Durante el puerperio se producen unos cambios fisiológicos en el cuerpo de la mujer que acaba de dar a luz.
Cambios genitales
Útero
Después del alumbramiento comienza la involución uterina para volver a su tamaño normal. En la primera hora después del alumbramiento, el útero se encuentra a la mitad de la distancia entre el ombligo y la sínfisis del pubis, pero en las horas sucesivas, el fondo del útero asciende y se sitúa a nivel del ombligo. En estos momentos el útero pesa un kilo.
Progresivamente el útero involuciona a razón de un centímetro por día. Al final de la primera semana pesa unos 500 g, al final de la segunda semana unos 35o g y al final de la sexta semana su tamaño es casi igual que el de un útero no gestante y pesa unos 100 g.
Para que este proceso sea posible son necesarias las contracciones uterinas, denominadas entuertos. Se acentúan con la lactancia materna.
Endometrio
El endometrio se regenera rápidamente y estará totalmente regenerado alrededor de la tercera semana, excepto en la zona de inserción placentaria.
Loquios
Secreción que se origina en la cavidad uterina en el posparto. Está compuesto por la capa superficial necrótica de la decidua, sangre, restos de tejido de granulación y exudado de la superficie donde estuvo insertada la placenta.
Los dos o tres primeros días es loquios rojo, que contiene sangre y coágulos y tiene un olor carnoso. Después se presenta el loquios rosado, dura un par de semanas y contiene menos sangre y más exsudado, leucocitos y decidua. Por último, el loquios blanco dura hasta la quina semana de postparto y contiene más leucocitos, moco y microorganismos.
Si se presenta fiebre junto a olor fétido de los loquios, puede ser debido a infección y si persiste la pérdida hemática abundante hasta pasados los primeros 15 días, puede ser debido a retención de restos placentarios.
Cuello uterino y vagina
El cuello uterino se acorta en las primeras 24 horas posparto y se hace más firme y grueso. El orificio cervical interno se cierra al final de la segunda semana y el externo alrededor de la cuarta.
Después del parto la vagina está blanda y edematosa y poco a poco recupera el tono muscular. El himen cicatrizará formando nódulos fibrosos de mucosa denominados carúnculas mirtiformes.
Mamas
La ingurgitación mamaria o subida de la leche ocurre entre el segundo y el sexto día del puerperio.
Cambios generales
Cambios cardiovasculares y hematológicos
El volumen sanguíneo se normaliza alrededor de la tercera semana posparto, un tercio se pierde en el parto y otro tercio la primera semana posparto. El otro tercio restante se pierde progresivamente a lo largo del puerperio hasta alcanzar los cuatro litros de volumen sanguíneo previos al embarazo.
En el puerperio es frecuente la reticulocitosis por aumento de la producción de formas jóvenes de eritrocitos para compensar la pérdida hemática. En ocasiones también hay leucocitosis.
El aumento de factores de coagulación durante el embarazo proporciona una reserva que permite compensar el rápido consumo que ocurre durante el parto. Esto, junto al traumatismo de los vasos sanguíneos uterinos predispone a la mujer a tromboembolias.
Pérdida de peso
La mujer pierde unos cinco kilos tras el parto y durante todo el puerperio unos cuatro más.
Cambios digestivos
El tono y la motilidad intestinal se normalizan en dos o tres semanas.
Cambios en el aparto urinario
La eliminación urinaria está alterada durante la primera semana ya que hay un incremento de la diuresis de hasta tres litros al día. Además, el tono de la vejiga puede estar disminuido y se puede presentar una sobredistensión vesical o vaciamiento incompleto, lo que pude favorecer infecciones urinarias e incontinencia urinaria por rebosamiento.
Cambios endocrinos
Después del parto hay un gran descenso hormonal: los estrógenos disminuyen drásticamente, así como la progesterona y las hormonas placentarias e hipofisarias. La prolactina aumenta en mujeres con lactancia natural y se mantiene así hasta que finaliza la lactancia.
Una respuesta a “Cambios fisiológicos en el puerperio”
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