La fisiología del aparato reproductor masculino es un intrincado ballet de hormonas, células especializadas y estructuras anatómicas que se unen para cumplir un propósito fundamental: la producción y entrega de espermatozoides para la fertilización del óvulo femenino. Este proceso, aunque central para la reproducción, es solo una parte de la compleja red de funciones que desempeña este sistema. Aquí, nos sumergiremos en los mecanismos que hacen posible la función reproductiva masculina y exploraremos su importancia en el contexto más amplio del organismo humano.
Espermatogénesis
Proceso en el que las espermatogonias se transforman en espermatozoides producido en los testículos. En la pubertad, al subir la concentración de FSH y LH las células de Leydig secretan testosterona pudiéndose producir la espermatogénesis.
La espermatogénesis se realiza en tres fases:
- Proliferativa
- Meiosis
- Espermiogénesis
Cada ciclo espermatogénico dura 64 días, pero antes de acabar cada ciclo, cada dos o tres semanas empiezan nuevos ciclos.
La vida media de los espermatozoides varía entre varías semanas y meses.
Para formar un espermatozoide a partir de un espermatocito primario han de pasar dos meses y solo puede producirse a una temperatura inferior a la del cuerpo humano, por eso los testículos están situados fuera de la cavidad abdominal.
El espermatozoide está compuesto por la cabeza y una cola. En la cabeza se encuentra el núcleo, el citoplasma y el acrosoma.
El núcleo se sitúa en la cabeza, contiene 23 cromosomas.
El acrosoma es una vesícula que contiene enzimas hidrolíticas capaces de digerir la zona pelúcida del ovocito.
La cola sirve para dotar de movimiento al espermatozoide y su parte final recibe el nombre de flagelo.
El semen está compuesto por espermatozoides y las secreciones de los conductos deferentes, vesículas seminales, próstata y glándulas bulbouretrales.
De media se producen 3 mL y contiene entre 50 y 150 millones de espermatozoides por mL. Tiene un PH de 7-7.5.
Estertoidogénesis
Las células de Leydig sintetizan y secretan principalmente andrógenos y en poca cantidad también estrógenos.
Los principales andrógenos son la testosterona, la dihidrotestosterona y la andostenediona. La principal es la testosterona que supone el 95% del total.
La secreción de testosterona tiene un patrón pulsátil. En la vida fetal su síntesis empieza alrededor de la séptima semana de gestación, debido a la estimulación de la gonadotrofina coriónica placentaria. En este periodo es necesaria para la diefrenciación del SNC y aparato reproductor y está elevada hasta diez semanas después de nacer. Durante la infancia prácticamente no se produce testosterona hasta la pubertad.
Funciones de la testosterona:
- Regulador paracrino del aparato reproductor.
- Estimula la espermatogénesis.
- Actuación sobre los caracteres sexuales secundarios (crecimiento del vello corporal, favorece el alargamiento de la laringe y engrosamiento de las cuerdas vocales). Modifica la pelvis ósea otorgándole características masculinas.
- Aumenta la lívido actuando sobre el SNC.
- Produce un efecto anabolizante favoreciendo el desarrollo muscular y aumentando el metabolismo basal. Retiene calcio en el hueso aumentando su espesor.
Regulación de las hormonas sexuales masculinas
La producción de hormonas sexuales masculinas se lleva a cabo con la colaboración del sistema hipotálamo-hipofisario. En el hipotálamo se sintetiza GnRH de forma pulsátil y llega hasta la adenohipófisis donde estimula la secreción de LH y FSH.
La LH o hormona luteinizante provoca la hiperplasia de las células de Leydig y que éstas sinteticen testosterona.
La FSH o hormona foliculoestimulante estimula las células de Sertoli para mantener la espermatogénesis.
La testosterona mediante retroalimentación negativa inhibe la secreción de GnRH en el hipotálamo. La espermatogénesis, por el mismo mecanismo también inhibe la secreción de FSH y las células de Sertoli sintetizan inhibina que es un factor inhibidor de la FSH para mantener la espermatogénesis.
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