Sarna: causas, síntomas y tratamiento

La sarna, también conocida como escabiosis, es una infección cutánea causada por el ácaro Sarcoptes scabiei. Esta condición es común en todo el mundo y puede afectar a personas de todas las edades y grupos socioeconómicos.

Causas de Sarna

La sarna, también conocida como escabiosis, es una infección cutánea causada por el ácaro Sarcoptes scabiei. Este ácaro es un parásito microscópico que infecta la piel humana y causa una serie de síntomas molestos, como picazón intensa y erupciones cutáneas. Las principales causas de la sarna incluyen:

  • Contacto directo con una persona infectada: La forma más común de contraer la sarna es a través del contacto directo de piel a piel con una persona infectada. Durante este contacto, los ácaros pueden transferirse de una persona a otra.
  • Contacto indirecto: La sarna también puede transmitirse indirectamente a través del contacto con objetos contaminados por ácaros. Estos objetos pueden incluir ropa de cama, toallas, prendas de vestir, muebles o cualquier otro artículo que haya estado en contacto con una persona infectada.
  • Transmisión sexual: La sarna también puede transmitirse a través del contacto sexual con una pareja infectada. Las áreas genitales y perianales son especialmente propensas a la infección en este tipo de transmisión.
  • Hacinamiento y condiciones de vida precarias: Los entornos donde las personas viven en condiciones de hacinamiento y falta de higiene pueden aumentar el riesgo de propagación de la sarna. Esto se debe a que los ácaros pueden transmitirse fácilmente de una persona a otra en espacios cerrados y superpoblados.
  • Factores de riesgo individuales: Algunos factores pueden aumentar el riesgo de contraer sarna, como tener la piel sensible o dañada, vivir en áreas donde la sarna es endémica, participar en actividades que impliquen contacto cercano con otras personas (como vivir en un hogar de ancianos o en una prisión) y tener un sistema inmunológico debilitado.

Signos y síntomas

Los signos y síntomas de la sarna pueden variar según la persona y la etapa de la infección, pero los más comunes incluyen:

  • Picazón intensa: La picazón es el síntoma más característico de la sarna y generalmente empeora por la noche. Es causada por la reacción alérgica del cuerpo a las sustancias liberadas por los ácaros y sus excrementos. La picazón puede ser intensa y persistente, especialmente en áreas donde los ácaros se han asentado, como entre los dedos, las muñecas, los codos, las axilas, los genitales y alrededor de la cintura.
  • Erupciones cutáneas: Se pueden desarrollar erupciones cutáneas en forma de pequeñas protuberancias rojas, ampollas o lesiones con costras. Estas erupciones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y a menudo se observan líneas o surcos irregulares en la piel, que son los túneles excavados por los ácaros.
  • Marcas de surcos: Las marcas de surcos de color grisáceo o blanquecino en la piel son característicos de la sarna. Estas líneas finas y curvas son los túneles que los ácaros excavan debajo de la piel mientras se alimentan y ponen huevos.
  • Lesiones secundarias: Debido a la picazón intensa, es común que las personas con sarna se rasquen vigorosamente la piel, lo que puede provocar lesiones secundarias, como excoriaciones, costras y enrojecimiento.
  • Síntomas nocturnos: Los síntomas de la sarna tienden a empeorar por la noche, lo que puede dificultar el sueño y afectar la calidad de vida.

Diagnóstico

El diagnóstico de la sarna generalmente se realiza mediante la evaluación clínica de los síntomas y la identificación de los ácaros, sus huevos o sus excrementos en muestras de piel raspada observadas bajo un microscopio.

  • Historial clínico y examen físico: El médico comenzará por recopilar información sobre los síntomas del paciente y su historial médico. Es importante informar al médico sobre cualquier picazón intensa o erupciones cutáneas, así como sobre cualquier posible exposición a la sarna. Luego, se realizará un examen físico para evaluar las áreas afectadas de la piel.
  • Inspección visual: Durante el examen físico, el médico puede buscar signos característicos de la sarna, como marcas de surcos en la piel, erupciones cutáneas, ampollas o lesiones con costras. La presencia de estas características puede sugerir la posibilidad de sarna, pero el diagnóstico definitivo se basará en hallazgos adicionales.
  • Prueba de raspado cutáneo: Para confirmar el diagnóstico, el médico puede realizar una prueba de raspado cutáneo. Durante este procedimiento, se raspa suavemente la piel con una cuchilla o un borde romo para recolectar una muestra de células de la piel y posibles ácaros, huevos o excrementos. La muestra se coloca en una lámina de vidrio, se tiñe y se examina bajo un microscopio para detectar la presencia de Sarcoptes scabiei u otros signos de la infección.
  • Pruebas adicionales: En algunos casos, el médico puede ordenar pruebas adicionales, como una biopsia de piel, para descartar otras condiciones cutáneas que puedan tener síntomas similares a los de la sarna.

Tratamiento de la sarna

El tratamiento de la sarna generalmente implica la aplicación de medicamentos tópicos antiparasitarios para eliminar los ácaros y aliviar los síntomas asociados.

  • Permetrina tópica al 5%: La permetrina es el tratamiento de elección para la sarna. Se trata de una crema o loción que se aplica en todo el cuerpo, desde el cuello hacia abajo, y se deja actuar durante un período de tiempo específico antes de enjuagarla. Se puede requerir una segunda aplicación una semana después para asegurar la erradicación completa de los ácaros. La permetrina es segura para su uso en adultos y niños, pero se debe evitar en mujeres embarazadas y lactantes, así como en bebés menores de 2 meses.
  • Ivermectina oral: En algunos casos, especialmente cuando la sarna es resistente al tratamiento tópico o cuando hay complicaciones adicionales, se puede prescribir ivermectina oral. Este medicamento se toma en forma de tabletas y se administra en una dosis única, generalmente en combinación con la permetrina tópica. La ivermectina es efectiva para eliminar los ácaros de la sarna y suele ser bien tolerada, pero no se recomienda durante el embarazo o la lactancia, ni en niños menores de 15 kg de peso.
  • Tratamiento de los contactos: Es importante tratar a todas las personas que hayan tenido contacto cercano con una persona infectada con sarna, incluso si no presentan síntomas. Esto es crucial para prevenir la propagación de la infección y evitar reinfecciones.
  • Lavado de ropa y objetos: Se debe lavar la ropa de cama, toallas, ropa y otros objetos personales en agua caliente y secarlos a alta temperatura para matar cualquier ácaro que pueda estar presente.
  • Prevención de reinfecciones: Para prevenir reinfecciones, se deben seguir estrictamente las instrucciones del médico y completar todo el curso de tratamiento, así como evitar el contacto directo con personas infectadas y desinfectar el hogar y los objetos personales.

Es fundamental buscar atención médica si se sospecha de sarna para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. Además, seguir las recomendaciones del médico y tomar medidas para prevenir la propagación de la infección son clave para controlar esta condición cutánea.

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