La conducción cardíaca se refiere al proceso mediante el cual los impulsos eléctricos se generan y se transmiten a través del sistema de conducción del corazón, coordinando así las contracciones rítmicas y sincronizadas del músculo cardíaco. Este sistema eléctrico del corazón asegura una eficiente y coordinada bomba de sangre, lo que es esencial para el funcionamiento adecuado del sistema circulatorio.
Componentes del sistema de conducción cardíaca
Nodo Sinoauricular (SA):
El SA es el “marcapasos natural” del corazón y se encuentra en la aurícula derecha. Es responsable de iniciar el impulso eléctrico que inicia cada ciclo cardíaco.
Nodo Auriculoventricular (AV):
El AV se encuentra entre las aurículas y los ventrículos. Actúa como un retraso eléctrico natural, permitiendo que las aurículas se contraigan completamente antes de que los impulsos eléctricos se transmitan a los ventrículos.
Haz de His:
Después de pasar por el nodo AV, el impulso eléctrico viaja a través del Haz de His, una estructura especializada que lleva el impulso hacia el tabique interventricular.
Ramas del Haz de His:
Las ramas del Haz de His se dividen en las ramas derecha e izquierda, llevando el impulso eléctrico hacia los ventrículos derecho e izquierdo, respectivamente.
Fibras de Purkinje:
Las fibras de Purkinje son ramificaciones finales del sistema de conducción y se extienden por los ventrículos, llevando el impulso eléctrico a todas las células musculares ventriculares. Esto coordina la contracción simultánea de los ventrículos.
El ciclo de conducción cardíaca sigue un patrón específico:
- El impulso eléctrico comienza en el nodo SA.
- Se propaga a través de las aurículas, causando su contracción.
- El impulso llega al nodo AV, donde hay un breve retraso.
- Luego, se transmite a través del Haz de His y sus ramas hacia los ventrículos, induciendo la contracción ventricular.
Este ciclo se repite en cada latido cardíaco, asegurando un flujo sanguíneo continuo y coordinado.
Alteraciones en la conducción cardíaca pueden resultar en trastornos del ritmo cardíaco (arritmias), que pueden incluir taquicardias, bradicardias o ritmos irregulares. La evaluación de la conducción cardíaca se realiza mediante electrocardiogramas (ECG o EKG) y otras pruebas cardíacas para identificar y tratar posibles problemas en el sistema de conducción.