El síndrome de intestino irritable (SII), también conocido como colon irritable, es un trastorno gastrointestinal funcional que puede estar asociado con síntomas como dolor abdominal, cambios en los hábitos intestinales y malestar abdominal. Aunque no existe una dieta única que funcione para todos, algunos cambios en la alimentación pueden ayudar a aliviar los síntomas en algunas personas. Aquí hay pautas generales para una dieta que podría ser beneficiosa para el colon irritable:
Fibra:
Alimentos Ricos en Fibra Soluble: Frutas (por ejemplo, plátanos, manzanas), verduras (por ejemplo, zanahorias, papas), avena y legumbres pueden ser bien tolerados.
Moderar la Fibra Insoluble: Alimentos como brócoli, col y granos enteros pueden ser más difíciles de digerir. Puede ser útil limitar su consumo.
Probióticos:
Alimentos que contienen probióticos, como yogur con cultivos vivos, pueden ayudar a mantener un equilibrio saludable de bacterias en el intestino.
Evitar Alimentos Desencadenantes:
Identificar y evitar alimentos que puedan desencadenar síntomas, como alimentos picantes, grasos, fritos o con alto contenido de cafeína.
Comidas pequeñas y frecuentes
Optar por comidas más pequeñas a lo largo del día en lugar de comidas grandes puede ayudar a reducir la presión en el intestino.
Beber Suficiente Agua:
Mantenerse bien hidratado es esencial. El agua puede ayudar a prevenir el estreñimiento y mantener las heces blandas.
Limitar Lácteos con Lactosa:
Si hay intolerancia a la lactosa, limitar o evitar productos lácteos con lactosa puede ser beneficioso.
Evitar Edulcorantes Artificiales:
Algunas personas pueden experimentar síntomas con edulcorantes artificiales como sorbitol o manitol, presentes en ciertos chicles sin azúcar y productos etiquetados como “sin azúcar”.
Ejemplo