Anticuerpos monoclonales: tipos, indicaciones y efectos secundarios

Los anticuerpos monoclonales son una clase de medicamentos diseñados para tratar una variedad de enfermedades, incluyendo el cáncer, enfermedades autoinmunes y trastornos inflamatorios. Estos medicamentos son producidos en laboratorio y están diseñados para imitar o mejorar la capacidad del sistema inmunológico para combatir enfermedades. Aquí hay algunas características y aplicaciones de los anticuerpos monoclonales:

Características de los anticuerpos monoclonales:

  • Estructura: Los anticuerpos monoclonales son proteínas diseñadas para reconocer y unirse a proteínas específicas en el cuerpo, como receptores celulares, proteínas tumorales o moléculas inflamatorias.
  • Especificidad: Cada anticuerpo monoclonal se dirige a un objetivo específico en el cuerpo, lo que permite un tratamiento altamente específico y dirigido.
  • Producción: Los anticuerpos monoclonales se producen en laboratorio mediante técnicas de biotecnología, lo que permite una producción controlada y consistente.

Tipos de anticuerpos monoclonales

Los fármacos basados en anticuerpos monoclonales se han convertido en una clase importante de medicamentos en la medicina moderna. Estos fármacos pueden clasificarse en varias categorías según su función terapéutica y los tipos de enfermedades que tratan.

Fármacos antitumorales:

  • Trastuzumab (Herceptin): Se utiliza en el tratamiento del cáncer de mama HER2 positivo.
  • Rituximab (Rituxan): Se utiliza en el tratamiento del linfoma no Hodgkin y la leucemia linfocítica crónica.
  • Bevacizumab (Avastin): Se utiliza en el tratamiento de varios tipos de cáncer, incluyendo cáncer de colon, pulmón, riñón y cerebro.
  • Pembrolizumab (Keytruda) y nivolumab (Opdivo): Se utilizan en la inmunoterapia del cáncer, especialmente en cánceres que expresan PD-L1.
  • Ipilimumab (Yervoy): Se utiliza en el tratamiento del melanoma avanzado.

Fármacos para enfermedades autoinmunes y inflamatorias:

  • Adalimumab (Humira) y infliximab (Remicade): Se utilizan en el tratamiento de enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, la enfermedad de Crohn y la psoriasis.
  • Tocilizumab (Actemra): Se utiliza en el tratamiento de la artritis reumatoide y la arteritis de células gigantes.
  • Ustekinumab (Stelara): Se utiliza en el tratamiento de la psoriasis y la enfermedad de Crohn.
  • Vedolizumab (Entyvio): Se utiliza en el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal.
  • Secukinumab (Cosentyx) y ixekizumab (Taltz): Se utilizan en el tratamiento de la psoriasis y la artritis psoriásica.

Fármacos para enfermedades infecciosas:

  • Palivizumab (Synagis): Se utiliza para prevenir la infección por virus sincitial respiratorio (VSR) en bebés y niños de alto riesgo.
  • Raxibacumab (ABthrax): Se utiliza para el tratamiento de la intoxicación por ántrax.
  • Tocilizumab (Actemra): A veces se utiliza en el tratamiento de la tormenta de citoquinas asociada con ciertas infecciones graves.

Otros fármacos:

  • Omalizumab (Xolair): Se utiliza en el tratamiento del asma alérgica grave y la urticaria crónica.
  • Eculizumab (Soliris): Se utiliza en el tratamiento de trastornos del sistema inmunológico, como la hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN) y el síndrome urémico hemolítico atípico (SUHA).
  • Denosumab (Prolia, Xgeva): Se utiliza en el tratamiento de la osteoporosis y la prevención de fracturas óseas en ciertos tipos de cáncer.

Indicaciones de los anticuerpos monoclonales

Las indicaciones de los anticuerpos monoclonales varían según el tipo específico de anticuerpo y la enfermedad que se esté tratando.

En el tratamiento del cáncer:

  • Cáncer de mama: Trastuzumab (Herceptin) se utiliza en el cáncer de mama HER2 positivo.
  • Linfoma no Hodgkin: Rituximab (Rituxan) se utiliza en el linfoma no Hodgkin, tanto en el tratamiento inicial como en la enfermedad recurrente.
  • Leucemia linfocítica crónica: Rituximab se utiliza en combinación con otros medicamentos para tratar la leucemia linfocítica crónica.
  • Cáncer colorrectal: Cetuximab (Erbitux) y panitumumab (Vectibix) se utilizan en el tratamiento del cáncer colorrectal metastásico.

En el tratamiento de enfermedades autoinmunes:

  • Artritis reumatoide: Adalimumab (Humira), infliximab (Remicade), rituximab y tocilizumab (Actemra) se utilizan para el tratamiento de la artritis reumatoide.
  • Enfermedad de Crohn: Adalimumab, infliximab y vedolizumab (Entyvio) se utilizan en el tratamiento de la enfermedad de Crohn.
  • Psoriasis: Adalimumab, infliximab y ustekinumab (Stelara) se utilizan en el tratamiento de la psoriasis moderada a grave.

