El trastorno disfórico premenstrual (TDPM) es una forma severa de síndrome premenstrual (SPM), que afecta a una pequeña proporción de mujeres en edad reproductiva. Se caracteriza por síntomas emocionales, físicos y conductuales significativos que aparecen en la fase lútea del ciclo menstrual (es decir, en la segunda mitad del ciclo, después de la ovulación) y disminuyen o desaparecen poco después del inicio del periodo menstrual.
Causas del trastorno disfórico premenstrual
Las causas exactas del trastorno disfórico premenstrual (TDPM) no están completamente comprendidas, pero se cree que involucran una combinación de factores biológicos, genéticos y ambientales. Algunos de los factores que se han asociado con el TDPM incluyen:
- Sensibilidad a las fluctuaciones hormonales: Se cree que los cambios en los niveles hormonales, especialmente los relacionados con la progesterona y los estrógenos durante el ciclo menstrual, pueden desencadenar síntomas de TDPM en mujeres susceptibles.
- Serotonina y neurotransmisores: La serotonina y otros neurotransmisores están implicados en la regulación del estado de ánimo. Se ha sugerido que los cambios en estos neurotransmisores pueden contribuir a los síntomas emocionales del TDPM.
- Factores genéticos: Existe evidencia de que el TDPM puede tener un componente genético, ya que se ha observado que las mujeres con antecedentes familiares de trastornos del estado de ánimo tienen un mayor riesgo de experimentar síntomas severos de TDPM.
- Sensibilidad al estrés: El estrés puede exacerbar los síntomas del TDPM en algunas mujeres, aunque no se considera una causa directa. Sin embargo, el estrés crónico puede afectar negativamente la capacidad del cuerpo para manejar las fluctuaciones hormonales durante el ciclo menstrual.
- Factores psicológicos y ambientales: Experiencias traumáticas, eventos estresantes de la vida, y la presión social o cultural relacionada con la imagen corporal pueden influir en la severidad de los síntomas del TDPM en algunas mujeres.
Signos y síntomas
Los síntomas del trastorno disfórico premenstrual (TDPM) pueden variar de una persona a otra en términos de severidad y duración, pero generalmente involucran una combinación de síntomas emocionales, físicos y conductuales. Estos síntomas tienden a aparecer en la fase lútea del ciclo menstrual, que es la segunda mitad del ciclo, y disminuyen o desaparecen poco después del inicio del periodo menstrual. Algunos de los síntomas comunes del TDPM incluyen:
Síntomas emocionales:
- Irritabilidad excesiva o ira.
- Cambios de humor repentinos y marcados.
- Ansiedad o tensión excesiva.
- Sensibilidad emocional aumentada.
- Sentimientos de desesperanza, tristeza o depresión.
- Falta de control emocional.
- Pensamientos negativos recurrentes.
Síntomas físicos:
- Fatiga extrema o cansancio excesivo.
- Problemas de sueño, como insomnio o hipersomnia.
- Cambios en el apetito o antojos de comida.
- Dolor de cabeza.
- Hinchazón abdominal o sensación de pesadez.
- Dolor o sensibilidad en los senos.
- Dolor en las articulaciones o los músculos.
- Aumento del acné.
Síntomas conductuales:
- Dificultades en las relaciones interpersonales.
- Dificultades en el trabajo o en la escuela.
- Aislamiento social.
- Disminución del interés en actividades habituales.
- Sentimientos de desesperanza o impotencia.
- Cambios en los hábitos de alimentación o sueño.
- Comportamientos impulsivos o destructivos.
Diagnóstico
El diagnóstico del trastorno disfórico premenstrual (TDPM) implica evaluar los síntomas y descartar otras condiciones médicas o psiquiátricas que podrían estar causando los síntomas similares. Aunque no existe una prueba médica específica para el TDPM, se basa en la presentación clínica y en la recopilación de información sobre los síntomas de la paciente.
- Evaluación médica: El primer paso es visitar a un profesional de la salud, como un médico de atención primaria o un ginecólogo. Durante esta visita, se llevará a cabo una evaluación médica completa para descartar otras condiciones médicas que podrían estar causando los síntomas, como la endometriosis, el síndrome de ovario poliquístico (SOP), la depresión u otros trastornos de ansiedad.
- Registro de síntomas: La paciente puede ser instruida para mantener un registro de sus síntomas durante al menos dos ciclos menstruales consecutivos. Esto puede ayudar a identificar patrones de síntomas que ocurren en relación con el ciclo menstrual y a determinar si los síntomas cumplen con los criterios diagnósticos para el TDPM.
- Entrevista clínica: El profesional de la salud realizará una entrevista clínica detallada para obtener información sobre la naturaleza y la severidad de los síntomas, así como su impacto en la vida diaria y las relaciones interpersonales de la paciente.
- Criterios diagnósticos: El diagnóstico del TDPM se basa en los criterios diagnósticos establecidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) de la Asociación Americana de Psiquiatría. Estos criterios incluyen la presencia de síntomas emocionales, físicos y conductuales significativos durante la fase lútea del ciclo menstrual, que disminuyen o desaparecen poco después del inicio del periodo menstrual, y que interfieren significativamente con el funcionamiento diario de la paciente.
- Descarte de otras condiciones: Es importante descartar otras condiciones médicas o psiquiátricas que podrían estar contribuyendo a los síntomas de la paciente.
Tratamiento del síndrome disfórico premenstrual
El tratamiento del trastorno disfórico premenstrual (TDPM) puede implicar una combinación de enfoques médicos, psicológicos y de estilo de vida.
- Cambios en el estilo de vida:
- Ejercicio regular: El ejercicio aeróbico regular puede ayudar a reducir los síntomas del TDPM al liberar endorfinas, que son sustancias químicas que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés.
- Dieta saludable: Consumir una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras puede ayudar a mantener estables los niveles de azúcar en la sangre y reducir los síntomas del TDPM.
- Reducción del estrés: Practicar técnicas de manejo del estrés, como la meditación, la respiración profunda, el yoga o la terapia cognitivo-conductual, puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo.
- Terapia psicológica:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC puede ayudar a identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos o distorsionados que contribuyen a los síntomas del TDPM, así como a desarrollar habilidades para manejar el estrés y regular las emociones.
- Terapia interpersonal: La terapia interpersonal puede ayudar a mejorar las habilidades de comunicación y las relaciones interpersonales, lo que puede reducir el impacto de los síntomas del TDPM en las relaciones personales y profesionales.
- Medicamentos:
- Antidepresivos: Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN) pueden ayudar a reducir los síntomas emocionales del TDPM, como la irritabilidad, la ansiedad y la depresión.
- Ansiolíticos: Los medicamentos ansiolíticos pueden ser recetados para ayudar a reducir la ansiedad y la tensión asociadas con el TDPM.
- Anticonceptivos hormonales: Algunas mujeres pueden beneficiarse de tomar anticonceptivos hormonales para regular los niveles hormonales y reducir los síntomas del TDPM.
- Suplementos y medicinas alternativas:
- Algunas mujeres pueden encontrar alivio de los síntomas del TDPM con suplementos como el calcio, el magnesio o la vitamina B6.
- La acupuntura, la acupresión y la terapia herbal también pueden ser opciones para algunas personas, aunque la evidencia sobre su eficacia en el tratamiento del TDPM es limitada.
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