Órganos del sistema inmune

El sistema inmunológico es una red compleja de tejidos, células y moléculas que trabajan juntos para defender al cuerpo contra agentes patógenos, como bacterias, virus, hongos y células cancerosas. Los órganos del sistema inmune están distribuidos en todo el cuerpo y pueden clasificarse en dos categorías principales: órganos primarios y órganos secundarios.

Órganos Primarios del Sistema Inmunológico:

Médula Ósea:

La médula ósea es un tejido esponjoso que se encuentra en el interior de los huesos largos y en algunas regiones de los huesos planos. Es un componente clave del sistema inmunológico, ya que desempeña un papel fundamental en la producción y maduración de las células sanguíneas, incluidas las células del sistema inmunológico.

Funciones de la Médula Ósea en el Sistema Inmunológico:

Hematopoyesis:

La médula ósea es el sitio principal de hematopoyesis, que es el proceso de formación y desarrollo de células sanguíneas. Las células sanguíneas incluyen glóbulos rojos (eritrocitos), glóbulos blancos (leucocitos) y plaquetas.

Las células del sistema inmunológico, como los linfocitos (células T y células B) y los monocitos, se originan y maduran en la médula ósea.

Producción de Linfocitos:

Los linfocitos son una parte esencial del sistema inmunológico y desempeñan un papel central en la defensa contra patógenos.

En la médula ósea, los linfocitos progenitores (células madre precursoras de los linfocitos) se diferencian y maduran en linfocitos B. Estos linfocitos B maduros luego migran a los órganos linfoides secundarios, como los ganglios linfáticos y el bazo, donde participan en la respuesta inmunológica.

Desarrollo de Linfocitos T:

La médula ósea también contribuye al desarrollo de los linfocitos T, aunque su maduración se completa en el timo (un órgano del sistema linfático).

Los linfocitos T, después de madurar en el timo, circulan en la sangre y pueden desempeñar funciones clave en la inmunidad celular, incluida la identificación y destrucción de células infectadas.

Producción de Monocitos y Granulocitos:

La médula ósea es responsable de la formación de monocitos y granulocitos, que son tipos de glóbulos blancos implicados en la respuesta inmunológica innata y en la fagocitosis de patógenos.

Regulación de la Hematopoyesis:

La médula ósea regula la producción de células sanguíneas en respuesta a las demandas del cuerpo. Puede aumentar la producción de células sanguíneas en situaciones de estrés, infección o pérdida de sangre.

Almacén de Células Madre Hematopoyéticas:

La médula ósea alberga células madre hematopoyéticas, que son células multipotentes capaces de diferenciarse en varios tipos de células sanguíneas. Estas células madre garantizan la continua renovación y reposición de las células sanguíneas a lo largo de la vida.

La médula ósea juega un papel esencial en la homeostasis del sistema sanguíneo y en la capacidad del organismo para defenderse contra infecciones y otras amenazas para la salud. La interacción entre la médula ósea y otros órganos del sistema inmunológico asegura una respuesta inmunológica coordinada y eficaz.

Timo:

El timo es un órgano del sistema linfático que desempeña un papel crucial en el desarrollo y maduración de ciertas células del sistema inmunológico, específicamente los linfocitos T. Este órgano se encuentra justo detrás del esternón, en la parte superior del pecho, y es más grande durante la infancia, disminuyendo gradualmente de tamaño con la edad.

Funciones del Timo en el Sistema Inmunológico:

Desarrollo de Linfocitos T:

El timo es el sitio donde los linfocitos T se desarrollan y maduran a partir de células precursoras llamadas timocitos. Estos timocitos se originan en la médula ósea y migran hacia el timo para completar su desarrollo.

Durante este proceso, los timocitos pasan por diversas etapas de selección y educación que aseguran que los linfocitos T resultantes sean capaces de reconocer y responder a antígenos extraños (patógenos) sin atacar las células y tejidos propios del cuerpo.

Selección Negativa y Positiva:

Selección Negativa: Durante la selección negativa, los timocitos que reaccionan fuertemente contra antígenos propios son eliminados para prevenir la autoinmunidad.

Selección Positiva: Aquellos timocitos que son capaces de reconocer y unirse a antígenos presentes en el cuerpo son seleccionados positivamente y maduran para convertirse en linfocitos T funcionales.

Diferenciación de Subpoblaciones de Linfocitos T:

El timo contribuye a la diferenciación de diversas subpoblaciones de linfocitos T, incluyendo células T colaboradoras (T helper) y células T citotóxicas. Estas subpoblaciones tienen roles específicos en la respuesta inmunológica.

