Conducto arterioso persistente: causas, síntomas y tratamiento

El conducto arterioso persistente (CAP) es una condición cardíaca congénita en la que un vaso sanguíneo llamado conducto arterioso, que conecta la arteria pulmonar y la aorta antes del nacimiento, no se cierra como debería poco después del nacimiento. Durante el desarrollo fetal, el conducto arterioso es crucial para desviar la sangre del feto de los pulmones (que no se utilizan para la respiración) directamente hacia la aorta para proporcionar oxígeno al cuerpo en crecimiento.

Cuando un bebé nace, los pulmones asumen su función de oxigenación de la sangre, y el conducto arterioso debería cerrarse naturalmente en las primeras horas o días de vida. Sin embargo, en casos de CAP, este conducto permanece abierto, lo que puede provocar problemas de circulación sanguínea y aumento de la carga de trabajo para el corazón.

Causas de conducto arterioso persistente

Las causas exactas del conducto arterioso persistente (CAP) no siempre están claras y pueden variar según el caso. Sin embargo, existen algunos factores que pueden contribuir al desarrollo de esta condición congénita:

  • Factores genéticos: Se ha observado que los casos de CAP pueden presentarse con mayor frecuencia en familias con antecedentes de defectos cardíacos congénitos. Esto sugiere que puede haber una predisposición genética para el desarrollo del CAP en algunos casos.
  • Factores ambientales: La exposición a ciertos factores ambientales durante el embarazo, como infecciones virales, consumo de alcohol, tabaquismo, malnutrición o exposición a toxinas, puede aumentar el riesgo de desarrollar anomalías cardíacas congénitas, incluido el CAP.
  • Condiciones asociadas: En algunos casos, el CAP puede estar asociado con otras anomalías congénitas o síndromes genéticos, como la trisomía 21 (síndrome de Down) o el síndrome de Patau.
  • Prematuridad: Los bebés prematuros tienen un mayor riesgo de desarrollar CAP, ya que el conducto arterioso a menudo permanece abierto durante más tiempo en los bebés prematuros debido a la inmadurez del sistema cardiovascular.
  • Sexo: Se ha observado que el CAP es más común en bebés de sexo femenino que en bebés de sexo masculino.

Signos y síntomas

Los síntomas del conducto arterioso persistente (CAP) pueden variar dependiendo de la gravedad del defecto y de si el bebé o niño presenta otras afecciones cardíacas o complicaciones asociadas.

  • Problemas respiratorios: Los bebés con CAP pueden mostrar dificultad para respirar, especialmente durante la alimentación, la actividad física o cuando están acostados boca arriba. Esto se debe a que el flujo sanguíneo adicional a través del CAP puede provocar una sobrecarga de volumen en el corazón y los pulmones.
  • Fatiga y debilidad: Los bebés y niños con CAP pueden parecer más cansados o tener menos energía de lo habitual debido a la carga adicional que supone para el corazón bombear sangre a través del conducto anormal.
  • Coloración azulada de la piel (cianosis): La cianosis puede ocurrir cuando hay una cantidad significativa de sangre oxigenada que se desvía de la circulación sistémica a la circulación pulmonar a través del CAP, lo que resulta en una falta de oxígeno en la sangre que se distribuye al cuerpo. Esto puede provocar una coloración azulada en la piel, especialmente en los labios, las uñas y la piel alrededor de los ojos y la boca.
  • Problemas de alimentación y crecimiento: Los bebés con CAP pueden tener dificultades para alimentarse debido a la dificultad para respirar y la fatiga. Esto puede resultar en un aumento lento de peso y problemas de crecimiento.
  • Frecuencia cardíaca rápida (taquicardia): El corazón puede latir más rápido de lo normal en respuesta al esfuerzo adicional requerido para bombear sangre a través del CAP y compensar la disminución del flujo sanguíneo oxigenado.
  • Infecciones respiratorias frecuentes: Los bebés y niños con CAP pueden ser más susceptibles a infecciones respiratorias, como resfriados, bronquiolitis o neumonía, debido a la sobrecarga de volumen en los pulmones y la circulación pulmonar.

Es importante tener en cuenta que algunos bebés o niños con CAP pueden no presentar síntomas evidentes, especialmente si el defecto es pequeño o si se asocia con otras anomalías cardíacas.

Diagnóstico

El diagnóstico del conducto arterioso persistente (CAP) generalmente implica una combinación de evaluación clínica, pruebas de diagnóstico por imágenes y pruebas especializadas.

  • Historia clínica y examen físico: El médico realizará una historia clínica detallada y un examen físico completo del bebé o niño. Durante el examen físico, el médico puede escuchar un soplo cardíaco característico, que es un hallazgo común en los casos de CAP.
  • Ecocardiografía: La ecocardiografía es una prueba de diagnóstico por imágenes que utiliza ondas sonoras para crear imágenes del corazón en tiempo real. Es una herramienta clave para diagnosticar el CAP y evaluar su tamaño, ubicación y efectos en la función cardíaca.
  • Radiografía de tórax: Una radiografía de tórax puede proporcionar información adicional sobre el tamaño y la forma del corazón, así como sobre la presencia de congestión pulmonar, que puede ser indicativa de CAP.
  • Oximetría de pulso: Esta prueba mide los niveles de oxígeno en la sangre y puede ayudar a detectar cianosis, que es una indicación de una falta de oxigenación adecuada en el cuerpo.
  • Electrocardiograma (ECG): Un electrocardiograma registra la actividad eléctrica del corazón y puede revelar anomalías en el ritmo cardíaco que pueden estar asociadas con el CAP.
  • Cateterización cardíaca: En algunos casos, puede ser necesario realizar una cateterización cardíaca para obtener información adicional sobre la anatomía y la función del corazón, así como para determinar la presión en los vasos sanguíneos pulmonares.

Tratamiento del conducto arterioso persistente

El tratamiento del conducto arterioso persistente (CAP) depende de varios factores, incluida la edad del paciente, la gravedad del defecto, la presencia de síntomas y la presencia de complicaciones asociadas.

  • Observación y seguimiento: En algunos casos, especialmente si el CAP es pequeño y no está causando síntomas significativos, el médico puede optar por un enfoque de “esperar y observar”, con seguimiento regular para monitorear el tamaño del defecto y su impacto en la salud del paciente.
  • Medicamentos: Se pueden utilizar medicamentos para ayudar a cerrar el CAP en bebés prematuros o recién nacidos que tienen problemas significativos. Uno de los medicamentos más comúnmente utilizados para este fin es el indometacina, un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE) que puede ayudar a cerrar el CAP al reducir la producción de prostaglandinas.
  • Cirugía: En casos graves o persistentes de CAP, puede ser necesaria una cirugía para cerrar el defecto. Durante la cirugía, el cirujano cardíaco cerrará el CAP utilizando puntos de sutura o un parche sintético. Esta cirugía generalmente se realiza a través de una incisión en el pecho (cirugía a corazón abierto) bajo anestesia general.
  • Intervención con catéter: En lugar de la cirugía, a veces se puede cerrar el CAP utilizando un procedimiento de cateterismo cardíaco. Durante este procedimiento, se inserta un catéter a través de un vaso sanguíneo en la ingle o el cuello y se guía hasta el corazón. Se coloca un dispositivo oclusivo en el CAP para cerrarlo de forma permanente.

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