Los biomarcadores cardiacos son sustancias o moléculas específicas que se pueden detectar en la sangre y que indican la presencia de daño o disfunción en el corazón. Estos biomarcadores son útiles en el diagnóstico, pronóstico y seguimiento de diversas enfermedades cardíacas y condiciones relacionadas. Algunos de los biomarcadores cardiacos más comúnmente utilizados incluyen:
Troponina:
La troponina es un biomarcador cardíaco que se utiliza comúnmente en el diagnóstico y manejo de las enfermedades cardiovasculares, especialmente en el contexto de un infarto agudo de miocardio (IAM) o ataque al corazón. La troponina es una proteína que se encuentra en las células musculares del corazón y es liberada en la sangre cuando estas células se dañan o mueren.
Cuando se produce un IAM, las células musculares del corazón se dañan debido a la falta de oxígeno y nutrientes, lo que conduce a la liberación de troponina en la sangre. Por lo tanto, la medición de los niveles de troponina en la sangre es un indicador sensible y específico de lesión cardiaca.
La troponina se mide generalmente en dos formas principales:
- Troponina I (TnI): Esta forma de troponina es específica del músculo cardíaco y es la forma más comúnmente medida en los ensayos clínicos.
- Troponina T (TnT): También específica del músculo cardíaco, la troponina T es otra forma medida en los ensayos clínicos y puede tener patrones de liberación ligeramente diferentes en comparación con la troponina I.
La detección y cuantificación de la troponina en la sangre se realiza mediante pruebas de laboratorio específicas, como los ensayos de inmunoabsorción ligada a enzimas (ELISA) o los ensayos de electroquimioluminiscencia (ECL). Estas pruebas pueden detectar niveles muy bajos de troponina en la sangre, lo que permite una detección temprana y precisa de daño cardíaco.
Los niveles elevados de troponina en la sangre indican daño cardíaco y son consistentes con un diagnóstico de IAM. Además del IAM, la troponina también puede elevarse en otros trastornos cardíacos, como la angina inestable, la miocarditis, la disección aórtica y la insuficiencia cardíaca aguda, así como en condiciones no cardíacas, como la sepsis o la insuficiencia renal.
Creatina quinasa (CK):
La creatina quinasa (CK), también conocida como creatina cinasa, es una enzima que se encuentra principalmente en las células musculares, incluidas las células del músculo cardíaco. La CK desempeña un papel importante en el metabolismo energético celular, facilitando la transferencia de grupos fosfato de alta energía entre la creatina y el adenosín trifosfato (ATP), que es la principal fuente de energía celular.
Cuando las células musculares se dañan o mueren, la CK se libera en la sangre y sus niveles en suero pueden aumentar. Por lo tanto, la medición de los niveles de CK en sangre se utiliza como un marcador de daño muscular, especialmente en el contexto de enfermedades musculares y trastornos cardíacos.
Existen varios isoenzimas de la CK, pero los dos principales en el contexto clínico son:
- CK-MB: Esta forma de CK es específica del músculo cardíaco. Sus niveles en sangre pueden aumentar en condiciones de daño cardíaco, como el infarto de miocardio. La CK-MB solía ser un marcador importante para el diagnóstico de infarto de miocardio, pero en la actualidad se ha sustituido en gran medida por biomarcadores más sensibles y específicos, como la troponina.
- CK-MM: Esta forma de CK se encuentra principalmente en el músculo esquelético. Los niveles de CK-MM en sangre pueden aumentar en respuesta al daño muscular esquelético, como el trauma, el ejercicio intenso o las enfermedades musculares.
La medición de los niveles de CK en sangre se realiza mediante pruebas de laboratorio específicas, como ensayos de cinética enzimática o métodos inmunológicos. Los niveles elevados de CK en sangre pueden ser útiles en la evaluación y diagnóstico de diversas condiciones, incluyendo:
- Infarto agudo de miocardio (IAM)
- Trauma muscular
- Miopatías (enfermedades musculares)
- Rabdomiólisis (descomposición rápida de las células musculares)
- Polimiositis y dermatomiositis (enfermedades autoinmunes que afectan los músculos)
Es importante tener en cuenta que los niveles elevados de CK no son específicos de una enfermedad en particular y pueden indicar daño muscular de diversas causas. Por lo tanto, la interpretación de los resultados de CK debe hacerse en el contexto clínico completo y puede requerir pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico.
Mioglobina:
La mioglobina es una proteína que se encuentra en las células musculares, incluidas las células del músculo cardíaco y del músculo esquelético. Tiene una función importante en el transporte y almacenamiento de oxígeno en el tejido muscular, actuando como un reservorio de oxígeno para su uso durante la contracción muscular.
Cuando hay daño muscular, como el que ocurre en el caso de un infarto agudo de miocardio (IAM) o lesiones musculares traumáticas, la mioglobina se libera en el torrente sanguíneo. Por lo tanto, los niveles de mioglobina en sangre pueden aumentar en respuesta a la lesión o muerte celular en el tejido muscular.
La medición de los niveles de mioglobina en sangre se puede realizar mediante pruebas de laboratorio específicas, como ensayos inmunológicos o métodos de espectrofotometría. Los niveles elevados de mioglobina en sangre pueden ser un indicador de daño muscular, pero no son específicos de una causa en particular y pueden estar elevados en una variedad de condiciones, incluyendo:
- Infarto agudo de miocardio (IAM): La mioglobina se libera en la sangre cuando hay daño en el músculo cardíaco, lo que puede ocurrir durante un IAM.