Educación Inmunológica:

El timo educa a los linfocitos T para distinguir entre antígenos propios y extraños. Este proceso es esencial para prevenir respuestas inmunológicas dañinas dirigidas contra tejidos y células normales del organismo.

Involución con la Edad:

A medida que las personas envejecen, el timo tiende a reducir su tamaño y actividad, un proceso conocido como involución tímica. A pesar de esto, las células T que se formaron y educaron en el timo durante la infancia persisten y circulan en la sangre y los tejidos a lo largo de la vida.

Aunque el timo es especialmente importante en la infancia y la adolescencia, su papel en la respuesta inmunológica continúa en la edad adulta. La presencia de linfocitos T educados en el timo es esencial para un sistema inmunológico competente y equilibrado. Las alteraciones en la función del timo pueden tener implicaciones en la autoinmunidad y en la capacidad del sistema inmunológico para combatir las infecciones.

Órganos Secundarios del Sistema Inmunológico:

Ganglios Linfáticos:

Los ganglios linfáticos son pequeños órganos ovales o en forma de frijol ubicados a lo largo de los vasos linfáticos en todo el cuerpo. Forman parte del sistema linfático, que es una parte importante del sistema inmunológico. Los ganglios linfáticos funcionan como centros de filtración y contienen células inmunitarias que ayudan a combatir infecciones y otras enfermedades.

Características y Funciones de los Ganglios Linfáticos:

Filtración de la Linfa:

Los ganglios linfáticos actúan como filtros para la linfa, que es un líquido claro que transporta células, desechos y sustancias nutritivas a través del sistema linfático.

Ubicación:

Se encuentran a lo largo de los vasos linfáticos, que son similares a los vasos sanguíneos pero transportan linfa en lugar de sangre. Los ganglios linfáticos se encuentran en áreas específicas del cuerpo, como el cuello, las axilas, las ingles, el abdomen y el área entre los pulmones.

Estructura Interna:

Cada ganglio linfático tiene una cápsula externa y está dividido en compartimientos internos llamados senos. Los senos contienen tejido linfoide y células inmunitarias.

Células Inmunitarias:

Los ganglios linfáticos contienen varios tipos de células inmunitarias, incluyendo linfocitos (células T y células B), células dendríticas y macrófagos. Estas células desempeñan un papel clave en la respuesta inmunológica.

Procesamiento de Antígenos:

Cuando los ganglios linfáticos filtran la linfa, las células inmunitarias presentes en ellos pueden encontrarse con antígenos (sustancias extrañas, como bacterias o virus). Las células presentadoras de antígenos, como las células dendríticas, presentan los antígenos a los linfocitos, iniciando así la respuesta inmunológica adaptativa.

Activación de Linfocitos:

Los ganglios linfáticos son sitios donde los linfocitos T y B pueden activarse y multiplicarse en respuesta a la presencia de antígenos. Esto es crucial para la generación de una respuesta inmunológica específica contra patógenos.

Producción de Anticuerpos:

Los ganglios linfáticos también son sitios donde los linfocitos B pueden diferenciarse en células plasmáticas, que son responsables de la producción de anticuerpos. Los anticuerpos son proteínas que ayudan a neutralizar y eliminar patógenos.

Respuesta a Infecciones:

Cuando hay una infección en una determinada área del cuerpo, los ganglios linfáticos cercanos pueden inflamarse y volverse sensibles. Esto es una señal de que el sistema inmunológico está respondiendo a la infección.

Los ganglios linfáticos son vitales para la función del sistema inmunológico al actuar como puntos de encuentro y activación de las células inmunitarias. La información sobre la presencia de patógenos se comunica entre los ganglios linfáticos y otros componentes del sistema inmunológico para coordinar una respuesta efectiva.

Bazo:

El bazo es un órgano esponjoso situado en la parte superior izquierda del abdomen, debajo de las costillas. Forma parte del sistema linfático y cumple diversas funciones, incluida su contribución al sistema inmunológico. Aunque el bazo no es esencial para la supervivencia, desempeña un papel importante en la defensa del organismo contra infecciones y en la eliminación de células sanguíneas envejecidas o dañadas.

Funciones del Bazo en el Sistema Inmunológico:

Filtración de la Sangre:

El bazo filtra la sangre para eliminar las células sanguíneas envejecidas, dañadas o anormales, así como las partículas extrañas y los patógenos circulantes.

Respuesta Inmunológica:

El bazo es un sitio clave para la activación de linfocitos y otras células del sistema inmunológico en respuesta a la presencia de antígenos (sustancias extrañas) en la sangre.

Producción de Anticuerpos:

El bazo alberga linfocitos B y células plasmáticas, que son responsables de la producción de anticuerpos. Los anticuerpos son proteínas que ayudan a neutralizar y eliminar patógenos.

