Fibrilación auricular: causas, síntomas y tratamiento

La fibrilación auricular (FA) es una arritmia cardíaca común caracterizada por latidos cardíacos irregulares y rápidos. En la FA, las aurículas (las cámaras superiores del corazón) laten de forma descoordinada y caótica en lugar de contraerse de manera rítmica y coordinada. Esto puede provocar que las aurículas no bombeen sangre de manera eficiente hacia los ventrículos (las cámaras inferiores del corazón), lo que puede resultar en un flujo sanguíneo inadecuado hacia el resto del cuerpo.

Causas de fibrilación auricular

La fibrilación auricular puede ser causada por una variedad de factores, y en muchos casos, la causa subyacente puede no ser identificada. Algunas de las causas y factores de riesgo conocidos para la fibrilación auricular incluyen:

  • Enfermedades cardíacas: Las enfermedades cardíacas preexistentes son una causa común de fibrilación auricular. Esto puede incluir enfermedad cardíaca coronaria (obstrucción de las arterias coronarias), hipertensión arterial (presión arterial alta), enfermedades valvulares cardíacas (como estenosis mitral), insuficiencia cardíaca congestiva y cardiomiopatía (enfermedades del músculo cardíaco).
  • Enfermedad del nodo sinusal: El nodo sinusal es el “marcapasos natural” del corazón que controla el ritmo cardíaco. La enfermedad del nodo sinusal, que puede incluir bradicardia sinusal (ritmo cardíaco lento) o síndrome del nodo sinusal enfermo (ritmo cardíaco irregular), puede predisponer a la fibrilación auricular.
  • Edad avanzada: La fibrilación auricular se vuelve más común con la edad, y el riesgo de desarrollarla aumenta significativamente en personas mayores de 60 años.
  • Factores de estilo de vida: Varios factores de estilo de vida pueden aumentar el riesgo de fibrilación auricular, incluyendo el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, el consumo de drogas ilícitas como la cocaína, el estrés crónico y la falta de ejercicio físico.
  • Condiciones médicas: Ciertas condiciones médicas, como la diabetes mellitus, la apnea obstructiva del sueño, el síndrome metabólico, la enfermedad renal crónica y el hipertiroidismo, pueden aumentar el riesgo de fibrilación auricular.
  • Historial familiar: Existe una predisposición genética a desarrollar fibrilación auricular, y las personas con antecedentes familiares de la afección pueden tener un mayor riesgo de desarrollarla.
  • Obesidad: El exceso de peso corporal, especialmente la obesidad abdominal, se ha asociado con un mayor riesgo de fibrilación auricular.
  • Enfermedades pulmonares: Algunas enfermedades pulmonares crónicas, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la apnea obstructiva del sueño, pueden aumentar el riesgo de fibrilación auricular.

Signos y síntomas

Los síntomas de la fibrilación auricular pueden variar en intensidad y pueden ser intermitentes o persistentes. Algunas personas pueden experimentar pocos o ningún síntoma, mientras que otros pueden tener síntomas más pronunciados. Algunos de los síntomas más comunes de la fibrilación auricular incluyen:

  • Palpitaciones: Sensación de latidos cardíacos rápidos, irregulares o “saltados”. Las palpitaciones pueden ser el síntoma más prominente y preocupante para muchas personas con fibrilación auricular.
  • Fatiga: Sensación de cansancio o falta de energía, que puede ser persistente o aparecer repentinamente.
  • Falta de aliento: Dificultad para respirar, especialmente durante la actividad física o al acostarse.
  • Mareos o sensación de desmayo: Sensación de vértigo, mareos o sensación de que se va a desmayar.
  • Dolor en el pecho: Malestar o dolor en el área del pecho, que puede variar en intensidad y duración.
  • Ansiedad o nerviosismo: Sensación de ansiedad, nerviosismo o inquietud, especialmente cuando se experimentan otros síntomas de fibrilación auricular.
  • Sensación de debilidad: Sensación de debilidad generalizada o dificultad para realizar actividades físicas habituales.
  • Confusión: Dificultad para concentrarse o pensar con claridad, especialmente si la fibrilación auricular afecta el flujo sanguíneo al cerebro.

Diagnóstico

El diagnóstico de fibrilación auricular (FA) generalmente implica una combinación de evaluación clínica, pruebas diagnósticas y registros del ritmo cardíaco. Algunos de los métodos utilizados para diagnosticar la fibrilación auricular incluyen:

  • Historia clínica y examen físico: El médico revisará tus antecedentes médicos, incluyendo cualquier síntoma que hayas experimentado, así como posibles factores de riesgo para la fibrilación auricular, como enfermedades cardíacas preexistentes, hipertensión arterial, diabetes, historial de accidente cerebrovascular, entre otros. Se realizará un examen físico para evaluar la frecuencia cardíaca, el ritmo cardíaco, la presión arterial y los signos de complicaciones asociadas.
  • Electrocardiograma (ECG): Esta es la prueba principal para diagnosticar la fibrilación auricular. Un ECG registra la actividad eléctrica del corazón y puede detectar la irregularidad en el ritmo cardíaco característica de la fibrilación auricular. A veces, la fibrilación auricular puede ser intermitente y no aparecer durante un ECG de rutina, por lo que pueden ser necesarios monitoreos prolongados o monitores de ritmo cardíaco portátiles para detectar episodios intermitentes.
  • Holter de 24 horas: Esta es una prueba que implica el uso de un dispositivo portátil llamado Holter que registra continuamente el ritmo cardíaco durante un período de 24 horas o más. Puede ser útil para detectar episodios intermitentes de fibrilación auricular que pueden no aparecer en un ECG de rutina.
  • Ecocardiograma: Esta es una prueba de ultrasonido que se utiliza para evaluar la estructura y función del corazón, incluyendo las cámaras del corazón y las válvulas cardíacas. Puede ayudar a identificar enfermedades cardíacas subyacentes que pueden contribuir a la fibrilación auricular, así como a evaluar el riesgo de complicaciones asociadas.
  • Pruebas de laboratorio: Se pueden realizar análisis de sangre para evaluar los niveles de tiroides, electrólitos y otras sustancias en sangre que pueden influir en la función cardíaca y el riesgo de fibrilación auricular.
  • Otros estudios: En algunos casos, pueden ser necesarios otros estudios, como la resonancia magnética cardíaca (RMC) o la tomografía computarizada (TC) cardíaca, para evaluar la anatomía y la función cardíaca en mayor detalle.

