Melanoma coroideo: causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

El melanoma coroideo es un tipo de cáncer ocular que se origina en las células pigmentarias (melanocitos) de la capa vascular del ojo, conocida como la coroides. La coroides es una parte del ojo situada entre la retina y la esclerótica (la capa blanca externa del ojo). Aunque el melanoma coroideo es el tipo más común de melanoma intraocular, es una forma relativamente rara de cáncer.

Causas melanoma coroideo

El melanoma coroideo es un tipo de cáncer que afecta la úvea, la capa vascular del ojo. Aunque la causa exacta del melanoma coroideo no siempre es clara, hay algunos factores de riesgo y posibles contribuyentes que se han identificado. Estos incluyen:

Factores genéticos: Existe una predisposición genética en algunos casos de melanoma coroideo. Las personas con antecedentes familiares de melanoma u otros tipos de cáncer pueden tener un mayor riesgo.

Piel clara y ojos claros: Las personas con piel clara y ojos claros (azules o verdes) parecen tener un mayor riesgo de desarrollar melanoma coroideo.

Edad y género: El melanoma coroideo tiende a afectar más a adultos de mediana edad y a personas de sexo blanco.

Exposición a la radiación ultravioleta (UV): Aunque la relación entre la exposición a la luz solar y el melanoma coroideo no es tan clara como en el melanoma cutáneo, algunos estudios sugieren que la exposición a la radiación ultravioleta podría aumentar el riesgo.

Nevos coroideos: La presencia de nevos coroideos (manchas o lunares en la capa vascular del ojo) puede aumentar el riesgo de desarrollar melanoma coroideo. Algunos nevos coroideos pueden evolucionar hacia melanomas.

Signos y síntomas

El melanoma coroideo es un tipo de cáncer que afecta la capa vascular del ojo, y en sus etapas iniciales, puede no presentar síntomas evidentes. A medida que avanza, algunos pacientes pueden experimentar los siguientes síntomas:

Visión borrosa o disminución de la agudeza visual: Uno de los síntomas más comunes es la pérdida gradual de la visión en el ojo afectado.

Manchas flotantes o destellos: Pueden aparecer manchas oscuras o flotantes en el campo visual. Algunas personas también informan destellos de luz.

Cambio en la forma o color de la pupila: El melanoma coroideo puede afectar la pupila, haciendo que cambie de forma o color.

Dolor ocular: En algunos casos, puede haber molestias o dolor en el ojo afectado. Sin embargo, el dolor no siempre está presente.

Distorsión visual: Algunas personas pueden experimentar distorsiones en la percepción de las imágenes, como ver líneas rectas como onduladas.

Diagnóstico

El diagnóstico del melanoma coroideo involucra una evaluación clínica detallada, pruebas de diagnóstico por imágenes y, en algunos casos, procedimientos adicionales. Aquí hay pasos comunes en el proceso de diagnóstico:

Examen oftalmológico: Un oftalmólogo realizará un examen ocular completo, que puede incluir la dilatación de las pupilas para obtener una vista más clara de la retina y la úvea. Durante este examen, se buscarán posibles signos de melanoma coroideo, como la presencia de tumores.

Ecografía ocular: La ecografía ocular es una herramienta útil para evaluar el tamaño y la forma de las lesiones oculares. Puede ayudar a determinar si una masa en el ojo es sólida o líquida.

Angiografía con fluoresceína: Este examen implica la inyección de un tinte especial en el brazo de una persona, seguido de la toma de imágenes para evaluar la circulación sanguínea en el ojo. Puede proporcionar información sobre la vascularización de las lesiones.

Tomografía de coherencia óptica (OCT): La OCT utiliza luz para obtener imágenes detalladas de la retina y la úvea. Puede ayudar a evaluar la estructura y el grosor de las capas oculares.