Almacenamiento de Sangre:

El bazo puede almacenar pequeñas cantidades de sangre, liberándola en circulación cuando se necesita, como en situaciones de pérdida de sangre o necesidad de aumento en el suministro de glóbulos rojos.

Eliminación de Eritrocitos Envejecidos:

El bazo elimina los glóbulos rojos envejecidos y dañados de la circulación sanguínea. Las células sanguíneas que ya no son funcionales son fagocitadas y degradadas por células especializadas en el bazo.

Almacenamiento de Plaquetas:

El bazo también puede almacenar plaquetas, que son importantes en la coagulación de la sangre.

Reserva de Células Sanguíneas:

En situaciones de necesidad, como durante una hemorragia, el bazo puede liberar glóbulos rojos y plaquetas almacenados para mantener la homeostasis sanguínea.

Participación en la Respuesta Inmunológica a Infecciones:

Durante infecciones, el bazo puede aumentar su actividad para ayudar a combatir patógenos. Esto incluye la activación de linfocitos T y B para generar respuestas inmunológicas específicas.

Amígdalas:

Las amígdalas son órganos del sistema inmunológico que forman parte del anillo linfático de Waldeyer, un conjunto de tejidos linfoides ubicados en la garganta y en la parte posterior de la boca. Existen varias amígdalas, siendo las más conocidas las amígdalas palatinas, que se encuentran en la parte posterior de la garganta a cada lado de la úvula. Las amígdalas tienen un papel importante en la respuesta inmunológica y en la defensa del organismo contra infecciones.

Funciones de las Amígdalas en el Sistema Inmunológico:

Detección de Antígenos:

Las amígdalas detectan la presencia de antígenos, que son sustancias extrañas como bacterias y virus, que ingresan al cuerpo a través del tracto respiratorio y del tracto digestivo.

Producción de Linfocitos:

Las amígdalas contienen tejido linfoide, que incluye linfocitos, células especializadas en la respuesta inmunológica. Los linfocitos B en las amígdalas pueden diferenciarse en células plasmáticas, responsables de producir anticuerpos.

Producción de Anticuerpos:

Las amígdalas participan en la producción de anticuerpos, que son proteínas específicas que se unen a los antígenos y ayudan a neutralizarlos. Los anticuerpos producidos en las amígdalas contribuyen a la respuesta inmunológica local.

Filtración de Antígenos:

Al filtrar el aire y los alimentos que ingresan al cuerpo a través de la boca y la garganta, las amígdalas atrapan partículas extrañas y ayudan a prevenir infecciones.

Presentación de Antígenos:

Las células presentadoras de antígenos en las amígdalas procesan y presentan antígenos a los linfocitos T, contribuyendo a la activación de las respuestas inmunológicas específicas.

Respuesta a Infecciones Locales:

Las amígdalas son parte del sistema linfático asociado a mucosas (MALT, por sus siglas en inglés), que es un componente importante del sistema inmunológico en las superficies mucosas del cuerpo. Las amígdalas responden a infecciones locales, especialmente aquellas que afectan el tracto respiratorio y digestivo.

Desarrollo Inmunológico en la Infancia:

Durante la infancia, las amígdalas son especialmente activas en la respuesta inmunológica, ayudando al desarrollo del sistema inmunológico del niño.

Es importante destacar que, aunque las amígdalas desempeñan un papel en la respuesta inmunológica, en algunos casos, las amígdalas pueden inflamarse y causar amigdalitis. En situaciones recurrentes o graves, un médico puede considerar la extirpación de las amígdalas en un procedimiento conocido como amigdalectomía. Sin embargo, la extirpación de las amígdalas no compromete significativamente la inmunidad del individuo.

Placas de Peyer:

Las placas de Peyer son estructuras especializadas que se encuentran en la mucosa del intestino delgado. Forman parte del tejido linfoide asociado al intestino (GALT, por sus siglas en inglés), que es una parte importante del sistema inmunológico del tracto gastrointestinal. Las placas de Peyer contribuyen a la vigilancia y respuesta inmunológica en el intestino, ayudando a defender al organismo contra patógenos y participando en la tolerancia inmunológica.

Características y Funciones de las Placas de Peyer:

Ubicación:

Las placas de Peyer se encuentran principalmente en el íleon, que es la última porción del intestino delgado. Están distribuidas a lo largo de la mucosa del íleon y son más prominentes en la parte proximal del intestino delgado.

Estructura:

Cada placa de Peyer está compuesta por acumulaciones de tejido linfoide, incluyendo folículos linfoides y células inmunitarias. Estos folículos contienen linfocitos B, linfocitos T y células presentadoras de antígenos.

