El diagnóstico de enfermería NANDA 00028 Riesgo de déficit del volumen de líquidos se utiliza para identificar a los pacientes que tienen un riesgo potencial de experimentar una disminución del volumen de líquidos que, si no se aborda, podría llevar a un estado de deshidratación. Aquí se presentan los componentes clave de este diagnóstico:
Componentes del Diagnóstico:
Título o Nombre del Diagnóstico:
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- Riesgo de déficit del volumen de líquidos.
Definición:
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- Vulnerabilidad para experimentar una disminución de los líquidos intravasculares, intersticiales o intracelulares que puede comprometer la función fisiológica.
Factores de Riesgo:
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- Restricciones dietéticas de líquidos.
- Vómitos o diarrea frecuentes.
- Fiebre.
- Cirugía reciente.
- Ingesta insuficiente de líquidos.
- Incapacidad para tomar líquidos.
- Edades extremas
- Factores que influencias las necesidades de líquidos
- Pesos extremos
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Signos y Síntomas Definitorios (si están presentes):
Se pueden incluir signos y síntomas específicos que sugieran una disminución del volumen de líquidos, como sequedad de mucosas, disminución de la diuresis, aumento de la sed, entre otros.
Problemas asociados
– Agente farmacológico
– Desviaciones que afectan la absorción de líquidos
– Desviaciones que afectan la ingesta de líquidos
– Mecanismos regulatorios comprometidos
– Pérdida activa del volumen de líquidos
– Pérdida excesiva de líquidos a través de las vías normales
– Pérdida excesiva de líquidos a través de vías no habituales
Ejemplo de Formulación:
- Riesgo de déficit del volumen de líquidos relacionado con vómitos frecuentes, ingesta insuficiente de líquidos y restricciones dietéticas.
Intervenciones de Enfermería Posibles:
- Monitorización Continua:
- Vigilar la ingesta y la producción de líquidos para identificar cualquier desequilibrio.
- Educación al Paciente:
- Proporcionar educación sobre la importancia de mantener una ingesta adecuada de líquidos y los signos de deshidratación.
- Registro de Signos Vitales:
- Registrar signos vitales, incluyendo la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la frecuencia respiratoria.
- Incentivar la Ingesta de Líquidos:
- Incentivar y apoyar la ingesta regular de líquidos, adaptándose a las preferencias del paciente.
- Monitoreo de Electrolitos:
- Vigilar los niveles de electrolitos, especialmente si hay factores que aumentan el riesgo de desequilibrio electrolítico.
- Colaboración con el Equipo de Nutrición:
- Colaborar con el equipo de nutrición para asegurar una adecuada ingesta de líquidos y evaluar la necesidad de ajustar restricciones dietéticas.
- Vigilancia de Síntomas Definitorios:
- Evaluar regularmente los signos y síntomas definitorios, si están presentes, para identificar cualquier cambio que pueda indicar un riesgo inminente.
Es importante adaptar las intervenciones de enfermería según las necesidades específicas de cada paciente y monitorear continuamente su estado para identificar cambios y prevenir la progresión hacia un déficit real del volumen de líquidos.
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