Hipercalcemia maligna: causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

La hipercalcemia maligna es una condición médica grave caracterizada por niveles elevados de calcio en la sangre debido a la presencia de un cáncer. Es más común en ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de pulmón, mama, riñón y algunos tipos de cáncer de sangre.

Causas de hipercalcemia maligna

La hipercalcemia maligna es causada por la presencia de cáncer y su efecto en el equilibrio normal del calcio en el cuerpo. Las células cancerosas pueden producir sustancias que afectan la regulación del calcio, lo que resulta en niveles elevados de calcio en la sangre. Algunas de las principales causas incluyen:

Producción de PTH-RP (Péptido Relacionado con la Hormona Paratiroidea):

Algunos tipos de cáncer tienen la capacidad de producir PTH-RP, una sustancia que imita la acción de la hormona paratiroidea (PTH). La PTH-RP puede aumentar la liberación de calcio desde los huesos y la absorción de calcio desde los riñones, lo que contribuye a la hipercalcemia.

Destrucción Ósea:

En ciertos tipos de cáncer, como el mieloma múltiple o algunos cánceres de mama y pulmón, las células cancerosas pueden invadir y destruir el tejido óseo. La liberación de calcio de los huesos dañados contribuye a la hipercalcemia.

Producción de Citocinas:

Algunos tipos de cáncer pueden estimular la producción de citocinas (proteínas inflamatorias) que afectan la regulación del calcio.

Metástasis Óseas:

Cuando el cáncer se disemina a los huesos, puede conducir a la liberación de calcio desde el tejido óseo afectado.

Tipos de Cáncer Asociados:

Cáncer de Pulmón:

Algunos tipos de cáncer de pulmón, como el carcinoma de células pequeñas, pueden estar asociados con hipercalcemia maligna.

Cáncer de Mama:

Algunos subtipos de cáncer de mama, especialmente aquellos con metástasis óseas, pueden contribuir a la hipercalcemia.

Mieloma Múltiple:

El mieloma múltiple, un cáncer de células plasmáticas en la médula ósea, a menudo se asocia con hipercalcemia.

Cáncer de Riñón:

Algunos tipos de cáncer renal pueden estar relacionados con hipercalcemia maligna.

Cáncer de Tiroides:

En casos raros, ciertos tipos de cáncer de tiroides pueden contribuir a la hipercalcemia.

Signos y síntomas

Los síntomas de la hipercalcemia maligna pueden variar en intensidad y pueden depender de la gravedad de la elevación de los niveles de calcio en la sangre. Algunos de los síntomas comunes incluyen:

Síntomas Generales:

Fatiga y debilidad general.

Pérdida de apetito.

Náuseas y vómitos.

Síntomas Neurológicos:

Confusión mental.

Dificultades de concentración y memoria.

Coma (en casos graves).

Síntomas Gastrointestinales:

Estreñimiento.

Dolor abdominal.

Síntomas Renales:

Aumento de la frecuencia urinaria.

Deshidratación.

Insuficiencia renal (en casos graves).

Síntomas Musculares y Óseos:

Dolor muscular.

Debilidad muscular.

Dolor óseo.

Síntomas Cardiovasculares:

Hipertensión arterial.

Palpitaciones cardíacas.

Arritmias cardíacas (en casos graves).

Síntomas Psicológicos:

Cambios en el estado de ánimo.

Irritabilidad.

Ansiedad.

Síntomas Cutáneos:

Sequedad de la piel.

Prurito (picazón).

Deshidratación.

Síntomas Oftalmológicos:

Visión borrosa.

Fotofobia (sensibilidad a la luz).

Diagnóstico

El diagnóstico de hipercalcemia maligna implica la evaluación clínica, pruebas de laboratorio y la identificación de la causa subyacente, que suele ser la presencia de cáncer. Aquí se describen los pasos comunes en el diagnóstico de hipercalcemia maligna:

1. Evaluación Clínica:

Historia Clínica:

Se recopila información detallada sobre los síntomas del paciente, su historial médico y la duración de los síntomas.

Examen Físico:

Se realiza un examen físico para identificar signos clínicos de hipercalcemia, como sequedad de la piel, debilidad muscular, alteraciones neurológicas y otros síntomas.

2. Pruebas de Laboratorio:

Medición de Calcio en Sangre:

Un análisis de sangre para medir los niveles de calcio total y corregido, ya que el calcio corregido toma en cuenta las concentraciones de albúmina en la sangre.

