Epididimitis: causas, síntomas y tratamiento

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La epididimitis es la inflamación del epidídimo, que es un pequeño conducto en forma de tubo ubicado en la parte posterior de los testículos. Esta inflamación puede ser aguda o crónica y puede ser causada por una infección bacteriana o viral, así como por otros factores.

Causas de epididimitis

La epididimitis puede tener varias causas, siendo las más comunes las infecciones bacterianas y las infecciones de transmisión sexual (ITS). Algunas posibles causas:

  • Infecciones bacterianas: La epididimitis es frecuentemente causada por una infección bacteriana que se propaga al epidídimo, el conducto que lleva el esperma desde el testículo hasta los conductos deferentes. Estas bacterias pueden ingresar al epidídimo a través de la uretra, la próstata o el tracto urinario. Las bacterias más comunes asociadas con la epididimitis incluyen Escherichia coli (E. coli), que normalmente vive en el tracto gastrointestinal, y algunas bacterias que causan infecciones de transmisión sexual (ITS), como la clamidia y la gonorrea.
  • Infecciones de transmisión sexual (ITS): Las ITS, como la clamidia y la gonorrea, son causas comunes de epididimitis en hombres sexualmente activos. Estas infecciones pueden propagarse desde la uretra o el recto hacia el epidídimo durante las relaciones sexuales sin protección con una pareja infectada. La clamidia es una de las causas más comunes de epididimitis en hombres jóvenes y puede ser especialmente peligrosa debido a su capacidad para causar daño permanente a los tejidos reproductivos si no se trata.
  • Prostatitis: La inflamación de la próstata, conocida como prostatitis, también puede causar epididimitis. La próstata se encuentra cerca del epidídimo y una infección o inflamación en esta glándula puede propagarse al epidídimo.
  • Infecciones del tracto urinario (ITU): Las infecciones del tracto urinario, especialmente aquellas que afectan la uretra o la vejiga, pueden propagarse hacia el epidídimo y causar epididimitis. Esto puede ocurrir si las bacterias ingresan al epidídimo a través del sistema urinario.
  • Traumatismo o lesiones: Los traumatismos o lesiones en el área genital pueden causar inflamación del epidídimo y resultar en epididimitis.
  • Cateterismo urinario: El uso de un catéter urinario puede aumentar el riesgo de desarrollar infecciones del tracto urinario, lo que a su vez puede provocar epididimitis.
  • Reflujo de orina: El reflujo de orina desde la vejiga hacia los conductos deferentes y el epidídimo puede ser una causa rara pero posible de epididimitis.

Signos y síntomas

  • Dolor testicular: El síntoma más común es el dolor en uno o ambos testículos. El dolor puede variar desde leve hasta intenso y puede ser repentino o gradual. Por lo general, el dolor comienza en un lado del escroto y puede extenderse hacia la ingle, el abdomen inferior o la parte baja de la espalda.
  • Inflamación y sensibilidad: El epidídimo puede estar inflamado, hinchado y sensible al tacto. Puede sentirse un bulto o aumento de tamaño en la parte posterior o lateral del testículo.
  • Enrojecimiento: La piel sobre el testículo afectado puede estar enrojecida debido a la inflamación.
  • Calor: El área afectada puede sentirse caliente al tacto debido a la inflamación.
  • Dolor al orinar: Algunos hombres pueden experimentar dolor o molestias al orinar, especialmente si la infección se ha extendido a la uretra o la vejiga.
  • Ardor o picazón: Puede haber sensaciones de ardor o picazón alrededor del área genital o dentro del canal uretral.
  • Secreción uretral: En casos de epididimitis causada por una infección de transmisión sexual, como la clamidia o la gonorrea, puede haber una secreción anormal del pene.
  • Fiebre y escalofríos: En algunos casos, la epididimitis puede estar acompañada de fiebre y escalofríos, especialmente si la infección es grave o se ha propagado a otras áreas del cuerpo.

