Modalidades de tratamiento del cáncer de pulmón

El tratamiento del cáncer de pulmón puede variar según el tipo de cáncer de pulmón (células pequeñas o no pequeñas), la etapa en la que se encuentra el cáncer, la salud general del paciente y otros factores individuales.

Cirugía

La cirugía es una opción de tratamiento común para el cáncer de pulmón en etapas tempranas, cuando el tumor está localizado y no se ha diseminado a otras partes del cuerpo.

  • Lobectomía: En una lobectomía, se extirpa uno de los lóbulos del pulmón afectado por el cáncer. Esto puede ser un lóbulo superior, medio o inferior, dependiendo de la ubicación del tumor. La lobectomía es la cirugía más común para el cáncer de pulmón y se realiza cuando el tumor está confinado a un solo lóbulo y no ha invadido los ganglios linfáticos cercanos.
  • Neumonectomía: En una neumonectomía, se extirpa todo un pulmón afectado por el cáncer. Esta cirugía se realiza cuando el tumor es grande y está ubicado en un área que afecta a todo el pulmón, o cuando hay múltiples tumores en diferentes partes del pulmón. La neumonectomía es menos común que la lobectomía y se reserva para casos seleccionados.
  • Segmentectomía: En una segmentectomía, se extirpa una parte del lóbulo del pulmón afectado por el cáncer. Esta cirugía se realiza cuando el tumor es pequeño y está ubicado en una parte específica del lóbulo que puede ser extirpada sin necesidad de extirpar todo el lóbulo. La segmentectomía puede ser una opción para preservar la función pulmonar en ciertos casos.
  • Cuña: En una cuña, se extirpa una pequeña porción del pulmón afectada por el cáncer. Esta cirugía se realiza cuando el tumor es muy pequeño y está ubicado en la periferia del pulmón. La cuña puede ser una opción cuando el paciente no puede tolerar una lobectomía debido a problemas de salud subyacentes.

La cirugía para el cáncer de pulmón generalmente se realiza bajo anestesia general y requiere una hospitalización de varios días. Después de la cirugía, los pacientes pueden experimentar dolor en el área de la incisión y pueden necesitar tiempo para recuperarse completamente antes de volver a sus actividades normales. La cirugía a menudo se combina con otros tratamientos, como la radioterapia y la quimioterapia, dependiendo de la etapa y la naturaleza del cáncer de pulmón.

Radioterapia

La radioterapia es una modalidad de tratamiento comúnmente utilizada en el manejo del cáncer de pulmón. Puede emplearse sola o en combinación con otros tratamientos, como la cirugía o la quimioterapia, dependiendo de la etapa y la extensión del cáncer, así como de la salud general del paciente.

  • Radioterapia externa: Esta es la forma más común de radioterapia utilizada para tratar el cáncer de pulmón. Implica la administración de radiación desde una fuente externa dirigida al área afectada por el cáncer de pulmón. La radioterapia externa puede ser administrada como tratamiento principal para el cáncer de pulmón en etapas tempranas, como terapia adyuvante después de la cirugía para destruir células cancerosas restantes, o como tratamiento paliativo para aliviar los síntomas en casos avanzados.
  • Radioterapia estereotáctica corporal (SBRT): También conocida como radioterapia estereotáctica extracraneal (SABR), la SBRT es una técnica de radioterapia altamente precisa que entrega dosis muy altas de radiación a tumores pequeños y localizados en un período de tiempo breve. Se utiliza típicamente para tratar tumores pulmonares pequeños en pacientes que no son candidatos para la cirugía.
  • Radioterapia interna (braquiterapia): En la braquiterapia pulmonar, se colocan fuentes radiactivas dentro o cerca del tumor pulmonar. Esta técnica puede ser utilizada en casos seleccionados para tratar tumores pulmonares pequeños y localizados.
  • Efectos secundarios: La radioterapia puede provocar efectos secundarios, que pueden variar según la dosis, el área tratada y la sensibilidad individual del paciente. Algunos efectos secundarios comunes incluyen fatiga, irritación de la piel en el área tratada, dificultad para tragar, pérdida de apetito, tos y dificultad para respirar. Estos efectos secundarios suelen ser temporales y pueden gestionarse con medicamentos y cuidados de apoyo.
  • Planificación del tratamiento: Antes de comenzar la radioterapia, se realiza una simulación de tratamiento para planificar con precisión la entrega de la radiación. Esto puede incluir tomografías computarizadas (TC) y/o imágenes de resonancia magnética (RM) para determinar la ubicación exacta del tumor y diseñar un plan de tratamiento personalizado.
  • Seguimiento: Después de completar la radioterapia, los pacientes suelen ser monitoreados de cerca para evaluar la respuesta al tratamiento y vigilar cualquier efecto secundario a largo plazo. Se pueden realizar pruebas de imagen regulares, como radiografías de tórax o tomografías computarizadas (TC), para evaluar la remisión del cáncer y detectar cualquier recurrencia.