Medición de PTH (Hormona Paratiroidea):

Se puede realizar para distinguir entre diferentes causas de hipercalcemia. En la hipercalcemia maligna, los niveles de PTH suelen estar bajos o indetectables.

Pruebas Renales:

La función renal se evalúa mediante análisis de sangre para creatinina y nitrógeno ureico en sangre (BUN).

Otros Marcadores:

Medición de otros marcadores séricos como el fósforo, la albúmina y la fosfatasa alcalina.

3. Evaluación de la Causa Subyacente:

Pruebas de Imagen:

Se pueden realizar estudios de imagen, como radiografías, tomografías computarizadas (TC) o resonancias magnéticas (RM), para buscar tumores, metástasis óseas u otras anomalías.

Búsqueda de Cáncer:

Se pueden realizar pruebas específicas para identificar la presencia y el tipo de cáncer asociado, como mamografías, estudios de imagen de tórax, pruebas de marcadores tumorales, entre otras, según la sospecha clínica.

4. Evaluación de la Severidad:

Clasificación de la Severidad:

Se clasifica la hipercalcemia según su severidad, que puede influir en las decisiones de tratamiento y enfoques de manejo.

Tratamiento

El tratamiento de la hipercalcemia maligna implica abordar tanto los síntomas agudos como la causa subyacente, que suele ser la presencia de cáncer. Aquí se describen los enfoques comunes para el tratamiento de la hipercalcemia maligna:

1. Tratamiento Inicial:

Hidratación Intravenosa:

La administración de líquidos intravenosos es fundamental para corregir la deshidratación asociada con la hipercalcemia y para aumentar la excreción de calcio a través de los riñones.

Diuréticos:

En algunos casos, se pueden utilizar diuréticos, como la furosemida, para aumentar la eliminación de calcio en la orina.

Ajuste de Electrolitos:

Se corrigen desequilibrios electrolíticos, como la corrección de niveles bajos de potasio.

2. Tratamiento Específico de la Causa Subyacente:

Tratamiento del Cáncer:

La identificación y el tratamiento del cáncer responsable de la hipercalcemia son críticos. Esto puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia u otros tratamientos específicos según el tipo y la extensión del cáncer.

3. Medicamentos:

Bifosfonatos:

Los bifosfonatos, como el pamidronato o el zoledronato, se utilizan comúnmente para reducir los niveles de calcio en la sangre. Estos medicamentos actúan inhibiendo la resorción ósea.

Denosumab:

Denosumab es otro medicamento que puede ser utilizado para reducir la resorción ósea y disminuir los niveles de calcio.

Calcitonina:

La calcitonina puede utilizarse temporalmente para una acción rápida en la reducción de los niveles de calcio, pero su efecto es transitorio.

4. Monitorización Continua:

Monitoreo de Electrolitos:

Se realiza una monitorización continua de los niveles de calcio en sangre y otros electrolitos para ajustar el tratamiento según sea necesario.

Evaluación de la Respuesta al Tratamiento:

Se evalúa la respuesta al tratamiento mediante la mejora de los síntomas y la normalización de los niveles de calcio.

5. Consideraciones Adicionales:

Cuidados de Soporte:

Se brindan cuidados de soporte según sea necesario para abordar otros síntomas y complicaciones asociadas.

Manejo Multidisciplinario:

El tratamiento de la hipercalcemia maligna suele requerir la colaboración de un equipo multidisciplinario que puede incluir oncólogos, endocrinólogos, nefrólogos y otros especialistas según las necesidades del paciente.

¿Te ha gustado? ¡Compártelo!

Una respuesta a “Hipercalcemia maligna: causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Autora


¡Hola! Mi nombre es Mavi, y soy la creadora y fundadora de esta plataforma dedicada a proporcionar apuntes de enfermería de alta calidad. Soy enfermera de profesión, con una pasión por la educación y el compartir conocimientos para el beneficio de la comunidad de enfermería. Cuento con una sólida formación académica en enfermería, habiendo obtenido mi título de enfermería en 2015. Tengo un máster en atención primaria, otro de oncología y un posgrado de neurología. A lo largo de mi carrera, he trabajado en diversas áreas de la enfermería, incluyendo oncología, unidad de ictus, hospitalización y sociosanitario. Mi experiencia práctica ha sido fundamental para comprender las necesidades de los estudiantes y profesionales de enfermería en su búsqueda de recursos educativos.