Tratamiento de la deshabituación alcohólica

El tratamiento de deshabituación alcohólica, también conocido como desintoxicación o detoxificación alcohólica, es el proceso de eliminar el alcohol del cuerpo y manejar los síntomas de abstinencia asociados con la interrupción del consumo de alcohol. Este tratamiento es el primer paso en el proceso de recuperación del alcoholismo y es fundamental para estabilizar al paciente y prepararlo para la rehabilitación y el tratamiento a largo plazo. Aquí hay algunas estrategias comunes utilizadas en el tratamiento de deshabituación alcohólica:

  1. Supervisión médica: La desintoxicación alcohólica debe ser supervisada por personal médico calificado, ya que puede ser peligrosa y potencialmente mortal en casos graves. La supervisión médica permite el monitoreo de los signos vitales del paciente y la administración de medicamentos para controlar los síntomas de abstinencia y prevenir complicaciones.
  2. Medicamentos: Se pueden usar medicamentos para ayudar a aliviar los síntomas de abstinencia y reducir el riesgo de complicaciones durante la desintoxicación. Algunos medicamentos comunes incluyen benzodiazepinas (como diazepam o lorazepam) para controlar la ansiedad y prevenir convulsiones, y medicamentos como el disulfiram, el naltrexona o la acamprosato para ayudar a prevenir la recaída en el consumo de alcohol.
  3. Fluidos y nutrición: Durante la desintoxicación, es importante mantener al paciente bien hidratado y proporcionarle una nutrición adecuada para ayudar a restaurar los niveles de electrolitos y nutrientes que pueden estar desequilibrados debido al consumo de alcohol.
  4. Apoyo psicológico: El apoyo psicológico, que puede incluir terapia individual, terapia de grupo o participación en programas de 12 pasos como Alcohólicos Anónimos (AA), puede ser beneficioso para ayudar al paciente a lidiar con los desafíos emocionales y psicológicos asociados con la desintoxicación y la recuperación del alcoholismo.
  5. Entorno seguro: Es importante proporcionar un entorno seguro y de apoyo para el paciente durante la desintoxicación, donde se sienta protegido y respaldado en su proceso de recuperación.
  6. Evaluación y planificación del tratamiento a largo plazo: Durante la desintoxicación, se debe realizar una evaluación exhaustiva de las necesidades del paciente y se debe desarrollar un plan de tratamiento a largo plazo que aborde los factores subyacentes del alcoholismo y brinde apoyo continuo para la recuperación.

Es fundamental reconocer que la desintoxicación alcohólica es solo el primer paso en el proceso de recuperación del alcoholismo, y que el tratamiento a largo plazo, que puede incluir terapia individual, terapia grupal, apoyo continuo y cambios en el estilo de vida, es necesario para ayudar al paciente a mantener la sobriedad a largo plazo.

Método

Uno de los métodos utilizados en la deshabituación alcohólica es el tratamiento por aversión. Consiste en permitir que el paciente beba cierta cantidad de alcohol y después de unos minutos administrarle una medicación emética. Actualmente no es el más utilizado.

El tratamiento de elección es la psicoterapia alcohólica y los grupos de ayuda mutua.

En pacientes ingresados en centros de desintoxicación se utiliza vitaminoterapia y administración de sedantes.

El disulfiram también se utiliza en el tratamiento de desintoxicación actuando como tratamiento por aversión. Actúa de manera que si el paciente consume alcohol tomando esta medicación, experimenta náuseas y malestar.

Contenido relacionado

Relación entre consumo de alcohol y cáncer

 

¿Te ha gustado? ¡Compártelo!

Una respuesta a “Tratamiento de la deshabituación alcohólica”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Autora


¡Hola! Mi nombre es Mavi, y soy la creadora y fundadora de esta plataforma dedicada a proporcionar apuntes de enfermería de alta calidad. Soy enfermera de profesión, con una pasión por la educación y el compartir conocimientos para el beneficio de la comunidad de enfermería. Cuento con una sólida formación académica en enfermería, habiendo obtenido mi título de enfermería en 2015. Tengo un máster en atención primaria, otro de oncología y un posgrado de neurología. A lo largo de mi carrera, he trabajado en diversas áreas de la enfermería, incluyendo oncología, unidad de ictus, hospitalización y sociosanitario. Mi experiencia práctica ha sido fundamental para comprender las necesidades de los estudiantes y profesionales de enfermería en su búsqueda de recursos educativos.