La vesícula biliar es un órgano pequeño pero importante que forma parte del sistema digestivo humano. A continuación hay una explicación ampliada de su anatomía y fisiología:
Ubicación:
La vesícula biliar se encuentra en la parte inferior del lóbulo derecho del hígado, justo debajo de la superficie hepática. Está conectada al hígado a través del conducto cístico y al conducto biliar común, que a su vez se une al conducto pancreático principal para formar el conducto colédoco. Este último desemboca en el duodeno, la primera parte del intestino delgado.
Estructura externa:
La vesícula biliar tiene una forma similar a una pera y mide aproximadamente de 7 a 10 centímetros de longitud en un adulto. Está compuesta por tres partes principales:
- Fondo: Es la parte más inferior de la vesícula biliar.
- Cuerpo: Es la parte más grande y media de la vesícula biliar.
- Cuello: Es la parte estrecha que se conecta al conducto cístico.
Pared de la vesícula biliar:
La pared de la vesícula biliar está compuesta por varias capas:
- Mucosa: La capa interna que está en contacto directo con la bilis. Contiene pliegues llamados pliegues de la mucosa, que aumentan la superficie para la absorción de agua y electrolitos.
- Muscularis: Una capa muscular lisa que ayuda en la contracción y vaciamiento de la vesícula biliar.
- Serosa: Una capa externa de tejido conectivo que recubre la vesícula biliar y ayuda a protegerla y fijarla en su lugar en la cavidad abdominal.
Función:
La principal función de la vesícula biliar es almacenar y concentrar la bilis producida por el hígado. La bilis es un líquido verdoso que contiene sales biliares, colesterol, lecitina, bilirrubina y agua, entre otros componentes. Cuando se necesita, la vesícula biliar se contrae y libera la bilis a través del conducto cístico hacia el conducto biliar común, desde donde fluye hacia el duodeno para ayudar en la digestión de las grasas.
Papel en la digestión:
La bilis almacenada en la vesícula biliar ayuda en la digestión y absorción de las grasas en el intestino delgado. Las sales biliares presentes en la bilis emulsionan las grasas, dividiéndolas en pequeñas gotas y facilitando su digestión por las enzimas lipolíticas pancreáticas. Esto aumenta la eficiencia de la absorción de ácidos grasos y vitaminas liposolubles, como las vitaminas A, D, E y K.
En resumen, la vesícula biliar es un órgano pequeño pero crucial en el sistema digestivo humano, responsable de almacenar y concentrar la bilis producida por el hígado y liberarla en el intestino delgado para ayudar en la digestión de las grasas. Su anatomía y función están estrechamente relacionadas con el proceso digestivo y la absorción de nutrientes en el cuerpo.
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