En el tratamiento de enfermedades inflamatorias:

  • Enfermedad inflamatoria intestinal: Adalimumab, infliximab, vedolizumab y ustekinumab se utilizan en el tratamiento de la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
  • Esclerosis múltiple: Natalizumab (Tysabri) se utiliza en el tratamiento de la esclerosis múltiple recidivante-remitente.
  • Psoriasis: Ustekinumab se utiliza en el tratamiento de la psoriasis moderada a grave.

En el tratamiento de otras enfermedades:

  • Prevención de migrañas: Erenumab (Aimovig) se utiliza en la prevención de migrañas en adultos.
  • Prevención de la migraña crónica: Fremanezumab (Ajovy) y galcanezumab (Emgality) se utilizan en la prevención de la migraña crónica en adultos.
  • Asma grave: Omalizumab (Xolair) se utiliza en el tratamiento del asma grave alérgica.

Es importante tener en cuenta que esta lista no es exhaustiva y que hay muchos otros anticuerpos monoclonales en desarrollo y en uso clínico para una variedad de enfermedades.

Farmacodinamia de los anticuerpos monoclonales

La farmacodinamia de los anticuerpos monoclonales se refiere a cómo estos medicamentos interactúan con el cuerpo y producen su efecto terapéutico.

Especificidad de unión:

Los anticuerpos monoclonales están diseñados para unirse específicamente a una proteína o molécula objetivo en el cuerpo, como receptores celulares, proteínas tumorales o moléculas inflamatorias. Esta especificidad de unión les permite dirigirse selectivamente a las células o tejidos afectados, minimizando los efectos secundarios en otras partes del cuerpo.

Mecanismos de acción:

Los anticuerpos monoclonales pueden ejercer su efecto terapéutico a través de varios mecanismos:

  • Bloqueo de señalización: Al unirse a receptores celulares específicos, los anticuerpos monoclonales pueden bloquear la señalización celular que promueve el crecimiento y la supervivencia de las células cancerosas o inflamatorias.
  • Activación del sistema inmunológico: Al unirse a proteínas específicas en la superficie de las células cancerosas o infectadas, los anticuerpos monoclonales pueden marcar estas células para su destrucción por parte del sistema inmunológico, como la fagocitosis por los macrófagos o la lisis celular por las células asesinas naturales.
  • Inhibición de la angiogénesis: Al dirigirse a factores de crecimiento vascular, como el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), los anticuerpos monoclonales pueden inhibir la formación de nuevos vasos sanguíneos, lo que reduce el suministro de nutrientes a los tumores y limita su crecimiento.

Duración de la acción:

La duración de la acción de un anticuerpo monoclonal puede variar según su vida media en el cuerpo y su tasa de eliminación. Algunos anticuerpos monoclonales pueden tener una vida media corta y requerir administración frecuente, mientras que otros pueden tener una vida media más larga y requerir administración menos frecuente.

Variabilidad interindividual:

La respuesta a los anticuerpos monoclonales puede variar entre individuos debido a diferencias en la expresión de las proteínas objetivo, la inmunogenicidad del anticuerpo y la presencia de factores genéticos y ambientales que afectan la farmacocinética y la farmacodinamia del fármaco.

Farmacocinética

La farmacocinética de los anticuerpos monoclonales describe cómo estos fármacos son absorbidos, distribuidos, metabolizados y eliminados por el organismo.

Absorción:

Los anticuerpos monoclonales se administran típicamente por vía intravenosa, lo que permite una rápida y completa absorción en el torrente sanguíneo. La velocidad y la extensión de la absorción pueden variar dependiendo de factores como la dosis, la vía de administración y las características específicas del anticuerpo monoclonal.

Distribución:

Una vez en el torrente sanguíneo, los anticuerpos monoclonales se distribuyen por todo el cuerpo, alcanzando los tejidos y órganos periféricos. La distribución de los anticuerpos monoclonales puede estar influenciada por varios factores, como el tamaño molecular, la unión a proteínas plasmáticas y las características del tejido.

Metabolismo:

A diferencia de muchos medicamentos convencionales, los anticuerpos monoclonales suelen experimentar un metabolismo mínimo o nulo en el organismo. En su mayoría, son eliminados intactos del cuerpo o se degradan por proteólisis en fragmentos más pequeños que son posteriormente eliminados.

Eliminación:

La eliminación de los anticuerpos monoclonales generalmente ocurre a través de la excreción renal y/o la depuración por el sistema reticuloendotelial (como el bazo y el hígado). La velocidad de eliminación puede variar según la vida media del anticuerpo monoclonal y la función renal del paciente.

