Pelagra: causas, síntomas y tratamiento

La pelagra es una enfermedad carencial causada por una deficiencia severa de niacina (vitamina B3) en la dieta. Esta vitamina es esencial para el metabolismo de los carbohidratos, las grasas y las proteínas, así como para la salud de la piel, el sistema nervioso y el sistema digestivo. La pelagra solía ser más común en regiones donde la dieta carecía de suficientes fuentes de niacina, como el maíz, el arroz y otros granos sin fortificar.

Causas de pelagra

  • Deficiencia de niacina en la dieta: La pelagra se desarrolla principalmente debido a una ingesta insuficiente de niacina (vitamina B3) en la dieta. La niacina se encuentra en alimentos como carnes, pescado, nueces, granos enteros y productos lácteos. En regiones donde la dieta es deficiente en estos alimentos, la pelagra puede ser más común.
  • Consumo excesivo de maíz: El maíz es una fuente deficiente de niacina en comparación con otros granos. Las personas que dependen en gran medida del maíz como fuente principal de carbohidratos en su dieta pueden estar en riesgo de desarrollar pelagra si no tienen acceso a una variedad de alimentos que contienen niacina.
  • Problemas de absorción: Algunas condiciones médicas que afectan la absorción de nutrientes en el tracto gastrointestinal, como la enfermedad celíaca, la enfermedad de Crohn o la cirugía gastrointestinal, pueden contribuir a la deficiencia de niacina y, por lo tanto, aumentar el riesgo de pelagra.
  • Alcoholismo crónico: El alcoholismo puede interferir con la absorción adecuada de nutrientes en el intestino delgado, incluida la niacina. Las personas que consumen grandes cantidades de alcohol pueden estar en mayor riesgo de desarrollar pelagra debido a la deficiencia de niacina.
  • Trastornos metabólicos: Algunos trastornos metabólicos raros pueden afectar la conversión de triptófano a niacina en el cuerpo, lo que puede llevar a una deficiencia de niacina y, en última instancia, a la pelagra.

Es importante tener en cuenta que la pelagra es una enfermedad prevenible y tratable. Una dieta equilibrada que incluya una variedad de alimentos ricos en niacina puede prevenir la pelagra en la mayoría de los casos.

Signos y síntomas

Los síntomas de la pelagra pueden variar en su gravedad y presentación, pero generalmente incluyen una combinación de síntomas dermatológicos, gastrointestinales y neuropsiquiátricos.

  • Dermatitis: La piel se vuelve áspera, escamosa y con un tono rojizo. Puede haber enrojecimiento y descamación en áreas expuestas al sol, como la cara, el cuello, las manos y los pies. Esta es una de las características clásicas de la pelagra.
  • Diarrea: Puede ser persistente y grave, acompañada a menudo de dolor abdominal y malestar.
  • Demencia: En etapas avanzadas de la enfermedad, pueden aparecer síntomas neuropsiquiátricos como confusión, deterioro cognitivo, irritabilidad, cambios de personalidad, alucinaciones y delirios. Estos síntomas pueden ser graves y debilitantes.
  • Estomatitis: Pueden aparecer lesiones en la mucosa oral, como inflamación y ulceración en la boca y la lengua. Esto puede causar dolor al tragar y dificultad para comer.
  • Fotosensibilidad: La piel se vuelve extremadamente sensible a la luz solar, lo que puede provocar quemaduras solares graves con una exposición mínima. La piel puede enrojecerse fácilmente y desarrollar ampollas.
  • Fatiga: Los pacientes pueden experimentar una sensación generalizada de cansancio y debilidad, lo que puede interferir con las actividades diarias y la calidad de vida.
  • Depresión: Los síntomas depresivos, como tristeza persistente, desesperanza, falta de interés en actividades previamente disfrutadas y cambios en el apetito o el sueño, pueden estar presentes debido a los cambios neuropsiquiátricos asociados con la pelagra.

Diagnóstico

El diagnóstico de la pelagra generalmente se realiza a través de una combinación de la historia clínica del paciente, la evaluación de los síntomas y pruebas de laboratorio.

  • Historia clínica y examen físico: El médico recopilará información detallada sobre los síntomas del paciente, su historial médico y su dieta. Se prestará especial atención a los síntomas característicos de la pelagra, como la dermatitis, la diarrea y los síntomas neuropsiquiátricos.
  • Examen físico: Se realizará un examen físico completo para evaluar la piel, el sistema gastrointestinal, el estado neurológico y cualquier otro síntoma o signo relevante.
  • Pruebas de laboratorio:
    • Análisis de sangre: Se pueden realizar análisis de sangre para medir los niveles de niacina en el cuerpo, así como los niveles de otros nutrientes relevantes, como triptófano y vitamina B6.
    • Biopsia de piel: En algunos casos, se puede realizar una biopsia de piel para examinar las características específicas de la dermatitis asociada con la pelagra.
    • Otros análisis: Se pueden realizar pruebas adicionales para descartar otras condiciones médicas que puedan estar causando los síntomas del paciente.
  • Respuesta al tratamiento: El diagnóstico de pelagra también puede confirmarse si el paciente responde de manera favorable al tratamiento con suplementos de niacina y cambios en la dieta.

Tratamiento de la pelagra

El tratamiento de la pelagra se centra principalmente en corregir la deficiencia de niacina y abordar los síntomas asociados.

  • Suplementos de niacina: El tratamiento principal para la pelagra implica la administración de suplementos de niacina, ya sea en forma de nicotinamida o ácido nicotínico. Estos suplementos aumentan los niveles de niacina en el cuerpo, ayudando a corregir la deficiencia y aliviar los síntomas de la enfermedad.
  • Dieta equilibrada: Se recomienda una dieta equilibrada y rica en nutrientes para ayudar a prevenir futuras deficiencias de niacina y promover la salud en general. Se deben incluir alimentos ricos en niacina, como carne, pescado, aves, nueces, granos enteros y productos lácteos, en la dieta del paciente.
  • Tratamiento de los síntomas: Se pueden usar medicamentos u otras intervenciones para tratar los síntomas específicos de la pelagra, como la dermatitis, la diarrea, los problemas neurológicos y los trastornos emocionales. Por ejemplo, se pueden recetar cremas tópicas para aliviar la picazón y la irritación de la piel, así como medicamentos antidiarreicos para controlar la diarrea.
  • Terapia nutricional: En algunos casos, puede ser necesario proporcionar terapia nutricional adicional para corregir deficiencias de otros nutrientes que pueden estar contribuyendo a los síntomas de la pelagra, como el triptófano, la vitamina B6 y otros nutrientes esenciales.
  • Seguimiento médico: Después de iniciar el tratamiento, se recomienda un seguimiento médico regular para evaluar la respuesta del paciente al tratamiento, monitorear los niveles de niacina en el cuerpo y ajustar el plan de tratamiento según sea necesario.

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