Tratamiento de la fibrilación auricular

El tratamiento de la fibrilación auricular (FA) puede variar dependiendo de varios factores, como la frecuencia y duración de los episodios de fibrilación auricular, la presencia de síntomas, la presencia de enfermedades cardíacas subyacentes, el riesgo de complicaciones y las preferencias del paciente. Algunas opciones de tratamiento incluyen:

  • Control del ritmo cardíaco: El objetivo es restaurar y mantener un ritmo cardíaco normal (ritmo sinusal). Esto puede lograrse mediante el uso de medicamentos antiarrítmicos, como la amiodarona, la flecainida, la propafenona o el dofetilide. En algunos casos, la cardioversión eléctrica (aplicación de una corriente eléctrica controlada al corazón) puede ser necesaria para restaurar el ritmo cardíaco normal.
  • Control de la frecuencia cardíaca: En algunos casos, puede ser más apropiado controlar la frecuencia cardíaca (número de latidos por minuto) en lugar de restaurar el ritmo cardíaco normal. Esto puede lograrse mediante el uso de medicamentos como los beta-bloqueantes (por ejemplo, metoprolol, atenolol), los antagonistas del calcio (por ejemplo, verapamilo, diltiazem) o los digitálicos (por ejemplo, digoxina).
  • Anticoagulación: La fibrilación auricular aumenta el riesgo de formación de coágulos sanguíneos en el corazón, que pueden viajar al cerebro y causar un accidente cerebrovascular (ACV). Por lo tanto, la anticoagulación con medicamentos como la warfarina, los nuevos anticoagulantes orales (NOACs) como el dabigatrán, el rivaroxabán, el apixabán o el edoxabán, se recomienda en la mayoría de los casos para reducir este riesgo.
  • Control de factores de riesgo: Controlar los factores de riesgo modificables, como la hipertensión arterial, la obesidad, el colesterol alto, la diabetes y el consumo excesivo de alcohol, puede ayudar a prevenir la fibrilación auricular y reducir el riesgo de complicaciones.
  • Ablación por catéter: Este procedimiento se realiza para destruir las áreas del corazón que están generando las señales eléctricas anormales responsables de la fibrilación auricular. Puede ser considerado en pacientes que no responden bien a los medicamentos o que no pueden tolerarlos.
  • Implantación de un marcapasos: En algunos casos, puede ser necesario implantar un marcapasos para controlar la frecuencia cardíaca y tratar la bradicardia (ritmo cardíaco lento) asociada con la fibrilación auricular.
  • Terapia de manejo del estilo de vida: Adoptar un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular, control del peso, abstinencia del tabaco y moderación en el consumo de alcohol puede ayudar a controlar la fibrilación auricular y reducir el riesgo de complicaciones.

Complicaciones

La fibrilación auricular (FA) puede aumentar el riesgo de varias complicaciones, algunas de las cuales pueden ser graves y potencialmente mortales. Algunas de las complicaciones más comunes asociadas con la fibrilación auricular incluyen:

  • Accidente cerebrovascular (ACV): La FA puede causar la formación de coágulos sanguíneos en las aurículas del corazón. Si estos coágulos se desprenden y viajan al cerebro, pueden bloquear el flujo sanguíneo y causar un ACV. Los ACV relacionados con la fibrilación auricular tienden a ser más graves que otros tipos de ACV y pueden ser potencialmente mortales.
  • Embolismo sistémico: Además del cerebro, los coágulos sanguíneos formados en las aurículas pueden viajar a otras partes del cuerpo, como los riñones, los intestinos o las extremidades, causando obstrucciones y daño tisular.
  • Insuficiencia cardíaca congestiva: La fibrilación auricular puede llevar a una disminución de la eficiencia del bombeo del corazón. Esto puede provocar la acumulación de líquido en los pulmones y otras partes del cuerpo, causando síntomas de insuficiencia cardíaca congestiva, como dificultad para respirar, hinchazón en las piernas y fatiga.
  • Desarrollo de una frecuencia cardíaca demasiado rápida: La fibrilación auricular puede provocar una frecuencia cardíaca rápida e irregular, lo que puede disminuir la eficacia de la contracción cardíaca y reducir el flujo sanguíneo al resto del cuerpo.
  • Fatiga y disminución de la calidad de vida: Los síntomas de la fibrilación auricular, como la fatiga, la falta de aliento y la palpitación, pueden reducir la calidad de vida y dificultar la realización de actividades diarias.
  • Mayor riesgo de muerte: La fibrilación auricular se ha asociado con un mayor riesgo de mortalidad, especialmente en personas con factores de riesgo adicionales o complicaciones relacionadas.

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