Hemoglobinuria paroxística nocturna: causas, síntomas y tratamiento

La hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN) es un trastorno hematológico raro, adquirido y potencialmente mortal, que afecta a las células madre hematopoyéticas y, en consecuencia, a todas las líneas celulares de la sangre. Este trastorno se caracteriza por la destrucción de los glóbulos rojos (hemólisis), lo que puede llevar a una serie de complicaciones graves. A continuación se presenta una descripción detallada de la HPN, incluyendo sus causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento.

Causas de hemoglobinuria paroxística nocturna

La HPN es causada por una mutación en el gen PIGA (fosfatidilinositol glicano clase A), que es esencial para la síntesis del anclaje GPI (glicosilfosfatidilinositol). Este anclaje es crucial para la fijación de diversas proteínas a la superficie de las células, incluyendo las proteínas que protegen a los glóbulos rojos de la destrucción por el sistema inmunológico.

  • Mutación en el Gen PIGA:
    • La mutación en el gen PIGA impide la producción de proteínas ancladas al GPI en las células madre hematopoyéticas.
    • Como resultado, los glóbulos rojos carecen de proteínas protectoras como CD55 (decay-accelerating factor) y CD59 (protectina), lo que los hace susceptibles a la lisis mediada por el complemento.

Signos y síntomas

Los síntomas de la HPN pueden variar ampliamente entre los individuos, pero comúnmente incluyen:

  • Hemólisis Intravascular:
    • Hemoglobinuria: Orina oscura o roja, especialmente en la mañana.
    • Anemia: Fatiga, debilidad, palidez.
    • Ictericia: Coloración amarillenta de la piel y los ojos debido a la acumulación de bilirrubina.
    • Dolor Abdominal y Esplénico: Debido a la hemólisis y la inflamación.
  • Trombosis:
    • La HPN tiene un riesgo aumentado de formación de coágulos sanguíneos (trombosis), que puede ocurrir en venas y arterias.
    • Trombosis venosa, como trombosis venosa profunda (TVP) y trombosis de las venas hepáticas (síndrome de Budd-Chiari).
  • Disfunción de la Médula Ósea:
    • Pancitopenia: Reducción en el número de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
    • Riesgo de evolución a aplasia medular o leucemia mieloide aguda.
  • Otros Síntomas:
    • Dolor de cabeza, disfagia (dificultad para tragar), disnea (dificultad para respirar).

Diagnóstico

El diagnóstico de HPN se basa en una combinación de hallazgos clínicos, análisis de laboratorio y pruebas específicas:

  • Historia Clínica y Examen Físico:
    • Evaluación de los síntomas típicos de HPN, como hemoglobinuria y episodios trombóticos.
  • Pruebas de Laboratorio:
    • Hemograma Completo: Anemia, leucopenia y trombocitopenia.
    • Pruebas de Hemólisis: Niveles elevados de bilirrubina indirecta, lactato deshidrogenasa (LDH) y niveles bajos de haptoglobina.
    • Análisis de Orina: Presencia de hemoglobina libre en la orina.
  • Pruebas Específicas para HPN:
    • Citometría de Flujo: Detecta la ausencia de proteínas ancladas al GPI en la superficie de los glóbulos rojos y otros tipos de células sanguíneas. Específicamente, la ausencia de CD55 y CD59 es diagnóstica de HPN.
    • Prueba de Ham y Prueba de Sacarosa: Pruebas más antiguas y menos específicas, pero todavía utilizadas en algunos casos.

Tratamiento

El tratamiento de la HPN se centra en controlar los síntomas, prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida del paciente. Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Terapia Dirigida:
    • Eculizumab (Soliris): Un anticuerpo monoclonal que inhibe la activación del complemento, reduciendo la hemólisis y el riesgo de trombosis. Es el tratamiento estándar para la HPN.
    • Ravulizumab (Ultomiris): Similar a eculizumab, con una dosificación menos frecuente.
  • Manejo de la Anemia:
    • Transfusiones de Glóbulos Rojos: Para tratar la anemia severa.
    • Suplementos de Hierro y Folato: Para corregir deficiencias nutricionales.
  • Prevención y Tratamiento de la Trombosis:
    • Anticoagulantes: Uso de heparina o anticoagulantes orales para prevenir y tratar trombosis.
  • Terapias de Apoyo:
    • Corticosteroides: Para reducir la hemólisis en algunos pacientes.
    • Estimulación de la Médula Ósea: Agentes como la eritropoyetina para estimular la producción de glóbulos rojos.
  • Transplante de Células Madre Hematopoyéticas:
    • Considerado en casos graves o refractarios, especialmente en pacientes jóvenes con donantes compatibles.

Conclusión

La hemoglobinuria paroxística nocturna es una enfermedad compleja que requiere un enfoque multidisciplinario para su manejo. Los avances en el tratamiento, particularmente con la introducción de inhibidores del complemento como el eculizumab, han mejorado significativamente el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son cruciales para prevenir complicaciones graves y optimizar los resultados a largo plazo.

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