Biopsia: En algunos casos, especialmente cuando hay dudas sobre la naturaleza de la lesión, puede realizarse una biopsia para obtener una muestra del tejido ocular. Sin embargo, la biopsia directa del melanoma coroideo es un procedimiento invasivo y no siempre se realiza debido a los riesgos asociados.

Tratamiento

El melanoma coroideo es un tipo de cáncer ocular que afecta a la capa vascular del ojo conocida como la coroides. El tratamiento del melanoma coroideo puede variar según el tamaño del tumor, la ubicación y la extensión de la enfermedad. Algunas opciones de tratamiento incluyen:

Observación vigilada: Para tumores pequeños que no presentan un riesgo inmediato para la salud ocular, se puede optar por la observación vigilada. En estos casos, se realizan revisiones periódicas para monitorizar cualquier cambio en el tamaño o la actividad del tumor.

Radioterapia: La radioterapia es una opción común para el tratamiento del melanoma coroideo. Puede ser administrada mediante radioterapia externa, braquiterapia (colocación de fuentes radiactivas directamente en o cerca del tumor) o terapia de protones.

Enucleación: En casos más avanzados o cuando otras opciones de tratamiento no son viables, la enucleación (extracción del ojo) puede ser recomendada. Aunque es una medida drástica, puede ser necesaria para prevenir la propagación del cáncer a otras partes del cuerpo.

Tratamientos dirigidos: Algunos pacientes pueden beneficiarse de tratamientos dirigidos, como la terapia de inhibidores de BRAF y MEK. Estos medicamentos están diseñados para abordar mutaciones específicas que puedan estar presentes en las células cancerosas.

Inmunoterapia: La inmunoterapia puede ser una opción en ciertos casos. Estimula el sistema inmunológico para que reconozca y ataque las células cancerosas.

Pronóstico

El pronóstico del melanoma coroideo puede variar según diversos factores, incluyendo el tamaño del tumor, su ubicación, la extensión de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. Aquí hay algunas consideraciones generales:

Tamaño del tumor: En general, los tumores más pequeños tienen un mejor pronóstico que los tumores más grandes. Los melanomas coroideos pequeños a menudo se pueden tratar con éxito, mientras que los tumores más grandes pueden presentar mayores desafíos.

Ubicación del tumor: La ubicación del tumor dentro del ojo también puede afectar el pronóstico. Los tumores en ciertas áreas pueden ser más difíciles de tratar o pueden tener un mayor riesgo de afectar estructuras críticas del ojo.

Metástasis: La presencia de metástasis (diseminación del cáncer a otras partes del cuerpo) es un factor significativo en el pronóstico. Si el melanoma coroideo se disemina a órganos distantes, como el hígado, los pulmones o los huesos, el pronóstico empeora considerablemente.

Respuesta al tratamiento: La respuesta al tratamiento, ya sea a través de radioterapia, cirugía u otros enfoques terapéuticos, también influye en el pronóstico. Algunos melanomas coroideos responden bien a la terapia, mientras que otros pueden ser más resistentes.

Detección temprana: La detección temprana del melanoma coroideo y la intervención oportuna son cruciales para mejorar el pronóstico. Los exámenes oftalmológicos regulares pueden ayudar a identificar tumores en sus etapas iniciales, cuando las opciones de tratamiento suelen ser más efectivas.

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¡Hola! Mi nombre es Mavi, y soy la creadora y fundadora de esta plataforma dedicada a proporcionar apuntes de enfermería de alta calidad. Soy enfermera de profesión, con una pasión por la educación y el compartir conocimientos para el beneficio de la comunidad de enfermería. Cuento con una sólida formación académica en enfermería, habiendo obtenido mi título de enfermería en 2015. Tengo un máster en atención primaria, otro de oncología y un posgrado de neurología. A lo largo de mi carrera, he trabajado en diversas áreas de la enfermería, incluyendo oncología, unidad de ictus, hospitalización y sociosanitario. Mi experiencia práctica ha sido fundamental para comprender las necesidades de los estudiantes y profesionales de enfermería en su búsqueda de recursos educativos.