Vida media:

La vida media de los anticuerpos monoclonales puede variar ampliamente, desde días hasta semanas, dependiendo de factores como el tamaño molecular, la afinidad por el antígeno y la tasa de eliminación. Una vida media más larga puede requerir una administración menos frecuente del fármaco.

Efectos secundarios de los anticuerpos monoclonales

Los efectos secundarios de los anticuerpos monoclonales pueden variar dependiendo del tipo específico de anticuerpo monoclonal, la enfermedad que se está tratando, la dosis administrada y la respuesta individual del paciente.

Reacciones relacionadas con la infusión:

  • Reacciones de hipersensibilidad: Pueden ocurrir reacciones alérgicas, como urticaria, prurito, enrojecimiento de la piel, dificultad para respirar o hinchazón de la cara y la garganta durante o poco después de la infusión del anticuerpo monoclonal.
  • Fiebre y escalofríos: Algunos pacientes pueden experimentar fiebre, escalofríos o síntomas similares a la gripe durante o después de la infusión.
  • Hipotensión: Se pueden presentar episodios de presión arterial baja durante la infusión, lo que puede causar mareos, debilidad o desmayos.

Reacciones dermatológicas:

  • Erupción cutánea: Algunos pacientes pueden desarrollar una erupción cutánea leve a moderada en la piel después de la administración del anticuerpo monoclonal.
  • Dermatitis: Se han reportado casos de dermatitis de contacto o reacciones de hipersensibilidad en la piel en respuesta al anticuerpo monoclonal.

Reacciones gastrointestinales:

  • Náuseas y vómitos: Algunos pacientes pueden experimentar náuseas, vómitos o malestar estomacal como efectos secundarios del tratamiento.
  • Diarrea: La diarrea puede ocurrir como efecto secundario, especialmente en pacientes tratados con anticuerpos monoclonales para enfermedades inflamatorias o cáncer.

Reacciones hematológicas:

  • Neutropenia: Se ha observado una disminución en el recuento de neutrófilos en la sangre en algunos pacientes tratados con anticuerpos monoclonales.
  • Trombocitopenia: La disminución del recuento de plaquetas en la sangre puede ocurrir en respuesta al tratamiento con anticuerpos monoclonales en algunos casos.

Otros efectos secundarios:

  • Infecciones: Existe un riesgo aumentado de infecciones, especialmente infecciones respiratorias, en pacientes tratados con ciertos anticuerpos monoclonales que afectan el sistema inmunológico.
  • Fatiga: Algunos pacientes pueden experimentar fatiga o debilidad como efecto secundario del tratamiento con anticuerpos monoclonales.

Interacciones medicamentosas

Las interacciones de los anticuerpos monoclonales pueden ocurrir cuando estos medicamentos interactúan con otros fármacos, productos biológicos o sustancias en el organismo, lo que puede afectar su eficacia, seguridad o farmacocinética.

Interacciones farmacodinámicas:

  • Inmunosupresores: Los anticuerpos monoclonales que actúan sobre el sistema inmunológico, como los que bloquean el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), pueden aumentar el riesgo de infecciones cuando se administran con otros medicamentos inmunosupresores.
  • Vacunas: Los anticuerpos monoclonales que suprimen la actividad del sistema inmunológico pueden reducir la eficacia de las vacunas vivas atenuadas y aumentar el riesgo de infecciones.
  • Terapias biológicas: Algunos medicamentos biológicos pueden interactuar con los anticuerpos monoclonales, aumentando el riesgo de reacciones adversas o reduciendo su eficacia.

Interacciones farmacocinéticas:

  • Inhibidores o inductores del metabolismo: Los fármacos que afectan las enzimas hepáticas responsables del metabolismo de los anticuerpos monoclonales pueden aumentar o disminuir sus niveles en sangre, afectando su eficacia o seguridad.
  • Fármacos que afectan la excreción renal: Los medicamentos que afectan la función renal pueden alterar la eliminación de los anticuerpos monoclonales y aumentar el riesgo de acumulación y toxicidad.
  • Interacciones con alimentos: Algunos alimentos o nutrientes pueden afectar la absorción o el metabolismo de los anticuerpos monoclonales, aunque estas interacciones suelen ser menos comunes que con otros tipos de medicamentos.

Interacciones con otros tratamientos:

  • Quimioterapia: Algunos anticuerpos monoclonales se administran en combinación con la quimioterapia para el tratamiento del cáncer, y pueden interactuar con los medicamentos de quimioterapia y afectar su eficacia o toxicidad.
  • Radioterapia: La radioterapia puede afectar la respuesta del cuerpo a los anticuerpos monoclonales y viceversa, por lo que es importante coordinar el tratamiento con los profesionales de la salud.
  • Terapias complementarias: Algunas terapias complementarias, como hierbas, suplementos o medicina alternativa, pueden interactuar con los anticuerpos monoclonales y afectar su eficacia o seguridad.

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