Artrosis: causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

Índice de contenido

La artrosis, también conocida como osteoartritis, es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que afecta principalmente al cartílago, el tejido que recubre las superficies articulares. A medida que progresa la artrosis, el cartílago se desgasta y puede llevar a cambios en los huesos, formación de espolones óseos y otros problemas en las articulaciones.

Causas

Las causas de la artrosis, también conocida como osteoartritis, pueden ser multifactoriales y están asociadas a diversos factores. A continuación, se mencionan algunas de las principales causas y factores de riesgo:

  1. Envejecimiento:
    • El envejecimiento es uno de los principales factores de riesgo para la artrosis. Con el tiempo, las articulaciones pueden experimentar desgaste normal, lo que contribuye al desarrollo de la enfermedad.
  2. Desgaste Articular:
    • El desgaste continuo de las articulaciones debido al uso diario y al movimiento repetitivo puede contribuir al deterioro del cartílago y al desarrollo de la artrosis.
  3. Obesidad:
    • El exceso de peso corporal ejerce una presión adicional sobre las articulaciones, especialmente en las rodillas y las caderas, lo que puede aumentar el riesgo de desarrollar artrosis.
  4. Lesiones Articulares:
    • Lesiones previas en las articulaciones, como fracturas, luxaciones o lesiones deportivas, pueden predisponer a la artrosis en la articulación afectada.
  5. Factores Genéticos:
    • La predisposición genética también puede desempeñar un papel en el desarrollo de la artrosis. Las personas con antecedentes familiares de la enfermedad pueden tener un mayor riesgo.
  6. Problemas Congénitos o Anatómicos:
    • Anomalías congénitas en la estructura de las articulaciones o defectos anatómicos pueden contribuir al desarrollo de la artrosis.
  7. Actividad Física Inadecuada:
    • La falta de ejercicio o la realización de actividades físicas inadecuadas pueden afectar negativamente a las articulaciones y aumentar el riesgo de artrosis.
  8. Enfermedades Articulares Preexistentes:
    • Condiciones médicas como la gota, la artritis reumatoide u otras enfermedades articulares inflamatorias pueden aumentar el riesgo de artrosis.
  9. Metabolismo Óseo Alterado:
    • Desbalances en el metabolismo óseo, como una producción inadecuada de proteínas que componen el cartílago, pueden contribuir al desarrollo de la artrosis.
  10. Estilo de Vida:
    • Factores como el tabaquismo y la mala alimentación pueden influir en la salud de las articulaciones y aumentar el riesgo de artrosis.

Es importante destacar que la artrosis puede afectar cualquier articulación del cuerpo, pero es más común en las articulaciones que soportan peso, como las rodillas, las caderas, la columna vertebral y las manos. El tratamiento de la artrosis suele implicar estrategias para aliviar los síntomas, mejorar la función articular y, en algunos casos, controlar los factores de riesgo modificables, como la pérdida de peso y la actividad física adecuada.

Signos y síntomas

Los signos y síntomas de la artrosis pueden variar según la articulación afectada y la gravedad de la enfermedad. Aquí se describen los síntomas más comunes asociados con la artrosis:

Síntomas Principales:

  1. Dolor Articular:
    • El dolor es uno de los síntomas más característicos de la artrosis. Generalmente, es más pronunciado durante o después de la actividad física.
  2. Rigidez Articular:
    • Rigidez en las articulaciones, especialmente por la mañana o después de períodos de inactividad, que generalmente mejora con el movimiento.
  3. Inflamación:
    • Aunque la artrosis no es una enfermedad inflamatoria como la artritis reumatoide, en algunas personas puede haber inflamación leve en la articulación afectada.
  4. Crepitación Articular:
    • Sensación de crepitación o crujido al mover la articulación. Esto puede deberse al roce de los huesos debido al desgaste del cartílago.
  5. Limitación de Movimiento:
    • Disminución de la amplitud de movimiento en la articulación afectada, lo que puede interferir con las actividades diarias.

Síntomas Específicos según la Articulación Afectada:

  1. Rodillas:
    • Dolor al caminar, subir escaleras o ponerse de pie después de estar sentado. Posible hinchazón y debilidad en la articulación.
  2. Caderas:
    • Dolor en la ingle, los glúteos o la parte externa de la cadera. Dificultad para caminar o levantar objetos pesados.
  3. Manos y Dedos:
    • Nódulos en las articulaciones de los dedos. Dolor y rigidez en las manos, especialmente al agarrar objetos.
  4. Columna Vertebral:
    • Dolor en la parte baja de la espalda o en el cuello. Rigidez y pérdida de flexibilidad. En casos graves, puede haber compresión de nervios espinales.

Síntomas Avanzados:

  1. Deformidades Articulares:
    • En etapas avanzadas, la artrosis puede provocar deformidades articulares visibles.
  2. Dificultad para Realizar Actividades Cotidianas:
    • La artrosis puede interferir en la capacidad para realizar actividades diarias, como vestirse, caminar o realizar tareas domésticas.
  3. Impacto en la Calidad de Vida:
    • Puede afectar negativamente la calidad de vida y la independencia funcional.