Quimioterapia

La quimioterapia es un tratamiento comúnmente utilizado para el cáncer de pulmón. Se utiliza para destruir o reducir las células cancerosas y puede administrarse de varias formas, dependiendo del tipo y la etapa del cáncer de pulmón, así como de la salud general del paciente.

  • Administración: La quimioterapia puede administrarse de varias formas, incluyendo píldoras (vía oral) o a través de una vena (vía intravenosa). La mayoría de los regímenes de quimioterapia para el cáncer de pulmón se administran por vía intravenosa en un hospital o clínica de tratamiento ambulatorio.
  • Combinación de fármacos: La quimioterapia para el cáncer de pulmón a menudo implica el uso de múltiples medicamentos (una combinación de fármacos), que pueden tener diferentes mecanismos de acción y que se administran en ciclos o cursos de tratamiento. Esta combinación de fármacos puede ayudar a aumentar la eficacia del tratamiento y reducir el riesgo de resistencia a los medicamentos.
  • Efectos secundarios: La quimioterapia puede provocar una serie de efectos secundarios, que pueden variar según el tipo y la dosis de los medicamentos utilizados, así como la sensibilidad individual del paciente. Algunos efectos secundarios comunes incluyen náuseas y vómitos, pérdida del cabello, fatiga, disminución del conteo sanguíneo (anemia, neutropenia, trombocitopenia), pérdida de apetito, y mucositis (inflamación de la mucosa oral). Estos efectos secundarios suelen ser temporales y pueden gestionarse con medicamentos y cuidados de apoyo.
  • Indicaciones: La quimioterapia puede utilizarse como tratamiento principal para el cáncer de pulmón en etapas avanzadas o metastásicas, o como terapia adyuvante después de la cirugía para destruir células cancerosas restantes. También puede ser utilizada en combinación con otros tratamientos, como la radioterapia, la terapia dirigida o la inmunoterapia, dependiendo de las características del cáncer y las necesidades individuales del paciente.
  • Respuesta al tratamiento: La respuesta a la quimioterapia puede variar según el tipo y la etapa del cáncer de pulmón, así como la salud general del paciente. Algunos pacientes pueden experimentar una reducción significativa del tamaño del tumor y una mejoría en los síntomas, mientras que otros pueden tener una respuesta más limitada o desarrollar resistencia al tratamiento con el tiempo.

La quimioterapia para el cáncer de pulmón puede implicar el uso de varios fármacos o combinaciones de fármacos, dependiendo del tipo específico de cáncer de pulmón, su estadio y otros factores individuales del paciente. Algunos fármacos comúnmente utilizados en la quimioterapia para el cáncer de pulmón:

  • Platino: Los medicamentos de platino, como el cisplatino y el carboplatino, son fundamentales en muchos regímenes de quimioterapia para el cáncer de pulmón. Estos fármacos interfieren con la división celular y la reproducción del ADN de las células cancerosas, lo que lleva a su destrucción.
  • Taxanos: Los taxanos, como el paclitaxel y el docetaxel, son otro grupo de fármacos utilizados comúnmente en la quimioterapia para el cáncer de pulmón. Estos medicamentos también interfieren con la división celular y pueden ayudar a detener el crecimiento y la propagación de las células cancerosas.
  • Pemetrexed: El pemetrexed es un medicamento de quimioterapia que puede usarse solo o en combinación con otros fármacos, como el cisplatino, en el tratamiento del cáncer de pulmón no microcítico avanzado. Actúa inhibiendo varias enzimas necesarias para la replicación del ADN y la síntesis de ARN, lo que impide el crecimiento de las células cancerosas.
  • Gemcitabina: La gemcitabina es otro medicamento de quimioterapia que se utiliza en el tratamiento del cáncer de pulmón. Interfiere con el proceso de replicación del ADN de las células cancerosas, lo que puede ayudar a detener su crecimiento y propagación.
  • Vinorelbina: La vinorelbina es un agente de quimioterapia que puede utilizarse en el tratamiento del cáncer de pulmón. Actúa interfiriendo con la capacidad de las células cancerosas para dividirse y multiplicarse.
  • Etopósido: El etopósido es otro fármaco que puede utilizarse en la quimioterapia para el cáncer de pulmón. Interfiere con la división celular y el proceso de replicación del ADN en las células cancerosas.

