Crisis febril: causas, síntomas y tratamiento

Las crisis febriles son eventos convulsivos que pueden ocurrir en niños durante una fiebre alta. Son bastante comunes y, aunque pueden ser aterradores para los padres, por lo general son benignos y no causan daño cerebral.

Causas de crisis febril

Las crisis febriles suelen ocurrir en respuesta a fiebres altas en niños, pero la fiebre en sí misma no es la causa directa de las convulsiones. En cambio, la fiebre es a menudo un síntoma de otra afección subyacente. Algunas de las causas comunes de las crisis febriles incluyen:

  1. Infecciones Virales y Bacterianas:
    • Las infecciones que causan fiebres, como resfriados, gripe, infecciones del tracto respiratorio o infecciones del oído, son las causas más comunes de las crisis febriles.
  2. Inmunizaciones:
    • Algunos niños pueden experimentar crisis febriles después de recibir ciertas vacunas. Este tipo de crisis febriles son generalmente benignas y temporales.
  3. Infecciones del Sistema Nervioso Central:
    • En casos menos comunes, las infecciones del sistema nervioso central, como la meningitis, pueden desencadenar crisis febriles.
  4. Factores Genéticos:
    • Existe evidencia de que hay una predisposición genética a las crisis febriles. Si un padre o hermano ha tenido crisis febriles, hay un mayor riesgo de que el niño también las experimente.
  5. Rápido Aumento de la Temperatura Corporal:
    • Aunque la fiebre es un componente clave, no todos los episodios febriles llevan a una crisis. A veces, la rapidez con la que aumenta la temperatura corporal puede influir en la ocurrencia de una crisis febril.

Es importante destacar que las crisis febriles son eventos asustadizos, pero por lo general, son benignos y no causan daño cerebral a largo plazo. La mayoría de los niños que experimentan crisis febriles no desarrollan epilepsia más adelante en la vida.

Signos y síntomas

Los síntomas de una crisis febril pueden variar, pero generalmente incluyen cambios en el comportamiento y movimientos involuntarios durante una fiebre alta en un niño. Aquí hay algunos síntomas comunes asociados con las crisis febriles:

  1. Movimientos Involuntarios:
    • Durante una crisis febril, el niño puede experimentar movimientos involuntarios, que pueden incluir convulsiones tónico-clónicas (movimientos rítmicos y repetitivos), contracciones musculares, y a veces, rigidez o sacudidas en todo el cuerpo.
  2. Pérdida de Conciencia:
    • La mayoría de las veces, los niños que tienen una crisis febril pierden temporalmente la conciencia durante el episodio.
  3. Cambios en la Coloración de la Piel:
    • La piel del niño puede volverse más pálida o, en algunos casos, tomar un tono azulado durante la crisis.
  4. Duración Limitada:
    • Las crisis febriles suelen ser de corta duración, generalmente menos de cinco minutos, aunque pueden parecer más largas para los padres.
  5. Dificultad para Respirar:
    • En algunos casos, la respiración del niño puede ser irregular o dificultosa durante la crisis.
  6. Postictal:
    • Después de la crisis febril, el niño puede estar somnoliento o confundido. Este período después de la convulsión se conoce como el estado postictal.

Tratamiento de la crisis febril

El tratamiento de las crisis febriles se centra en controlar la fiebre y brindar apoyo durante y después del episodio. Aquí hay algunas medidas generales que pueden ser tomadas:

  1. Control de la Fiebre:
    • La administración de medicamentos antifebriles, como el paracetamol o el ibuprofeno, puede ayudar a reducir la fiebre. Es importante seguir las indicaciones del pediatra para la dosificación y el uso adecuado de estos medicamentos.
  2. Manejo Durante la Crisis:
    • Durante una crisis febril, se recomienda colocar al niño en una posición segura, preferiblemente de lado, para evitar la obstrucción de las vías respiratorias. No se debe intentar contener los movimientos del niño ni colocar objetos en su boca.
  3. Observación y Seguimiento:
    • Después de una crisis febril, es esencial observar al niño y asegurarse de que esté respirando adecuadamente. Se debe buscar atención médica si la crisis febril dura más de cinco minutos, si hay más de una crisis en un día, o si hay problemas respiratorios significativos.
  4. Refrigeración:
    • En algunos casos, se puede intentar enfriar al niño utilizando compresas húmedas o un baño tibio para ayudar a reducir la fiebre. Sin embargo, es importante no enfriar demasiado al niño para evitar la hipotermia.
  5. Seguimiento Médico:
    • Después de una crisis febril, se debe programar una visita de seguimiento con el pediatra para evaluar la salud general del niño, identificar la causa subyacente de la fiebre y discutir estrategias de prevención.
  6. Manejo Preventivo:
    • En algunos casos, se pueden recomendar medicamentos antifebriles para su uso continuo a fin de prevenir futuras crisis febriles en niños con riesgo elevado.

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