Diagnóstico

El diagnóstico de la artrosis suele basarse en una combinación de la historia clínica, el examen físico y pruebas de diagnóstico por imágenes. Aquí se describen los pasos comunes utilizados para diagnosticar la artrosis:

1. Historia Clínica:

  1. Entrevista Clínica:
    • El médico recopilará información detallada sobre los síntomas, la duración del dolor, factores que agravan o alivian los síntomas, antecedentes médicos, lesiones articulares previas y cualquier otro detalle relevante.

2. Examen Físico:

  1. Examen de las Articulaciones Afectadas:
    • El médico examinará las articulaciones afectadas, evaluando la amplitud de movimiento, la presencia de dolor, inflamación, crepitación y deformidades.
  2. Palpación de las Articulaciones:
    • El médico puede realizar palpación de las articulaciones para identificar áreas de sensibilidad, hinchazón o nódulos.

3. Pruebas de Imágenes:

  1. Radiografías:
    • Las radiografías son una herramienta fundamental para el diagnóstico de la artrosis. Pueden mostrar el desgaste del cartílago, la formación de espolones óseos y la pérdida de espacio articular.
  2. Resonancia Magnética (RM):
    • La resonancia magnética puede proporcionar imágenes más detalladas de las estructuras articulares, incluido el cartílago, los ligamentos y los tejidos blandos.
  3. Tomografía Computarizada (TC):
    • La TC puede ser utilizada para evaluar la estructura ósea y la alineación articular con mayor detalle en comparación con las radiografías.

4. Análisis de Sangre (si es necesario):

  1. Análisis para Descartar Otras Condiciones:
    • En algunos casos, se pueden realizar análisis de sangre para descartar otras condiciones, como la artritis reumatoide o la gota, que pueden presentar síntomas similares.

5. Evaluación de la Función Articular:

  1. Pruebas Funcionales:
    • Se pueden realizar pruebas funcionales para evaluar la capacidad de movimiento y la funcionalidad de las articulaciones afectadas.

6. Diagnóstico Diferencial:

  1. Descartar Otras Condiciones:
    • El médico puede llevar a cabo un diagnóstico diferencial para descartar otras enfermedades articulares, como la artritis reumatoide u otras formas de artritis.

Tratamiento

El tratamiento de la artrosis se enfoca en aliviar los síntomas, mejorar la función articular y, en última instancia, mejorar la calidad de vida del paciente. El tratamiento puede ser multimodal e incluir cambios en el estilo de vida, medicamentos, terapia física y, en algunos casos, intervenciones quirúrgicas. Aquí se describen las opciones de tratamiento comunes para la artrosis:

1. Cambios en el Estilo de Vida:

  1. Control del Peso:
    • La pérdida de peso puede reducir la carga sobre las articulaciones afectadas, especialmente en las rodillas y las caderas.
  2. Ejercicio Regular:
    • Actividades físicas de bajo impacto, como la natación o el ciclismo, pueden ayudar a mejorar la flexibilidad, fortalecer los músculos alrededor de las articulaciones y reducir el dolor.
  3. Fisioterapia:
    • Un fisioterapeuta puede diseñar un programa de ejercicios específicos para fortalecer los músculos, mejorar la movilidad articular y reducir la rigidez.
  4. Adaptaciones en la Vida Diaria:
    • El uso de ayudas ortopédicas, calzado adecuado y otras adaptaciones pueden facilitar las actividades diarias y reducir el estrés en las articulaciones.

2. Medicamentos:

  1. Analgésicos y Antiinflamatorios no Esteroideos (AINEs):
    • Medicamentos como el paracetamol para el dolor y AINEs (ibuprofeno, naproxeno) para reducir la inflamación pueden ser recetados.
  2. Suplementos:
    • Suplementos como el glucosamina y la condroitina son a veces utilizados, aunque su eficacia puede variar y se debe consultar con un médico antes de usarlos.
  3. Analgésicos Tópicos:
    • Cremas y geles analgésicos tópicos pueden proporcionar alivio localizado.

3. Medicamentos Inyectables:

  1. Inyecciones de Corticosteroides:
    • Las inyecciones de corticosteroides directamente en la articulación pueden proporcionar alivio temporal de la inflamación y el dolor.
  2. Ácido Hialurónico:
    • Inyecciones de ácido hialurónico para mejorar la lubricación y reducir la fricción en las articulaciones.

4. Intervenciones Quirúrgicas:

  1. Cirugía Artroscópica:
    • Para reparar o eliminar fragmentos de cartílago dañado.
  2. Artroplastia (Reemplazo Articular):
    • En casos avanzados, la cirugía de reemplazo articular puede ser considerada, especialmente en caderas y rodillas.

5. Tratamientos Alternativos:

  1. Acupuntura:
    • Algunas personas encuentran alivio del dolor a través de la acupuntura.
  2. Terapias con Calor o Frío:
    • La aplicación de calor o frío puede ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor.

6. Manejo Continuo y Educación:

  1. Educación sobre la Enfermedad:
    • Proporcionar información y educación sobre la artrosis para ayudar al paciente a entender la enfermedad y participar activamente en su manejo.
  2. Monitoreo y Ajustes:
    • Un plan de tratamiento efectivo puede requerir ajustes periódicos según la evolución de los síntomas.

Podría interesarte

*Enlace de afiliados

Compartir en facebook
Compartir en pinterest
compartir en whatsapp
Artículos relacionados
Comentarios

Deja una respuesta

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Post comment