La psicología humanista es una corriente psicológica que se desarrolló en la década de 1950 como una respuesta a las perspectivas conductistas y psicoanalíticas dominantes en ese momento. La psicología humanista se centra en la comprensión y promoción del crecimiento personal, la autorrealización y el potencial humano. Algunos de los principales aspectos de la psicología humanista incluyen:
Enfoque en el Individuo:
La psicología humanista pone énfasis en la experiencia subjetiva del individuo y reconoce la importancia de comprender la realidad desde el punto de vista del propio sujeto.
Autorrealización:
Uno de los conceptos clave en la psicología humanista es la autorrealización, que se refiere al impulso innato de cada persona hacia la realización de su potencial máximo y el logro de su verdadero yo.
Énfasis en el Presente y el Futuro:
A diferencia del psicoanálisis, que se centra en el pasado, y del conductismo, que se centra en las conductas observables, la psicología humanista se centra en el presente y en el futuro. Busca comprender y mejorar la experiencia actual y el desarrollo futuro.
Teoría del Yo y la Autenticidad:
La psicología humanista destaca la importancia de ser auténtico y congruente con uno mismo. Carl Rogers, un destacado psicólogo humanista, desarrolló la teoría del yo, que incluye el yo real (la imagen actual del individuo), el yo ideal (la imagen que el individuo quisiera ser) y el yo aceptado (la parte del yo que la sociedad aprueba).
Terapia Centrada en el Cliente:
La terapia centrada en el cliente, desarrollada por Carl Rogers, es un enfoque terapéutico humanista que enfatiza la empatía, la aceptación incondicional y la congruencia por parte del terapeuta para facilitar el crecimiento y la autorrealización del cliente.
Ética y Valores Humanos:
La psicología humanista reconoce la importancia de los valores y la ética en la vida de una persona. Se centra en la responsabilidad personal y la toma de decisiones éticas.
Crítica a la Deshumanización:
Los psicólogos humanistas critican la deshumanización y la simplificación del ser humano que a veces se percibe en otras corrientes psicológicas. Se esfuerzan por abordar la riqueza y complejidad de la experiencia humana.
Algunos de los psicólogos humanistas más prominentes incluyen a Abraham Maslow, Carl Rogers y Rollo May. Aunque la psicología humanista ha influido en muchas áreas de la psicología contemporánea, no es tan dominante como otras corrientes, pero sigue siendo relevante en la práctica clínica y en el estudio del desarrollo humano.
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