Folículos Linfoides:

Los folículos linfoides en las placas de Peyer son sitios donde se produce la respuesta inmunológica adaptativa. Los linfocitos B en estos folículos pueden diferenciarse en células plasmáticas, que producen anticuerpos.

Respuesta Inmunológica a Antígenos del Intestino:

Las placas de Peyer son especialmente importantes en la respuesta inmunológica a antígenos provenientes del intestino, ya que están expuestas a microorganismos y partículas extrañas que ingresan al cuerpo a través de los alimentos y el agua.

Células M:

Las placas de Peyer contienen células especializadas llamadas células M (de membrana), que facilitan el transporte de antígenos desde la luz intestinal hacia los folículos linfoides. Estas células permiten la toma de antígenos desde el intestino y su presentación a las células inmunitarias.

Generación de Tolerancia Inmunológica:

Además de participar en la respuesta inmunológica contra patógenos, las placas de Peyer también están involucradas en la inducción de tolerancia inmunológica. Esto implica la regulación de respuestas inmunológicas para evitar reacciones excesivas o autoinmunidad.

Colaboración con Ganglios Linfáticos:

Las placas de Peyer colaboran con los ganglios linfáticos cercanos para coordinar una respuesta inmunológica efectiva. Las células inmunitarias activadas en las placas de Peyer pueden migrar a los ganglios linfáticos para una respuesta más amplia y coordinada.

Las placas de Peyer desempeñan un papel crucial en la vigilancia inmunológica del intestino, contribuyendo tanto a la protección contra patógenos como a la regulación de respuestas inmunológicas.

GALT (Tejido Linfoide Asociado al Intestino):

El Tejido Linfoide Asociado al Intestino (GALT, por sus siglas en inglés, Gut-Associated Lymphoid Tissue) es un componente del sistema inmunológico que se encuentra en el tracto gastrointestinal. Este tejido linfoide desempeña un papel crucial en la defensa del organismo contra patógenos que ingresan al cuerpo a través del sistema digestivo. El GALT incluye varias estructuras especializadas, como las placas de Peyer, folículos linfoides, amígdalas intestinales y ganglios linfáticos asociados al intestino.

Características y Componentes del GALT:

Placas de Peyer:

Como mencionado anteriormente, las placas de Peyer son acumulaciones de tejido linfoide en la mucosa del íleon, la última porción del intestino delgado. Contribuyen a la respuesta inmunológica adaptativa y a la tolerancia inmunológica.

Folículos Linfoides:

Los folículos linfoides son estructuras similares a los ganglios linfáticos pero específicas del tracto gastrointestinal. Contienen linfocitos B y T, células presentadoras de antígenos y participan en la respuesta inmunológica.

Amígdalas Intestinales:

Las amígdalas intestinales son acumulaciones de tejido linfoide en la mucosa del tracto gastrointestinal. Contribuyen a la detección y respuesta a antígenos en el intestino.

Células M (de Membrana):

Las células M son células especializadas presentes en la mucosa intestinal que facilitan el transporte de antígenos desde la luz intestinal hacia los folículos linfoides. Estas células juegan un papel clave en la presentación de antígenos a las células inmunitarias.

Ganglios Linfáticos Asociados al Intestino:

Los ganglios linfáticos asociados al intestino son estructuras similares a los ganglios linfáticos convencionales pero específicas del tracto gastrointestinal. Actúan como centros de activación y coordinación de la respuesta inmunológica en el intestino.

Respuesta Inmunológica Específica y No Específica:

El GALT participa en respuestas inmunológicas tanto específicas como no específicas. La respuesta específica incluye la producción de anticuerpos y la activación de linfocitos específicos para un antígeno particular. La respuesta no específica incluye la acción de células fagocíticas y otras respuestas inespecíficas contra una variedad de patógenos.

Tolerancia Inmunológica:

El GALT también desempeña un papel importante en la inducción de tolerancia inmunológica. Esto implica regular las respuestas inmunológicas para evitar reacciones excesivas o autoinmunidad, permitiendo al mismo tiempo la tolerancia a antígenos no perjudiciales.

El GALT contribuye a mantener un equilibrio entre la protección contra patógenos y la tolerancia a los antígenos propios y no dañinos presentes en el intestino. La interacción coordinada entre los diversos componentes del GALT asegura una respuesta inmunológica efectiva y adaptativa en el entorno único del tracto gastrointestinal.

Estos órganos trabajan en conjunto para generar una respuesta inmunológica coordinada. Los linfocitos, células clave del sistema inmunológico, maduran en la médula ósea y el timo, y luego circulan por la sangre y la linfa para patrullar y responder a las amenazas. La activación y coordinación de las respuestas inmunológicas ocurren en los órganos secundarios, como los ganglios linfáticos y el bazo.

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