Diagnóstico

  • Historia clínica: El médico comenzará preguntando al paciente sobre sus síntomas, incluyendo la naturaleza y la duración del dolor testicular, cualquier síntoma adicional como fiebre o secreción uretral, y factores de riesgo, como antecedentes de infecciones de transmisión sexual (ITS) o recientes procedimientos médicos en el área genital.
  • Examen físico: Durante el examen físico, el médico examinará los testículos, el epidídimo y el área circundante. Buscará signos de inflamación, sensibilidad, hinchazón y enrojecimiento en el escroto. También puede palpar el epidídimo para determinar si está agrandado o sensible.
  • Análisis de orina: Se puede realizar un análisis de orina para buscar signos de infección en el tracto urinario, que pueden estar asociados con la epididimitis. La presencia de glóbulos blancos en la orina puede indicar una infección.
  • Cultivo de secreción uretral: Si se sospecha una infección de transmisión sexual (ITS), como clamidia o gonorrea, se puede realizar un cultivo de la secreción uretral para identificar la bacteria responsable.
  • Ecografía escrotal: En algunos casos, se puede realizar una ecografía escrotal para evaluar la inflamación del epidídimo y descartar otras condiciones, como torsión testicular o tumor testicular. La ecografía puede proporcionar imágenes detalladas del epidídimo y ayudar a confirmar el diagnóstico de epididimitis.

Tratamiento de la epididimitis

  • Antibióticos: Si la epididimitis es causada por una infección bacteriana, se pueden recetar antibióticos para eliminar la bacteria responsable. La elección del antibiótico dependerá del tipo de bacteria y su sensibilidad a los medicamentos. Los antibióticos comúnmente utilizados incluyen ciprofloxacina, levofloxacina, doxiciclina o azitromicina. Es importante completar el curso completo de antibióticos según lo recetado por el médico, incluso si los síntomas mejoran antes de finalizar el tratamiento.
  • Antiinflamatorios no esteroides (AINE): Los medicamentos antiinflamatorios de venta libre, como el ibuprofeno o el naproxeno, pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación asociados con la epididimitis.
  • Reposo y elevación: Descansar y elevar el escroto mientras se está acostado puede ayudar a reducir la hinchazón y aliviar el malestar. Esto puede lograrse colocando una compresa fría sobre el área afectada.
  • Soporte para el dolor: En algunos casos, se pueden recetar analgésicos más fuertes para controlar el dolor severo.
  • Tratamiento de las infecciones de transmisión sexual (ITS): Si la epididimitis es causada por una ITS, como clamidia o gonorrea, el tratamiento también incluirá medicamentos específicos para esa infección. Además, es importante que las parejas sexuales del paciente también reciban tratamiento para prevenir la reinfección.
  • Seguimiento médico: Es importante realizar un seguimiento con el médico después del tratamiento para asegurarse de que la infección haya sido eliminada y que los síntomas estén mejorando. En algunos casos, puede ser necesaria una ecografía de seguimiento para evaluar la respuesta al tratamiento.

En casos graves o complicados de epididimitis, puede ser necesario el ingreso hospitalario para administrar antibióticos por vía intravenosa y brindar cuidados adicionales.

Complicaciones

La epididimitis es una condición médica que, si no se trata adecuadamente, puede dar lugar a diversas complicaciones, algunas de las cuales pueden ser graves.

  • Absceso testicular: En casos graves de epididimitis, especialmente cuando la infección no se trata adecuadamente, puede desarrollarse un absceso en el testículo afectado. Esto es una acumulación de pus que puede requerir drenaje quirúrgico.
  • Infertilidad: La inflamación crónica del epidídimo puede dañar los conductos deferentes y afectar la producción, transporte y función de los espermatozoides. Esto puede conducir a la infertilidad si no se trata.
  • Recurrencia de la infección: Si la epididimitis no se trata adecuadamente o si no se identifica y trata la causa subyacente, como una infección de transmisión sexual (ITS), la infección puede regresar o persistir.
  • Daño testicular permanente: En casos severos o prolongados de epididimitis, puede producirse daño permanente en los tejidos del epidídimo y el testículo. Esto puede afectar la función testicular y la producción de esperma.
  • Síndrome de dolor crónico: Algunos hombres pueden experimentar dolor crónico en el área genital, conocido como síndrome de dolor crónico pélvico o síndrome de dolor crónico del epidídimo, como resultado de una epididimitis previa.

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