alterar la forma del pie y causar presión en los nervios.
  • Dedos en Martillo: Deformidades en los dedos del pie pueden provocar una distribución anormal de la presión y contribuir al desarrollo de un neuroma.

Traumas o Lesiones

  • Lesiones en el Pie: Cualquier trauma directo o repetido en el pie puede dañar los nervios y conducir a la formación de un neuroma.

Movimientos Repetitivos

  • Actividad Repetitiva: Cualquier actividad que implique movimientos repetitivos del pie puede irritar los nervios y causar un neuroma.

Factores Genéticos

  • Predisposición Hereditaria: Algunas personas pueden tener una predisposición genética a desarrollar neuromas debido a la estructura de sus pies o a la tendencia a desarrollar ciertos tipos de lesiones o anomalías.

Otros Factores

  • Obesidad: El exceso de peso puede aumentar la presión en los pies y contribuir a la formación de neuromas.
  • Enfermedades Sistémicas: Condiciones como la diabetes pueden afectar la salud de los nervios y aumentar el riesgo de neuromas.

Signos y síntomas

El neuroma de Morton, también conocido como neuroma interdigital, afecta generalmente el nervio que se encuentra entre el tercer y cuarto dedo del pie. Los signos y síntomas más comunes incluyen:

Signos y Síntomas del Neuroma de Morton

  • Dolor en el Antepié:
    • Dolor agudo o ardiente en la base de los dedos, especialmente entre el tercer y cuarto dedo del pie.
    • El dolor puede empeorar al caminar, correr o usar zapatos apretados.
  • Sensación de Hormigueo o Entumecimiento:
    • Sensación de hormigueo o adormecimiento en los dedos afectados.
    • Esta sensación puede extenderse hacia los dedos cercanos.
  • Sensación de Tener una Piedra en el Zapato:
    • Muchas personas describen la sensación de tener una piedra o un pliegue en el calcetín debajo del antepié.
  • Sensación de Quemazón:
    • Sensación de quemazón en la planta del pie, que puede irradiarse a los dedos.
  • Sensibilidad al Tacto:
    • El área afectada puede ser muy sensible al tacto o a la presión.
  • Inflamación o Hinchazón:
    • En algunos casos, puede haber una ligera hinchazón en el área afectada.

Factores Desencadenantes

  • Uso de Calzado Inadecuado: Zapatos de tacón alto o estrechos que comprimen los dedos del pie.
  • Actividad Física: Actividades que implican un impacto repetitivo en el pie, como correr o saltar.
  • Deformidades del Pie: Condiciones como juanetes, pies planos o arcos altos pueden contribuir al desarrollo de un neuroma de Morton.

Diagnóstico

El diagnóstico del neuroma de Morton generalmente se basa en una combinación de la historia clínica del paciente, un examen físico y, en algunos casos, pruebas adicionales.

Historia Clínica

  • Descripción de los Síntomas:
    • El médico te preguntará acerca de los síntomas que estás experimentando, su duración, su intensidad y cuándo se presentan (por ejemplo, si empeoran al usar ciertos tipos de calzado o al realizar ciertas actividades).
  • Historial Médico:
    • Se revisará tu historial médico completo para identificar posibles factores de riesgo, antecedentes de problemas en los pies, lesiones previas o enfermedades que puedan contribuir a los síntomas.

Examen Físico

  • Palpación del Pie:
    • El médico palpará el área afectada del pie para detectar cualquier sensibilidad, dolor o masa palpable entre los dedos del pie.
  • Prueba de Compresión:
    • El médico puede realizar una prueba conocida como “prueba de compresión”, donde se presionan los lados del pie mientras se aprietan los dedos juntos. Esta maniobra a menudo reproduce el dolor asociado con el neuroma de Morton y puede ayudar a confirmar el diagnóstico.
  • Evaluación del Calzado:
    • Se revisará el tipo de calzado que usas habitualmente para ver si puede estar contribuyendo a tus síntomas.

Pruebas de Imagen (si es necesario)

  • Radiografías:
    • Aunque las radiografías no pueden mostrar un neuroma, se utilizan para descartar otras causas de dolor en el pie, como fracturas o artritis.
  • Ultrasonido:
    • Un ultrasonido puede ayudar a visualizar el neuroma y confirmar su presencia.
  • Resonancia Magnética (RM):
    • Una RM es más detallada y puede proporcionar una imagen clara del tejido blando, ayudando a identificar un neuroma y determinar su tamaño y ubicación exacta.