- Trauma muscular: Lesiones musculares traumáticas, como contusiones o lesiones por aplastamiento, pueden provocar un aumento en los niveles de mioglobina en sangre.
- Rabdomiólisis: La rabdomiólisis es una afección grave en la que se produce la destrucción rápida del tejido muscular, liberando mioglobina en la sangre. Esta condición puede ser causada por traumatismos graves, ejercicio excesivo, intoxicación por drogas, entre otras causas.
Es importante tener en cuenta que los niveles de mioglobina en sangre son útiles como indicadores de daño muscular, pero no son específicos de una afección en particular. Por lo tanto, la interpretación de los resultados de los niveles de mioglobina debe realizarse en el contexto clínico completo y puede requerir pruebas adicionales para determinar la causa subyacente del daño muscular.
Péptido natriurético tipo B (BNP) y fragmento NT-proBNP:
El péptido natriurético tipo B (BNP) y su fragmento N-terminal (NT-proBNP) son biomarcadores utilizados en el diagnóstico, pronóstico y seguimiento de enfermedades cardiovasculares, especialmente en el contexto de insuficiencia cardíaca congestiva (ICC) y disfunción ventricular.
Estos péptidos natriuréticos son liberados por el corazón en respuesta al estiramiento de las paredes ventriculares, que ocurre como resultado del aumento de la presión y el volumen en las cavidades cardíacas, como sucede en la ICC y otros trastornos cardíacos. Su liberación en la sangre tiene efectos natriuréticos (promueve la excreción de sodio y agua), diuréticos (aumenta la excreción de agua) y vasodilatadores (relaja los vasos sanguíneos), lo que ayuda a contrarrestar la sobrecarga de volumen y la presión en el corazón.
Aunque BNP y NT-proBNP son moléculas diferentes, se producen en proporciones fijas y tienen una correlación clínica muy estrecha, por lo que ambos son utilizados como marcadores de la misma afección. Sin embargo, existen algunas diferencias en su vida media y estabilidad en la sangre:
- BNP (péptido natriurético tipo B): Se encuentra en concentraciones más bajas en la sangre y tiene una vida media más corta, alrededor de 20-30 minutos. Se considera que los niveles de BNP en sangre reflejan más directamente la función cardíaca actual y pueden ser útiles para el diagnóstico y seguimiento de la ICC y otras enfermedades cardíacas.
- NT-proBNP (fragmento N-terminal del péptido natriurético tipo B): Se encuentra en concentraciones más altas en la sangre y tiene una vida media más larga, alrededor de 60-120 minutos. Debido a su vida media más larga, los niveles de NT-proBNP pueden ser útiles para el pronóstico a largo plazo y la estratificación del riesgo en pacientes con enfermedades cardiovasculares.
Las pruebas de laboratorio para medir BNP y NT-proBNP en sangre son útiles en la evaluación de pacientes con sospecha de ICC, ayudando en el diagnóstico diferencial, la estratificación del riesgo, la evaluación del estado de descompensación y la respuesta al tratamiento. Los niveles elevados de BNP o NT-proBNP en sangre están asociados con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares adversos y pueden indicar la necesidad de intervención médica o ajuste en el tratamiento de los pacientes con enfermedades cardíacas.
Ácido láctico deshidrogenasa (LDH):
La lactato deshidrogenasa (LDH) es una enzima presente en casi todos los tejidos del cuerpo, incluidos los músculos, el corazón, los riñones, el hígado, los glóbulos rojos y los tejidos pulmonares. La LDH es responsable de catalizar la conversión del ácido láctico a piruvato en la glucólisis anaeróbica, un proceso que se produce en condiciones de bajo suministro de oxígeno.
La medición de los niveles de LDH en sangre se utiliza como un marcador de daño celular y se ha asociado con una variedad de afecciones médicas, incluidas enfermedades cardíacas, hepáticas, pulmonares, renales y hematológicas. Un aumento en los niveles de LDH en sangre puede indicar daño o destrucción celular en los tejidos donde se encuentra la enzima.
En el contexto de las enfermedades cardíacas, los niveles elevados de LDH en sangre pueden ser indicativos de lesión o infarto del miocardio (ataque cardíaco), aunque la troponina y otras pruebas son más específicas y sensibles para este propósito. Además del daño cardíaco, la LDH también puede aumentar en respuesta a otras condiciones, como enfermedades hepáticas, enfermedades pulmonares, anemia hemolítica, infecciones, trauma y cáncer, entre otros.
Es importante tener en cuenta que los niveles de LDH en sangre son útiles como marcadores generales de daño celular, pero no son específicos de una afección en particular. Por lo tanto, la interpretación de los resultados de LDH debe realizarse en el contexto clínico completo y puede requerir pruebas adicionales para determinar la causa subyacente del daño celular. Además, los niveles de LDH pueden variar según el laboratorio y otros factores, por lo que es importante compararlos con los valores de referencia establecidos por el laboratorio específico que realiza la prueba.
Es importante tener en cuenta que la interpretación de los biomarcadores cardiacos debe hacerse en el contexto clínico completo y no de forma aislada, ya que varios factores pueden influir en sus niveles, y otros diagnósticos diferenciales pueden ser necesarios para confirmar el diagnóstico.