La miopía es un trastorno de la visión en el que las personas pueden ver claramente los objetos cercanos, pero tienen dificultades para enfocar los objetos lejanos. Esta condición se debe a un alargamiento del globo ocular o un aumento en la curvatura de la córnea, lo que hace que la luz se enfoque delante de la retina en lugar de directamente sobre ella.
Causas de miopía
Las causas exactas de la miopía no se comprenden completamente, pero existen varios factores que pueden contribuir al desarrollo de esta condición. Algunas de las posibles causas incluyen:
- Factores genéticos: La miopía tiende a ser hereditaria. Si uno o ambos padres son miopes, es más probable que sus hijos también lo sean. Sin embargo, la forma exacta en que los genes influyen en el desarrollo de la miopía no siempre es clara y puede ser el resultado de la interacción de varios genes.
- Factores ambientales: El entorno en el que una persona crece y vive puede influir en el desarrollo de la miopía. Por ejemplo, se ha observado que pasar mucho tiempo realizando actividades de visión cercana, como leer, trabajar en una computadora o mirar pantallas, puede aumentar el riesgo de desarrollar miopía, especialmente si estas actividades se realizan en condiciones de iluminación insuficiente.
- Cambios en la estructura del ojo: La miopía ocurre cuando el ojo es demasiado largo en relación con la curvatura de la córnea, lo que hace que la luz se enfoque delante de la retina en lugar de directamente sobre ella. Esto puede ser el resultado de factores genéticos, ambientales o una combinación de ambos.
- Factores de estilo de vida: Algunos estudios sugieren que el tiempo pasado al aire libre, especialmente durante la infancia y la adolescencia, puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar miopía. Además, una dieta rica en nutrientes como la vitamina D y la luteína, así como una buena higiene visual, también pueden desempeñar un papel en la prevención de la miopía o en la reducción de su progresión.
Manifestaciones clínicas
- Visión borrosa de lejos: La dificultad para ver objetos distantes con claridad es el síntoma principal de la miopía. Las personas miopes pueden tener problemas para leer señales de tráfico, pizarras en la escuela o ver la televisión o el cine desde cierta distancia.
- Entrecerrar los ojos: Al tratar de ver con mayor claridad, las personas miopes pueden tender a entrecerrar los ojos para enfocar mejor los objetos distantes.
- Fatiga ocular: La fatiga ocular es común entre las personas miopes, especialmente después de periodos prolongados de lectura o trabajo en una pantalla de computadora.
- Dolores de cabeza: La tensión ocular causada por la dificultad para enfocar objetos distantes puede provocar dolores de cabeza, especialmente al final del día o después de realizar tareas visuales intensivas.
- Dificultad para ver de noche: Algunas personas miopes pueden experimentar más dificultad para ver por la noche o en condiciones de poca luz, ya que la miopía puede empeorar los problemas de visión en condiciones de iluminación baja.
- Necesidad de acercarse a los objetos para ver con claridad: Las personas miopes pueden tener que acercarse más a los objetos, como libros o pantallas, para verlos con claridad.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden variar en severidad dependiendo del grado de miopía de cada persona.
Diagnóstico
El diagnóstico de la miopía se realiza a través de un examen ocular completo realizado por un oftalmólogo u optometrista. Este examen puede incluir varios procedimientos y pruebas, tales como:
- Historia clínica: El profesional de la salud ocular puede preguntar sobre tu historial médico y síntomas visuales que estés experimentando.
- Examen de agudeza visual: Se te pedirá que leas una tabla de letras o números (cartilla de Snellen) a diferentes distancias para evaluar tu capacidad visual.
- Refacción ocular: Se utilizan lentes de prueba y una serie de lentes correctivos para determinar la refracción de tus ojos y la magnitud de la miopía.
- Examen de motilidad ocular: Se evalúa la coordinación y movimiento de los músculos oculares.
- Examen del fondo de ojo: Se realiza para examinar la retina y el nervio óptico utilizando un oftalmoscopio.
- Tonometría: Se mide la presión intraocular para detectar signos de glaucoma.
Basándose en los resultados de estos exámenes, el oftalmólogo u optometrista podrá diagnosticar la miopía y determinar su grado de severidad. Además, se pueden identificar otras afecciones oculares que puedan estar presentes y que podrían estar contribuyendo a los síntomas visuales.
Tratamiento de la miopía
- Lentes correctivas: El método más común para corregir la miopía es el uso de anteojos o lentes de contacto con receta. Estos lentes ayudan a enfocar la luz adecuadamente en la retina, lo que mejora la visión.
- Lentes de contacto ortoqueratológicas (ORTO-K): Estos son lentes de contacto rígidos que se usan durante la noche para remodelar temporalmente la córnea. Esto puede proporcionar una visión clara durante el día sin la necesidad de usar anteojos o lentes de contacto durante el día.
- Cirugía refractiva: Hay varias opciones de cirugía refractiva que pueden corregir permanentemente la miopía cambiando la forma de la córnea. Las técnicas comunes incluyen LASIK (queratomileusis in situ con láser), PRK (queratectomía fotorrefractiva) y LASEK (queratectomía epitelial asistida con láser).
- Terapia farmacológica: Aunque menos común, algunos estudios están investigando el uso de medicamentos (como atropina) para controlar la progresión de la miopía, especialmente en niños y adolescentes.
- Estilo de vida y prevención: Si bien no se puede prevenir completamente la miopía, algunos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a controlarla o retrasar su progresión. Esto puede incluir pasar más tiempo al aire libre, mantener una postura adecuada al leer o trabajar en una computadora, y tomar descansos regulares para descansar los ojos.