Estos son solo algunos ejemplos de los fármacos utilizados en la quimioterapia para el cáncer de pulmón.

Terapia dirigida

La terapia dirigida es un enfoque de tratamiento específico que se utiliza en el cáncer de pulmón para atacar las células cancerosas de forma más precisa. Estos medicamentos están diseñados para actuar sobre los cambios específicos en las células cancerosas, como mutaciones genéticas o anomalías moleculares, que impulsan el crecimiento y la propagación del cáncer de pulmón.

  • Mutaciones genéticas específicas: La terapia dirigida se basa en la identificación de mutaciones genéticas específicas presentes en las células cancerosas de un paciente. Estas mutaciones pueden incluir alteraciones en genes como EGFR (factor de crecimiento epidérmico), ALK (quinasa de linfoma anaplásico), ROS1, BRAF, MET y otras.
  • Medicamentos dirigidos: Los medicamentos de terapia dirigida están diseñados para bloquear o inhibir las vías de señalización anormales asociadas con las mutaciones genéticas específicas presentes en las células cancerosas. Algunos ejemplos de medicamentos dirigidos utilizados en el cáncer de pulmón incluyen:
    • Inhibidores de la tirosina quinasa del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR TKI), como erlotinib, gefitinib, afatinib y osimertinib, para tumores con mutaciones activadoras de EGFR.
    • Inhibidores de la tirosina quinasa de linfoma anaplásico (ALK TKI), como crizotinib, ceritinib, alectinib, brigatinib y lorlatinib, para tumores con rearreglos del gen ALK.
    • Inhibidores de la tirosina quinasa de ROS1, como crizotinib, entrectinib y lorlatinib, para tumores con rearreglos del gen ROS1.
    • Inhibidores de la tirosina quinasa de BRAF, como dabrafenib y trametinib, para tumores con mutaciones del gen BRAF.
    • Inhibidores de MET, como capmatinib y tepotinib, para tumores con amplificación del gen MET y/o mutaciones del gen MET.
  • Beneficios y limitaciones: La terapia dirigida puede ofrecer beneficios significativos en términos de respuesta tumoral y supervivencia en pacientes con cáncer de pulmón que presentan mutaciones genéticas específicas. Sin embargo, estos medicamentos pueden no ser efectivos para todos los pacientes, y algunos pueden desarrollar resistencia a la terapia dirigida con el tiempo.
  • Pruebas genéticas: La identificación de mutaciones genéticas específicas en las células cancerosas es fundamental para determinar la elegibilidad de un paciente para la terapia dirigida. Por lo tanto, se realizan pruebas genéticas (biopsia molecular) para detectar estas mutaciones antes de iniciar el tratamiento.
  • Efectos secundarios: Los medicamentos de terapia dirigida pueden tener efectos secundarios diferentes a los de la quimioterapia convencional. Algunos efectos secundarios comunes incluyen erupciones cutáneas, diarrea, fatiga, hipertensión, entre otros. Es importante que los pacientes discutan estos efectos secundarios con su médico y sigan las pautas de manejo recomendadas.

En resumen, la terapia dirigida ha revolucionado el tratamiento del cáncer de pulmón al ofrecer opciones de tratamiento más precisas y efectivas para subgrupos específicos de pacientes con mutaciones genéticas identificables.

Inmunoterapia

La inmunoterapia es un enfoque de tratamiento innovador que ha cambiado el paradigma en el manejo del cáncer de pulmón y ha demostrado ser eficaz en algunos pacientes. La inmunoterapia aprovecha el sistema inmunológico del cuerpo para combatir el cáncer al estimular o restaurar la capacidad de respuesta inmune del cuerpo contra las células cancerosas.

