La placenta es un órgano temporal que se desarrolla durante el embarazo y juega un papel crucial en el suministro de nutrientes y oxígeno al feto, así como en la eliminación de los productos de desecho. A continuación veremos las características de la anatomía de la placenta:
Ubicación:
La placenta generalmente se ubica en la pared del útero, en la región donde se encuentra el óvulo fecundado. Su posición puede variar, pero suele adherirse en la parte superior o lateral del útero.
Forma y Tamaño:
La placenta tiene forma de disco y suele medir alrededor de 15 a 20 centímetros de diámetro. Su grosor puede ser de 2 a 3 centímetros aproximadamente.
Caras Materna y Fetal:
La placenta tiene dos caras: la cara materna, que está en contacto con la pared del útero, y la cara fetal, que está en contacto con el saco amniótico que rodea al feto.
Cordón Umbilical:
El cordón umbilical conecta al feto con la placenta y contiene vasos sanguíneos que transportan sangre entre la madre y el feto. La sangre oxigenada y rica en nutrientes fluye desde la placenta hacia el feto, y la sangre desoxigenada y con productos de desecho fluye desde el feto hacia la placenta.
Cotiledones:
La placenta está dividida en estructuras llamadas cotiledones, que son unidades funcionales que contienen vasos sanguíneos. Cada cotiledón está conectado al feto a través del cordón umbilical.
Membranas:
Las membranas fetales, que incluyen el corion y el amnios, rodean al feto y están conectadas a la placenta. El corion forma parte de la placenta y contribuye a su función de intercambio de nutrientes y desechos.
Función de Intercambio:
La placenta actúa como un filtro entre la sangre materna y la sangre fetal, permitiendo el intercambio de nutrientes, oxígeno y productos de desecho. Además, proporciona una barrera inmunológica para proteger al feto.
Hormonas Placentarias:
La placenta produce hormonas esenciales para el mantenimiento del embarazo, como la gonadotropina coriónica humana (hCG), que es la hormona que se detecta en las pruebas de embarazo.
Estructuras Básicas:
La placenta está compuesta principalmente por tres estructuras: el corion, el amnios y el disco corial. El corion es la capa externa y contribuye a la formación de las vellosidades coriónicas, que son proyecciones que se extienden hacia el endometrio uterino. El amnios es la capa más interna que rodea al líquido amniótico, y el disco corial es la porción central de la placenta que se conecta al cordón umbilical.
Decidua:
La decidua es la capa del endometrio uterino que está en contacto con la placenta. Durante el embarazo, la decidua se modifica y forma la decidua basal, decidua capsularis y decidua parietalis, cada una con funciones específicas en la implantación y el soporte de la placenta.
Vasos Sanguíneos Maternos y Fetales:
Aunque la sangre materna y fetal no se mezcla directamente, los vasos sanguíneos maternos y fetales están en estrecha proximidad en las vellosidades coriónicas. Esto permite el intercambio eficiente de gases, nutrientes y productos de desecho a través de la barrera placentaria.
Flujo Sanguíneo Placentario:
La placenta tiene una circulación sanguínea única. La sangre materna fluye hacia la placenta a través de las arterias uterinas, se distribuye a través de los cotiledones y regresa al cuerpo materno a través de las venas uterinas.
Es importante señalar que la placenta es un órgano dinámico que evoluciona a lo largo del embarazo. Después del parto, la placenta se expulsa del útero durante el proceso llamado alumbramiento. Cualquier anormalidad en la formación o función de la placenta puede afectar el desarrollo del feto y la salud materna, por lo que su evaluación es una parte crucial del seguimiento prenatal.
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