Otras Pruebas

  • Inyecciones Diagnósticas:
    • En algunos casos, el médico puede inyectar un anestésico local en el área afectada. Si el dolor se alivia temporalmente, esto puede confirmar que el neuroma es la fuente de los síntomas.

Tratamiento del neuroma de Morton

El tratamiento del neuroma de Morton depende de la gravedad de los síntomas y la respuesta del paciente a las medidas iniciales.

Tratamientos Conservadores

  • Cambios en el Calzado:
    • Zapatos Anchos: Usar zapatos con una punta ancha y suficiente espacio para los dedos.
    • Evitar Tacones Altos: Reducir o eliminar el uso de zapatos de tacón alto que ejercen presión sobre los nervios del pie.
  • Plantillas y Ortóticos:
    • Plantillas Acolchadas: Usar plantillas acolchadas o almohadillas metatarsianas para aliviar la presión sobre el neuroma.
    • Ortóticos Personalizados: Plantillas hechas a medida que ayudan a corregir la biomecánica del pie y reducir la presión sobre el nervio afectado.
  • Medicamentos:
    • Analgésicos y Antiinflamatorios: Medicamentos como el ibuprofeno o el naproxeno pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación.
    • Inyecciones de Corticosteroides: Inyecciones directamente en el área afectada para reducir la inflamación y el dolor. Estas inyecciones pueden proporcionar alivio temporal y ayudar en el diagnóstico.
  • Terapia Física:
    • Ejercicios de Estiramiento y Fortalecimiento: Ejercicios específicos para estirar y fortalecer los músculos del pie y la pierna.
    • Masajes: Masajes en la zona afectada para aliviar la tensión y mejorar la circulación.
  • Modificaciones en las Actividades:
    • Reducir Actividades de Alto Impacto: Evitar o modificar actividades que ejercen presión repetitiva sobre el pie, como correr o saltar.

Tratamientos Invasivos

  • Escleroterapia con Alcohol:
    • Inyecciones de Alcohol: Inyecciones de alcohol deshidratado en el neuroma para reducir su tamaño y aliviar los síntomas.
  • Cirugía:
    • Neurectomía: En casos graves donde los tratamientos conservadores no han sido efectivos, se puede considerar la extirpación quirúrgica del neuroma. La cirugía generalmente se realiza de forma ambulatoria y puede implicar un período de recuperación de varias semanas.
    • Liberación del Ligamento: Otro enfoque quirúrgico es la liberación del ligamento que comprime el nervio, lo que puede aliviar la presión y el dolor sin necesidad de extirpar el neuroma.

Recuperación y Seguimiento

  • Rehabilitación Postoperatoria: Si se realiza una cirugía, la rehabilitación incluirá descanso, uso de calzado adecuado y, en algunos casos, fisioterapia para recuperar la movilidad y la fuerza del pie.
  • Seguimiento Regular: Es importante realizar seguimientos regulares con el médico para evaluar la efectividad del tratamiento y realizar ajustes si es necesario.

Consejos Adicionales

  • Mantener un Peso Saludable: Reducir el peso corporal puede disminuir la presión sobre los pies.
  • Atención Preventiva: Continuar usando calzado adecuado y plantillas ortopédicas para prevenir la recurrencia de los síntomas.

Contenido relacionado

¿Te ha gustado? ¡Compártelo!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Autora


¡Hola! Mi nombre es Mavi, y soy la creadora y fundadora de esta plataforma dedicada a proporcionar apuntes de enfermería de alta calidad. Soy enfermera de profesión, con una pasión por la educación y el compartir conocimientos para el beneficio de la comunidad de enfermería. Cuento con una sólida formación académica en enfermería, habiendo obtenido mi título de enfermería en 2015. Tengo un máster en atención primaria, otro de oncología y un posgrado de neurología. A lo largo de mi carrera, he trabajado en diversas áreas de la enfermería, incluyendo oncología, unidad de ictus, hospitalización y sociosanitario. Mi experiencia práctica ha sido fundamental para comprender las necesidades de los estudiantes y profesionales de enfermería en su búsqueda de recursos educativos.