  • Inhibidores de los puntos de control inmunitario: Los medicamentos de inmunoterapia más utilizados para el cáncer de pulmón son los inhibidores de los puntos de control inmunitario, que bloquean las proteínas que inhiben la respuesta inmune, permitiendo que las células inmunes ataquen y destruyan las células cancerosas. Los inhibidores de puntos de control inmunitario más comúnmente utilizados en el cáncer de pulmón son los inhibidores de PD-1 (programmed cell death protein 1) y PD-L1 (programmed death-ligand 1), como pembrolizumab, nivolumab y atezolizumab.
  • Indicaciones: La inmunoterapia se utiliza principalmente en el tratamiento de cáncer de pulmón no microcítico avanzado (cáncer de pulmón no microcítico en estadio III o IV) que ha progresado después del tratamiento con quimioterapia, así como en algunos casos seleccionados de cáncer de pulmón microcítico. También puede ser utilizada en combinación con otros tratamientos, como la quimioterapia o la radioterapia, en ciertos pacientes.
  • Beneficios: La inmunoterapia ha demostrado ofrecer beneficios significativos en términos de supervivencia y respuesta tumoral en algunos pacientes con cáncer de pulmón avanzado. Algunos pacientes experimentan respuestas duraderas y prolongadas con la inmunoterapia, lo que puede llevar a una mejor calidad de vida y supervivencia a largo plazo.
  • Efectos secundarios: Si bien la inmunoterapia generalmente se considera más tolerable que la quimioterapia tradicional, puede causar una variedad de efectos secundarios, que pueden ser leves, moderados o graves. Algunos efectos secundarios comunes incluyen fatiga, náuseas, pérdida de apetito, erupción cutánea, picazón, diarrea, entre otros. También pueden ocurrir efectos secundarios más graves, como reacciones autoinmunes, problemas pulmonares, problemas hepáticos o problemas endocrinos.
  • Selección de pacientes: Es importante identificar a los pacientes que son más propensos a beneficiarse de la inmunoterapia y determinar si son candidatos adecuados para este tipo de tratamiento. Esto puede implicar la realización de pruebas para evaluar la expresión de PD-L1 en las células cancerosas y otros biomarcadores que pueden predecir la respuesta a la inmunoterapia.

Cuidados paliativos

Los cuidados paliativos desempeñan un papel fundamental en el manejo integral del cáncer de pulmón, especialmente en etapas avanzadas de la enfermedad. Estos cuidados se centran en mejorar la calidad de vida de los pacientes y proporcionar apoyo emocional, físico y espiritual tanto al paciente como a su familia.

  • Control de síntomas: Los cuidados paliativos se centran en controlar los síntomas asociados con el cáncer de pulmón y sus tratamientos, como el dolor, la dificultad para respirar (disnea), la fatiga, las náuseas y vómitos, la pérdida de apetito, la depresión y la ansiedad. Se utilizan diversas estrategias, que pueden incluir medicamentos, terapias no farmacológicas y medidas de apoyo, para aliviar estos síntomas y mejorar la comodidad del paciente.
  • Apoyo emocional y psicosocial: Los cuidados paliativos proporcionan un importante apoyo emocional y psicosocial tanto al paciente como a su familia. Esto puede incluir la provisión de consejería y apoyo para ayudar a los pacientes a lidiar con el impacto emocional del cáncer de pulmón, el estrés y la ansiedad asociados con la enfermedad, la toma de decisiones sobre el tratamiento y la atención al final de la vida, así como el apoyo para la familia en el proceso de duelo y pérdida.
  • Atención integral: Los cuidados paliativos se centran en abordar las necesidades físicas, emocionales, sociales y espirituales del paciente de manera integral. Esto implica trabajar en estrecha colaboración con un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud, que puede incluir médicos, enfermeras, trabajadores sociales, psicólogos, capellanes y terapeutas del dolor, para proporcionar una atención holística y personalizada.
  • Planificación avanzada de la atención: Los cuidados paliativos fomentan la planificación anticipada de la atención, lo que implica discutir los deseos y preferencias del paciente en cuanto a la atención médica y los cuidados al final de la vida. Esto puede incluir decisiones sobre tratamientos médicos, cuidados de soporte, cuidados en el hogar versus cuidados en un entorno de atención especializada, y otros aspectos relacionados con la atención y el bienestar del paciente.
  • Atención al final de la vida: Los cuidados paliativos también incluyen atención al final de la vida, que se centra en garantizar que los pacientes con cáncer de pulmón en etapas avanzadas reciban una atención compasiva y de alta calidad durante los últimos días y semanas de vida. Esto puede implicar la gestión de síntomas, el control del dolor, el apoyo emocional para el paciente y la familia, y la facilitación de una transición tranquila y digna al final de la vida.

En resumen, los cuidados paliativos desempeñan un papel crucial en el manejo del cáncer de pulmón, especialmente en etapas avanzadas de la enfermedad, al proporcionar un enfoque integral y centrado en el paciente para mejorar la calidad de vida y garantizar un cuidado compasivo y digno hasta el final de la vida.

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