Tipos de vitaminas

Las vitaminas son compuestos orgánicos que el ser humano no sintetiza pero que son necesarias para el metabolismo, por lo que es necesario su aporte mediante los alimentos.

Las vitaminas son termosensibles y fotosensibles y las necesidades en el aporte varían en función de la edad, el sexo y la actividad física. Ante el estrés, embarazo, el tabaquismo, el uso de medicamentos y el alcoholismo, las necesidades en el aporte de vitaminas aumentan.

Son acalóricas, no generan energía. La carencia o déficit de vitaminas originan enfermedades.

Tipos de vitaminas

  • Vitaminas liposolubles: A, D, E y K. Pueden almacenarse en el organismo pudiendo provocar hipervitaminosis por consumo excesivo.
  • Vitaminas hidrosolubles: ácido ascórbico (vitamina C), tiamina, riboflavina (B2), niacina, ácido pantoténico, piridoxina (B6), cianocobalamina (B12), biotina, ácido fólico. No se almacenan en el organismo.

Clasificación de las vitaminas

  • Vitamina A – retinol: función relacionada con la vista, el crecimiento y la piel. Protege de infecciones. Procede de vegetales verdes y amarillos, huevos, leche y mantequilla. Su carencia puede producir ceguera, piel seca y defensas bajas.
  • Vitamina B – Tiamina: adecuado funcionamiento del sistema nervioso, procede del hígado de vaca, avena, trigo, leche, huevo y legumbres. Su déficit provoca bajo peso, problemas cardíacos y convulsiones.
  • Vitamina B2 – Riboflavina: interviene en el metabolismo de las proteínas y los hidratos de carbono y participa en la incorporación del yodo en la tiroides. Proviene de la leche, miel, patatas, nueces, huevo y legumbres y su déficit puede provocar inflamación de las encías y trastornos cutáneos.
  • Vitamina B3 – PP- nicotinamida: interviene en el metabolismo de los hidratos de carbono, lípidos y proteínas, síntesis de hormonas sexuales y cortisona, tiene efecto vasodilatador. Proviene del arroz integral, derivados del trigo, hígado de ternera y almendras. Su carencia es rara ya que puede producirse a partir del triptófano.
  • Vitamina B5 – W – ácido pantoténico: forma parte de la coenzima A e interviene en procesos metabólicos, procede de la levadura de cerveza, yema de huevo, cereales y vísceras y su carencia puede provocar falta de atención, apatía, alergias y bajo rendimiento.
  • Vitamina B6 – piridoxina: interviene en la maduración de los glóbulos rojos, procede de vegetales verdes, yogurt, queso, levadura de cerveza y leche. Su déficit puede provocar trastornos mentales y afecciones gastrointestinales.
  • Vitamina B8 – Biotina: coenzima que participa en la transferencia del grupo carboxilo COOH, proviene de la yema de huevo, riñones, hígado, leche, frutas y leguminosas. Su déficit puede provocar dermatitis, dolor muscular, anemia y aumento del colesterol.
  • Vitamina B9 – ácido fólico: participa en el metabolismo de ADN, ARN y proteínas, procede de verduras, hígado, leche y yemas de huevo. Su déficit en niños detiene el crecimiento y disminuye las defensas y en adultos anemia e irritabilidad.
  • Vitamina B12 – cianocobalamina: favorece la asimilación de los alimentos, procede del hígado de bacalao, frutas y verduras. Su déficit provoca bajada de las defensas y bajo crecimiento.
  • Vitamina C – ácido ascórbico: aumenta la resistencia a infecciones, proviene de vegetales crudos, cítricos y frutas, leche, hígado y su carencia provoca hemorragias y úlceras bucales.
  • Vitamina D – calciferol: interviene en la fijación del calcio y fósforo en los huesos, se forma en la piel con los rayos de sol, el hígado de peces, huevos, leche y mantequilla también contienen. Su déficit provoca raquitismo, disminución del crecimiento y caries.
  • Vitamina E – tocoferol: es esencial para la reproducción y el desarrollo muscular, procede de aceites de germen de trigo, de soja, de algodón, de cacahuetes y maíz, margarinas, semillas crudas completas, nueces, huevos, mantequilla, hígado y su déficit provoca distrofias musculares, alteraciones vasculares, atrofia testicular e implantación defectuosa del huevo en el útero.
  • Vitamina K – filoquinona: participa como coenzima y forma parte de la protombina, la contienen las legumbres, yema de huevo, hígado de bacalao y verduras. Su carencia puede provocar alteraciones de la coagulación y hemorragias.

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3 respuestas a “Tipos de vitaminas”

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